Capitulo 12: Bienvenido a Manhattan

170 11 10
                                    


  Y justo en el momento que menos espere, Nadia aparece de sorpresa por detrás cubriéndome los ojos con sus cascos en forma de juego, únicamente me di la vuelta para sonreír y exclamar su nombre. Nadia era mi compañera de tren una hermosa poni color blanco con melena castaña lacia y con esos hermosos ojos miel que hacían suspirar a cualquiera. Fue mi compañera de vagón en el tren cuando fui hacia Dodge Junction, además de haberla salvada matando a dos soldados de Canterlot, recuerdo que a uno le estrelle un reloj de bolsillo en la cara y al otro le prendí fuego usando ropa y una botella de perfume gracias a su alcohol. Antes de separarnos le prometí que la volvería a ver en Manhattan y comprarle las cosas que les destroce. Para pasar desapercibido en el tren le di un nombre falso, con una historia de mi pasado que no era real.

-¡Nicolás!-. Me dice contenta, no espero nada para abracarme con mucha fuerza, se ve que a cambiado mucho del día en que la conocí ya que en ese entonces se veía muy deprimida. -¡Sabia que te volvería a ver!-.

-¡No sabes lo que he pasado para lograr llegar aquí!-. La apreté un poco mas fuerte hacia mí. Los dos duramos abrazados escaso tiempo que hubiera deseado que fuera eterno. Recordé que muchos ponis pasaban por ahí nos estaban viendo, ambos decidimos separarnos con nuestras caras sonrojadas.

-¿Qué haces por aquí? Pensé que te quedarías en Dodge Junction por un tiempo-. Dice acomodándose su lacia melena castaña.

-Veras...yo...-. En todo el camino hacia Manhattan pensé en volver a ver Nadia...pero no pensé en una razón para estar en la ciudad, así que debía pensar en una razón para decirle porque estoy en Manhattan. –Yo supuse que sería mejor empezar de nuevo en esta ciudad jeje, creo que Dodge Junction era demasiado para mí-.

Ella ladea un poco su cabeza algo extrañada -¿Qué te hizo cambiar de parecer? Ibas muy decido hacia ese pueblo, de hecho me habías dicho que te escondías del gobierno por no haber pagado impuestos, no es muy lógico que de repente quieras estar en la segunda ciudad más grande de Equestria-.

Sonreí nervioso y trate de cambiar de tema -¿Q...que hay de ti? ¿Qué haces por las calles? Dijiste que venias a visitar a unos parientes tuyos para quedarte en Manhattan-. De verdad que se improvisar.

-Ah, eso, estoy aquí para recoger algunas cosas, pinceles y unas pinturas- traía una alforja llena de eso- sobre mis tíos en realidad me estoy quedando en su departamento a unas cuadras de aquí ¿Y tú?-. Mostro interés en donde se supone que "Comenzare" de nuevo.

-Bueno...por ahora...no tengo donde quedarme-. No podía inventarle una vivienda porque entonces tal vez querría verla.

Ella solo abre los ojos en señal de sorpresa –Vaya, se ve que no te va muy bien Nicolás-. 

-Ehm...no es nada solo necesito...tu sabes, trabajo y esas cosas-. A pesar de que anhelaba verla de nuevo, no tenía nada interesante que contarle, solo llevaba conmigo ese silencio incomodo del cual deseo que me trague la tierra.

Nadia pasea sus ojos en mi desde mis cascos hasta mi cabeza con mi cabello desordenado -¿Qué son esas cosas?- Apunto hacia mis armas que estaban en mi costado pero cubiertas con mi capa de color café que estaba un poco rasgada, por los agujeros que se hacían mas grande logro ver lo que llevaba en el cinturón. Me puso en una situación a un peor, no podía evadir esa pregunta por más que quisiera.

Miles de cosas pasaban por mi cabeza y muy nervioso respondí -¿Esto? Son....son...nada, solo son unos dos tubos unidos sin nada dentro...tu sabes por... ¿seguridad?-. De todo lo que pude haber respondido escogí lo mas ilógico. Nadia solo alzo la cabeza para mirarme a los ojos que en un instante se llenaron de alegría, como si algo le hubiera pasado por el pensamiento.

-¡Ya se! ¡Ya se! ¿Por qué no me acompañas a casa de mis tíos a cenar?-. Me propone muy contenta con una sonrisa adorable.

Yo sabía que no era buena idea, al parecer Nadia aun no sabe la verdad de mi... ¿O si lo sabrá? De ser así ¿Por qué me estaría invitando a su casa? Si me presento, es muy posible que sus familiares me reconozcan por quien soy....pero...*Suspiro*...si la pudieras ver amigo lector...si pudieras ver su increíble belleza, esa melena tan lacia y perfumada, esos ojos de color como la misma miel recién salida de un panal y todo su rostro indicaba perfección...no pude decirle que no, arriesgándome demasiado, ahora sabes que cuando alguien siente algo por alguien hará cualquier cosa aunque sea estúpido o irracional. -....Muy bien-. Sonreí. Y ella sin aviso me con su pata toma mi casco delantero y me tira para que la acompañe.

-¡Genial! Veras lo bien que te lo vas a pasar, te presentare con todos y...-se detiene y se acerca a mi oído para susurrarme –Quiero mostrarte algo muy, muy especial-. Mi cara se enrojeció de nuevo al suponer varias cosas.

Nadia me llevo a unas 3 cuadradas de donde estábamos antes, en el camino me contaba cómo se estableció a este lugar y cómo fue que sus parientes la aceptaron con muchísimo gusto, por mi parte no conté mucho, solo que he estado viajando un poco de una ciudad a otra. Mientras que al mismo tiempo estaba pensando en los demás y como habrán reaccionado al ver que me desaparecí de nuevo.

El Grito de los Caídos (Mlp FanFiction)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora