Narra Violet
Sam y yo estábamos en el avión de vuelta a Los Ángeles. Él estaba con su cabeza apoyada en mis piernas durmiendo. Yo no podía dormir y mientras acariciaba su mejilla miraba como dormía. Anunciaron que íbamos a aterrizar y lo desperté.
-Vamos a aterrizar.- asintió y se puso el cinturón. Cogió mi mano y la besó.
-Estás preciosa.- sonreí y lo besé. El entrelazó nuestras manos y me miró.- ¿Qué tal estás?
-Bien...
-No te creo.
-Sam... No quiero hablar de eso. Mejor nos olvidamos y hacemos como que no pasó. Pinky promise.- suspiró y unió su meñique con el mío.
-Las puertas están abiertas.- escuchamos decir a la azafata y nos levantamos para salir del avión. Fuimos a por las maletas y a mí se me cayó la mía encima y Sam me quitó una foto en lugar de ayudarme.
Había algunas fans por ahí y más atrás conseguí ver a Kendall saludándome.
Caminé hacia ella mientras Sammy se sacaba fotos con las fans. Yo pasé porque no quiero escuchar insultos, no ahora.
Cuando llegué a junto de Kendall nos abrazamos. Necesitaba a mí mejor amiga.
-¿Estás bien?- me encogí de hombros y suspiré. Esperamos a Sam y entramos en el taxi.
Yo apoyaba mi cabeza en el hombro de Kendall y ella me acariciaba el pelo. Sam miraba su móvil y supongo que estaba hablando con alguien.
Paramos primero en casa de Sam.
-Te llamo luego...-me dijo acariciando mis mejillas.
-No, va a ser noche de chicas.- me giré hacia Kendall y ella sonreía.
-Ya te llamaré.- le dije y me besó.- ¿Qué tienes pensado Jenner?
-Tengo palomitas, helado, batidos de chocolate, mantas y karaoke de High School Musical.
