5

114 21 2
                                        

Otro capítulo sin P.O.V

Habían pasado un par de semanas desde que Marina había empezado a trabajar en la pizzería y ella misma se estaba dando cuenta de que cada día se estaba volviendo más tímida y vulnerable.

— ¿Mar? — Marina se ruborizó al oír a Lana llamarla por el apodo que le había puesto.

— ¿Sí, Lana?

— ¿Te encuentras bien? Has estado comportándote un poco raro últimamente.

— Estoy bien, cariño. Solo estoy... ¿pensativa? — se dio un puñetazo en la cara mentalmente. 

Agh, Marina, ¿por qué tienes que cuestionarte a tí misma?

— ¿Por qué me has respondido tan directamente? — preguntó Lana.

— N-no sé. — se estaba apresurando demasiado, sus palabras se atascaban entre su lengua.

— Hm... — murmuró Lana, mientas colocaba una mano en su mentón y otra en su cadera, como si le estuviese dando muchas vueltas a algo.  — Ohhh, ¿le gustará alguien a Marina?

Sinceramente, Lana estaba esperando que no fuese eso, que a ella no le gustase nadie.

Pero Marina...

— P-pues... a mí... ehm, s-sí — tartamudeó Marina. — Pero no quiero hablar de eso.

Lana la miró por un momento.

— De acuerdo, pequeña.

Ambas sonrieron. Y al mismo tiempo, sus corazones empezaron a palpitar más rápido.

Se acercaba la hora de cerrar, y cuando Marina agarraba su bolso, Lana se acercó a ella.

— Hey Mar. Me preguntaba si te gustaría salir el viernes conmigo a cenar para celebrar mi cumpleaños. Marco iba a venir conmigo, pero tiene cosas que hacer, y yo no quiero estar sola...

Lana siguió divagando hasta que Marina se inclinó para plantar un pequeño beso en su mejilla.

— Me encantaría. — fue lo único que dijo Marina antes de cruzar el asa de su cartera por encima de su pecho y salir de la tienda, dejando a Lana con un enjambre de mariposas en su estómago.

Gángster: Larina (fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora