The Maleficient spell of the impure hearts

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La punta del puñal rozó apenas su piel cuando la mujer que tenía delante con un gesto seco de la mano lo hizo volar hasta la otra punta de la estancia.

Regina conjuró una esfera de fuego en la otra mano, intentando lanzársela a ella misma, pero se encontró mojada de la cabeza a los pies. Entonces, intentó transportarse lejos de aquella estancia, pero sintió una mano agarrársele justo a tiempo para lograr seguirla en el salto hacia el bosque de Storybrooke.

Apenas aterrizó en el bosque, se giró hacia el desfiladero que tenía a sus espaldas, saltando desde él. Pero gruesas cuerdas la rodearon, manteniéndola elevada en el aire.

«Deja que me quite la vida en paz, Maléfica» gritó, desesperada.

«Puedes olvidarte de eso, no he llegado hasta aquí para que en tu momento de debilidad me lo arruines todo» respondió, haciéndola aterrizar de nuevo delicadamente en el suelo, delante de ella. Las cuerdas se soltaron dejándola libre.

«Muy bien» concedió Regina «Si no quieres permitirme que me haga daño a mí misma, la tomaré contigo»

Dos rayos de fuego volaron hacia la mujer con el largo vestido magenta, pero se transportó detrás de Regina, llevando una mano hacia su cuello, y le habló en su susurro al oído.

«No pareces tan redimida, al final»

Regina se soltó de su agarre, empujándola hacia el mismo despeñadero del que ella había sido salvada. A mitad del salto, Maléfica se transportó de nuevo frente a Regina.

«Sabemos ambas que ninguna de las dos, de momento, puede vencer a la otra, así que, ¿qué sentido tiene continuar?» le preguntó suspirando irritada

«Ya te puedes olvidar de que te deje marchar tan fácilmente»

«¿Y cómo querrías impedírmelo?» preguntó guasonamente

Regina movió la mano en el aire, haciendo temblar la tierra bajo los pies. Maléfica se distrajo por lo que estaba pasando bajo ella, y no hizo caso al rayo que Regina le estaba lanzando desde lo alto.

Se tiró a un lado justo a tiempo para evitarlo e inmediatamente conjuró a sus cuervos, que rodearon a Regina por segunda vez. A diferencia de lo que sucedió en su primer encuentro, no fue cogida de sorpresa, y los incineró antes de que se le acercaran demasiado. Pero mientras estaba ocupada en liberarse de los cuervos, Maléfica hizo crecer raíces de plantas a sus pies, bloqueándola.

«De un modo u otro, Regina, créeme, venceré esta batalla»

Regina se encontró completamente rodeada por las raíces, conjuró de nuevo el fuego para quemarlas, pero Maléfica aparentemente las había hecho inmune a ese tipo de magia.

«Confías demasiado en tu fuego, Regina. Tienes que ser más imaginativa» la reprendió

«Dijo la mujer que conjura a sus estúpidas aves en cada batalla»

«Estoy cansada de este jueguecito. Es hora de irnos»

Moviendo su bastón hacia su cabeza, hizo que perdiera el conocimiento.


Emma entró en casa de sus padres casi tirando la puerta abajo.

«Regina ha desaparecido» dijo repentinamente «Cuidad de Henry mientras voy a buscarla»

Blanca y David se levantaron inmediatamente, corriendo hacia la entrada.

«¿Y dónde exactamente querrías ir a buscarla?» preguntó su madre

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