The redemption of the fallen queen

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«Comienzo a pensar que debemos dejar de seguir la pista del agua, porque ni aquí ni en el muelle hemos encontrado nada» dijo Emma mientras se encaminaban de nuevo hacia el coche.

David suspiró. Ya se había oscurecido y no había modo de continuar buscando esperando obtener algún resultado.

«Estamos siguiendo cualquier pista, Emma. No está aquí, no está en el bosque, no está en el muelle, no está en la ciudad o en las afueras. Nadie ha visto, escuchado ni sentido nada. Son todos palos de ciego, parece que han desaparecido en la nada»

Emma se pasó una mano por los ojos, intentando hacer huir el sueño de ellos, pero con escasos resultados. Mientras caminaban, pasaron delante del cráter que Elsa había excavado, sin preocuparse de echar un segundo vistazo.

«Mañana podemos probar a buscarla con el olfato de lobo de Ruby» propuso en voz baja, sabiendo que también aquel intento sería inútil, ya que no habían podido buscar en la ciudad aquel día a causa del enfrentamiento que se había levantado entre los habitantes que estaban en contra y los que estaban a favor de continuar la búsqueda. Al día siguiente era improbable que Ruby lograra rastrear alguna huella, porque ya habían pasado veinticuatro horas, pero tenían, al menos, que intentarlo. David asintió

«Parece una buena idea»

Subieron al coche, y condujeron en silencia hacia la casa. Cenaron con Blanca y Henry, y charlaron un poco. Henry había mantenido la mirada baja, hacia su plato toda la noche, respondiendo con monosílabos solo cuando era interpelado.

«¿Todo ok, muchacho? Parces muy pensativo» le dijo Emma, una vez que sus platos estuvieron vacíos

Él asintió, pero no dijo nada.

«¿Puedo ir a mi habitación ahora?»

Emma suspiró. Había sido una pregunta estúpida. ¿Cómo podía estar todo ok cuando su madre había sido secuestrada?

«Claro. ¿Quieres que te acompañe a la escuela mañana?»

«Puede ir caminando» dijo, después se levantó y subió en silencio

Blanca se dio cuenta de que Emma se había quedado mirando las escaleras ya vacías y le apoyó una mano en el hombro

«Solo está preocupado. Lo estamos todos. Cuando encontremos a Regina será de nuevo el mismo y todo estará en su lugar»

«Si» la corrigió Emma con un hilo de voz

«¿Cómo?»

«Si encontramos a Regina. Si Regina está aún con vida, si logramos alguna vez entender dónde está y cómo diablos hemos hecho para no encontrarla con ningún hechizo, ningún truco, nada de nada. Pero ¿quién sabe? Quizás mañana nos despertemos y milagrosamente tengamos todas las respuestas al alcance de la mano» dijo bruscamente, antes de levantarse e ir al baño, cerrando violentamente la puerta a sus espaldas y encerrándose dentro con llave.

«Están sufriendo» le recordó David «Ninguno de ellos dos sabe bien cómo afrontar este tipo de dolor»

Blanca asintió, suspirando

«Solo esperaba que no tuvieran que descubrirlo, todavía no al menos, pero estoy empezando a preguntarme si llegaremos a ella a tiempo»

«Debemos» dijo él con decisión «No hay otras alternativas»

Ni ellos dos ni mucho menos Emma podían esperarse que a la mañana siguiente alguien se despertaría de golpe con la respuesta finalmente al alcance de la mano.

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