The bread boy (Tu y Peeta Mellark)

Capítulo 2

Llegue a casa, y me encontré a mi madre hablando con un hombre, me pareció haberlo visto antes por el 12.

Tú: No sabía que teníamos visita.
Mamá: Oh lo siento, no te había avisado ____, este es Luke, tienes que haberlo visto antes , vive prácticamente aquí al lado.
Luke: Hola ____, encantado.
Tú: Hola.

Ya sabía quien era, lo e visto varias veces rondando por el mercado, nunca me a dado buena espina, es de esas personas que no me gustan.

Mamá: ¿Quieres un café Luke?
Luke: Claro, gracias.

Mi madre se fue a la cocina dejándome sola con aquel desconocido, era alto, de pelo oscuro, y una mirada penetrante.

Luke: ¿Estudias?
Tú: Sí.
Luke: Vaya...tienes suerte, muchos no pueden hacerlo.

Cogió un cigarrillo de su bolsillo y lo encendió con el fuego de la chimenea.

Tú: No está permitido fumar aquí.
Luke: No pasa nada.
Tú: Apaga eso, es mi casa y te e dicho que no.

Mi madre apareció con el café y lo dejó encima de la mesa.

Tú: Mamá dile que no puede fumar aquí.
Mamá: Vamos ____, no seas así.
Tú: ¿Estás de broma?

Genial, mi madre se ponía de parte de ese antes que de la de su propia hija. Cogí la chaqueta y salí de casa a toda prisa cerrando la puerta con fuerza, no podía creer que mi madre me haga esto, sólo han

pasado 5 meses desde lo de papá, y ya pretende ligarse a otro.

Volví a el bosque, allí estaba Tate sentado, le conté lo que acababa de pasar y actuó de la misma forma que yo, no hay quién entienda a mi madre. Intento calmarme y lo consiguió como de costumbre.

Tate: ¿Porqué no nos vamos de aquí?
Tú: Estás loco, a dónde piensas ir?
Tate: Lejos. Lejos de todo esto.
Tú: Sabes que no podemos...
Tate: Tienes razón, alomejor mas adelante.

Empezó a oscurecer, así que cada uno se fue a su casa, ya no había luces afuera, todas las farolas estaban fundidas, y no se podía ver nada, la única luz era la luz de la luna.

Me dirigí a entrar a mi casa, pero había alguien sentado en las escaleras de la casa de al lado, espera...ese era...

Tú: ¿Peeta?