Cena Navideña- parte 3 (Zen x Reader)

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9 p.m.
Veníamos todos en el coche callados. Había discutido con Zen porque se pasa el día ensayando y no me hacía caso...Que entiendo que es su trabajo, ¿pero y yo que soy? Llevamos juntos dos años y sigue sin dedicar el tiempo que me gustaría a la relación. Nos bajamos y nos dirigimos a la mansión de Jumin y Raquel. Nos juntamos en la puerta con los demás y saludé a Carla, la cual me notó triste por la pelea con mi novio...
-Ya te contaré tía...Pero vamos, lo de siempre.
-Bueno, tú tranquila. Ya verás como se pasa e intenta disfrutar esta noche, ¿vale?- Carla me dio ánimos e intenté dejar de pensar en los problemas por un rato.
Cuando Raquel bajó, la abracé y nos sentamos, más tarde tendríamos nuestro momento de chicas y le pediría consejo. Nos sentamos en la mesa y me quedé al lado de Zen, seguíamos sin hablarnos pero el ambiente se notaba menos tenso. La cena transcurrió con tranquilidad y después pasamos a los sofás, las chicas nos quedamos a parte para contarnos nuestras cosas.
-¿Y qué hago? Es que no quiero parecer pesada, pero es que últimamente ya no me hace caso...Ni siquiera hacemos el amor cuando llega...
-Bueno cielo, es normal que esté cansado.
-Claro, ahora empieza la temporada de teatro y tiene más curro- mis amigas intentaban animarme.
-¿Y ahora como lo arreglo y que se dé cuenta de lo que pasa?.- pregunto a las chicas.
-Bueno, tú pasa de él y ya verás como se pispa de todo.- me dijo Raquel. Esperaba que tuviese razón.
Nos fuimos a acostar a la habitación, esa noche dormíamos en casa de Jumin porque era tarde para volver y no era plan de coger el coche después de beber. Nos fuimos a la cama sin mirarnos y cada uno en un lateral, la verdad es que se me había pasado el cabreo y me estaba entrando un calentón serio con el vino. Si tan solo Zen se diera cuenta de lo que lo quiero...Y de lo cachonda que me está poniendo oírle respirar. Mierda, necesito algo dulce para que se me pase.
-¿A donde vas?- preguntó Zen preocupado cuando me levanté.
-Shhh, a la cocina. Se me antoja algo dulce.
-Espera princesa, voy contigo. No quiero que una chica vaya a oscuras por una casa ajena- me encantaba que se preocupase por mi.
-Vale, pero no hagas ruido.
Bajamos a la cocina en ropa interior ya que no teníamos pijama. Abrí la nevera y encontré un bote de chocolate para echar a las tortitas, esto servirá. Destapé la botella y empecé a echarmelo en la boca. Cuando giré la cabeza vi a Zen con la cara roja de excitación y un gran bulto en los pantalones.
-Que pasa?
-Ehhm...Esto...Tienes chocolate en el escote.- Zen se acercó y lamió mi pecho. Madre mía, lo que me faltaba. Yo bajé la mano y empecé a acariciarle por encima del boxer.
-No, aquí no, que puede bajar el tonto y pillarnos en su cocina.
-¿Y qué? No te excita todavía más?- ahora no me dejes así...Cogí y me desabroché el sujetador y me bajé las bragas incitando a mi novio a que lo hicieramos ahí mismo.
-Mierda, no puedo aguantar si haces eso. Tú lo has querido.- Zen me levantó y me sentó en la encimera mientras se colocaba de rodillas y colocaba su cabeza en medio de mis piernas.
-Dejame esto...- cogió el bote de chocolate y lo esparció por mi pecho y mi entrepierna.
Empezó a lamer primero despacio, haciendo círculos en mis pezones. Dios, me estoy poniendo demasiado cachonda. Fue bajando hasta llegar a mi centro, Zen continuó su camino y se detuvo al llegar justo al punto clave, echó más chocolate y empezó a lamer fuerte. Yo eché la cabeza hacia atrás y le sujeté el pelo con una mano mientras con la otra le tiraba un poco de su coleta. Su coleta me pone mazo, dios mio.
Cada vez estaba más cerca de correrme...Ahí, justo así ...Madre mía
-Vamos cariño, correte en mi bica- Zen siguió lamiéndome mientras me miraba a los ojos y cuando lamió mi clítoris me corrí como nunca. Joder, los días de abstinencia me habían hecho tener el mejor orgasmo de mi vida. Espero que no me hayan oído arriba. Estaba tan cansada que no me podía poner en pie.
-Tranquila, yo te llevo princesa. Esta noche te compensaré por todos los días que te he dejado sola en casa.
Zen me llevó en volandas a la habitación después de coger mi ropa del suelo, y a mi se me había olvidado ya el cabreo. Esa noche me dio un orgasmo por cada día que me dejó sola y yo se los devolví con todo el amor que sentía por él.

8 a.m.
-¿Y el chocolate de mis tortitas?- Jumin preguntó mientras todos estábamos sentados en la mesa.
Yo me empecé a reír mientras Zen bajaba la cabeza sonrojado. Pobre Jumin, ni se imaginaba lo que había pasado con su bote...

De momento no tengo pensado hacer historias con más personajes, a parte de estos tres porque son los que más me gustan. Si a alguien le apetece algún capitulo con otro que me lo escriba please y lo hago ;)

Cena de la R.F.A (Jumin, Seven Y Zen x Reader) One shot HOTWhere stories live. Discover now