-Necesito que me expliques que sucedió, Ross. ¿Porque... estas llorando?- dijo mirándome extrañada.
Paige hizo una pausa y respiré hondo. Ella desvió la vista hacia la ventana, siguiendo con la mirada el haz de luz que se extendía por la habitación.
-¿Qué es la muerte, Paige? ¿es tan terrible como todos dicen?- pregunté de una vez.
-¿Quién murió? ¿qué sucede?
Recordé el bello rostro de Ashley y derramé otro par de lágrimas. Me sentía totalmente debastado y justo en ese momento comprendía a mi hermano Rocky que aún no superaba la muerte de Myrcella; que claramente yo mismo había causado. No sabía lo horrible que era pasar por toda esa situación. No sabía que había causado todo ese mal a tantas personas, sólo por mi orgullo y satisfacción.
-Ashley.- dije al fin. Tragué saliva e intenté reservar las lágrimas que querían escapar de mis ojos para otro momento o alguna otra desgracia.
-Lo siento mucho, Ross. Creo que ese asesino esta jugando sucio y deberían atraparlo de una vez por todas. ¡Primero Myrcella y ahora Ashley! Sin contar a la anterior chica del año pasado ¿lo recuerdas?
Paige se refería a Emma.
-Sí, lo recuerdo...- cerré los ojos y ví los ojos completamente abiertos y llenos de terror de aquella joven. Luego volví a abrirlos para reemplazarlos por los ojos de Paige: ojos completamente verdes y preciosos. Como dos grandes esmeraldas que me observaban en todos mis movimientos.
-Fue horrible. Pero ahora no puedo evitar pensar en que yo pude ser una de ellas, o ¡si sigo yo! no sé lo que el asesino busca pero no quiero morir, Ross. No quiero.- Paige se tapo la cara y no pudo evitar llorar.
-No voy a permitir que ese asesino ponga un pie sobre tu casa. Además tu papá es policía ¿o no? No tengas miedo, dudo que algo llegue a sucederte.
-Él nunca esta en mi casa, Ross. Siempre desaparece, especialmente en las noches. Pero ¿sabes? yo admiro de todas formas a mi padre; por todas las cosas que hizo y hace por mí.
Observé el suelo y luego volví a mirarla: era tan bella.
De repente olvidé completamente a Ashley, y comencé a besar a Paige desesperadamente, como si fuese un impulso. Después de eso, la tomé de la cintura poniendo mis brazos alrededor de su cintura. Finalmente, la arrojé a su cama con sus piernas abrazándo todo mi torso. Me saqué la remera dejando mi pecho al descubierto.
Cuando comencé a besar su cuello apasionadamente, ella le dio entrada a una interrupción.
-Ross... no.
-¿Qué? ¿qué pasa?
-Creí que estabas deprimido por la muerte de tu novia y ahora... esto.
-Perdón, no sé que hice. - Paige me miró extrañada y luego miró al suelo.
Me puse la remera rápidamente y salí de la casa de Paige. Me sentía aún peor porque ahora también había traicionado a Riker.
Al llegar a mi casa Rocky me abrazó.
-Sé por todo lo que estas pasando, hermano. Vamos a encontrar al que esta detrás de todo esto. Averiguar su nombre, dónde vive, quien es su familia... - dijo conservándo el abrazo.
Sonreí y luego escuché que alguien había tocado la puerta. Sentí como si de pronto me hubiera atrapado una fuerte corriente que me arrastrase hacia mar abierto.
Todo me salía mal.
-¡Ratliff! ¡tanto tiempo!- gritó Ryland desde el pasillo.