El Grito de los Caídos (Mlp FanFiction)

Capítulo 13: Retenidos

No tengo mucho tiempo viajando en el progreso de esta guerra que no ha parado de traer dolor. Pero el que más ha sufrido soy yo. Acababa de decepcionar a la poni que amo al ser revelada mi identidad de la peor forma posible. Y ahora estoy cayendo desde el piso 18 con una espada en el pecho y unas lágrimas brotando de mis ojos, sin ningún sonido proviniendo de mí, más bien solo era mi odio que no me dejaba hablar...por mi bueno fuera que muriera ahora. No dejando de llorar y tampoco sin que esa imagen de Nadia desapareciera de mi cabeza. Las palabras no serían suficientes para compensar el daño que le hecho, sabía que ninguna disculpa sería capaz de valer la pena. Por lo cual me dije a mi mismo que jamás la volvería a ver de nuevo...nos vemos, y cerré los ojos para enfrentarme a mi recompensa por parte mi maldad.

Justo antes de caer al suelo Magic Nightrain me atrapa y se eleva más alto que los edificios. -¡Eso estuvo cerca, imbécil!-. La verdad eso si no me lo esperaba, de hecho quería rogarle que por favor me dejara caer, pero creo que la espada daño mis cuerdas vocales, me dolía hasta respirar. Como él era demasiado rápido y muy bueno volando, era cuestión de muy escasos segundos para que me llevara a las afueras de la ciudad. No puedo describir muy bien lo que pasaba ya que mi vista se empezó nublar, haciéndome casi incapaz de ver. -¡No te duermas Enderson!-. Me grito muy fuerte al estar muy cerca de mi oreja.

Continuo con esa velocidad constante, llego a una pequeña colina que tenía un pasto áspero, eso lo sé porque me recostó en el suelo, eso no ayudo mucho solo consiguió que la espada se me clavara más. –Trata de no moverte-. Me dijo mientras que yo no me esforzaba por vivir. Magic Nightrain toma mi arma y da un disparo al cielo, supongo que eso era una señal para que los demás vinieran. En menos de 1 minuto los demás logran llegar hacia donde yo estaba.

-¿Qué le paso? -. Dice Red Army acercándose a mí para revisar mi herida.

-Ni idea, estuvo a punto de estamparse contra el suelo, me lo encontré cayendo desde un edificio-. Explico.

-Tenemos que curarlo ahora, ha perdido de seguro medio litro de sangre-. Dice Red Army, no sabía que él conocía algo de medicina, no me he dado el tiempo de conocer a los que me acompañan.

Rain se acerca a mí y me habla un poco fuerte para asegurarse de que no me durmiera, porque si lo hacía entonces podría quedarme en coma por tiempo indefinido -¿Qué fue lo que te sucedió? ¿Dónde te metiste?-. Aunque el parecía molesto conmigo, preferí no decir nada. Como no le di respuesta me hablo aún más alto -¡Respóndeme, maldición!-. Seguí sin decir ni una palabra.

-No creo que nos quiera hablar-. Sugiere Grayson.

-¡Bien!-. Dice molesto Rain- ¡Si no quiere entonces no! ¡Pero de todas formas hay que curarlo, no debe faltarle más de 10 minutos para que muera de desangramiento!-.

Los cinco se pusieron a revisarme muy detenidamente, lo más extraño era que veía como movían sus bocas pero no escuchaba ninguna palabra provenir de ninguno, quizás esto también hizo que dejara de oír. Grayson hizo aparecer un par de cosas médicas, hilo, aguja, alcohol, algodones y alguna otra que cosa que tenían en cualquier hospital. Decidieron curarme ahí mismo acostado en el zacate. Todos se pusieron a mí alrededor.

Red Army se me acerca –Blade comienza desinfectando alrededor de la espada, usa el alcohol y los algodones, procura hacer presión para tratar de evitar que se desangre más-.

-Entendido-. Responde decidió y hace lo que Red Army pidió. Se supone que eso arde como mil agujas en el cuerpo, pero yo no sentí más que un ligero cosquilleo a eso. No comprendía mi propia falta de dolor a eso.