Angie no hace más que ser sumisa ante sus padres, hacer lo que siempre le ordenan y seguir el mismo paso que su madre. Siempre queriendo demostrar que no será una chica que los decepcionará.
Ángel hace lo que quiere, en pocas palabras. Tiene un her...
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Angie.
Él despertador suena fuerte y lo apago aún dormida. Me destapo de las colchas que ahora no están muy suaves y muero de frío.
Con este frio lo último que quería era asistir a la escuela. Pero quería ver a mi novio Colton. Y obvio que también a mis amigas.
Me siento en la cama lista para pararme e ir al tocador para darme un caliente baño pero me interrumpe el frío suelo que me hace levantar los pies de golpe. Bajo la mirada y me sorprendo.
Era de madera y no se encontraba la suave alfombra mi preciosa alfombra.
Yo no tenia piso de madera, y tenía alfombra, ¿donde esta mi alfombra?
Miro hacia los costados y todo está cambiado. Con el ceño fruncido, cuidadosa me paro de la cama, que por cierto no era la mía.
La ventana, la ventana no estaba al lado izquierdo, si no que del derecho y con un balcón. Eso y el color de la pared, también los muebles.
¿Qué pasó aquí?
Un gran espejo se cruza en mi vista.
-¡Ahhhh! ¡AH! ¡AH! -daba pequeños pero fuertes gritos y me subí a la cama como si el suelo empezara a quemar.
La puerta es abierta por alguien desconocido para mi y de inmediato grito de nuevo, estaba aterrada.
-¡No, no! -le grito al de la puerta y se cierra apenas.
-¿Ángel? - ¿Por qué me llama Ángel? ¿Por qué la voz es de... Mike?-¿Que te pasa? No me digas que te llego de visita Andrés -hablaba con simpleza.-¿Ángel? -dice esta vez preocupado.
Miro a mi alrededor y no se encontraba nadie más que yo, y mis sospechas son ciertas, a mi me dice Ángel. ¿A mi?
Me levanto despacio de la cama y me dirijo al espejo.
-¡Ah! -doy otro grito y Mike entra a la habitación pasando su mirada en cada rincón y por último en mi. Me mira con una ceja levantada.
-¿Podrías dejar de gritar e ir de una maldita ves a desayunar?
Abro la boca indignada.
-¿Ángel, estas bien? -me dice mientras pasa una mano por delante de mi rostro.
-¿Que me pasó? -le pregunto.
-Pues... Además de estar horrible en las mañana, no nada. -responde con una sonrisa.
Ceñuda lo miro, este no es el Mike que yo conozco. No, no lo es.
¿Divertido? ¿Sonriente? ¿Bromista? ¿Que le pasó al Mike que yo conozco? ¿Que toda la escuela conoce? Menos Ángel...
Y lo más importante, ¿Qué pasó con mi cuerpo?
Mientras pensaba veo que Mike se tira a la cama tapándose hasta la cabeza.
-Aún está calentita - dice sonriendo. Se le veía la mitad de la cabeza y su pelo estaba revoltoso.
Con el corazón latiendo a mil-por la razón que no se en donde me encuentro- e ignorándolo busco una puerta en donde pueda darme un baño.
Abro una puerta y veo que es el armario.
Maldita sea.
-Me duele la cabeza, me quiero bañar - fingo tocando la frente.
-Usa el de mi recamara, papá esta en del pasillo y sabes que tarda un siglo. Y si te bañas hazlo rápido, tú tienes los genes de él - termina de hablar retirándose de la habitación.
Miro a mi alrededor y hago una mueca de asco.
Esto era un chiquero de primera.
Rebusco en el armario una toalla para bañarme y también un cambio de ropa.
La ropa que tiene Ángel no era para mi.
Quiero mi ropa. Pero haré esto rápido para no tener que estar en esta casa ni un segundo.
Abro la puerta y miro a los costados, no hay muros en la costa. Detrás de mi cierro la puerta con cuidado y miró el pasillo, era de un color marrón y tenia la pintura ya vieja por lo que se esta empezando a notar los ladrillos. ¿Y ahora para dónde?
Voy hacia mi derecha y abro la puerta. Levanto una ceja mientras veo a una anciana en la cama dormiendo. Es la abuela Nana.
Sigo caminando y abro la puerta y rapido viene el aroma varonil. Miro la habitación, tiene las paredes de un color blanco con algunos cuadros y muebles, a cada uno de los costados de la cama se encontraba una ventana que entraba una rafaga de aire.
También se encontraba muy limpia, a diferencia de la de Ángel.
Intento encontrar rápido el baño, ya me quería ir de esta casa.
Bañarme, vestirme, desayunar - si es posible no lo hago - e irme para buscar una explicación.
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