Introducción.

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Los dos eran veloces e inteligentes como un delfín y feroces como un tiburón, bajo el agua.

Cualquiera que los conoce cree que tienen aletas en vez de pies y que nacieron en el océano.

Pedro Figueira y Alejo Igoa eran los nadadores con mejores promedios de sus edad. Sus profesores cada dia se sorprendían más por ver que rompían otro record.

Representando con orgullo a su país, Pedro es enviado de intercambio a Buenos Aires, Argentina; donde seguiría entrenándose para lograr su más grande objetivo en su vida: entrar en el grupo Jóvenes Nadadores, quienes se preparaban para nadar en nada más y nada menos que los Juegos Panamericanos.

Ahi es donde conoce a Alejo: Un argentino malhablado y creído, repleto de tatuajes.

Igoa se convertiría en su peor enemigo, su competencia; su obstáculo para cumplir su sueño.

No dejaría que un chiquillo malcriado con bonitos ojos marrones y blanca sonrisa se interpusiera en su meta.

Y Alejo tampoco permitirá que ese intruso centroamericano, totalmente engreído con labios carnosos y piernas veloces, se meta en su mayor deseo: Competir en los Juegos Panamericanos.

Los dos nadaban muy bien.

Los dos tenían el mismo sueño.

Los dos eran unos campeones de Natación.

¿Quién será el mejor nadador del club? ¿Quién representará al club en Jóvenes Nadadores?

Pedro le demostrará a ese chico castaño, que él era el mejor. Pero Alejo le demostrará a ese chico moreno, que él lo era.

Campeones de Natación (Divalejo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora