Two

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-Te pregunté algo. O ahora aparte de creído, ladrón, botón y pelotudo, ¿Sos sordo?

-Mira, Alejo. No vine aquí para que me insultaran ni aguantarme tus estupideces. Mucho menos vine para verte la cara. Hazme el favor y cállate.

-Bueno, pero contestáme. Te pregunté algo.

Bufó.

-No tengo porqué darte explicaciones. Sólo cállate.

-Pe-ro...-Iba a insistir, hasta que cai en la cuenta de que me trataba como alguien inferior a él. -Eh, pará un poquito. ¿Quién te crees que sos para callarme, flaco?

-¡Que te calles!-Gritó con fuerza. El eco del club vacío me explotó en los oídos. -Tu voz me da jaqueca. Lo único que tienes que hacer es cerrar esa boquita de chupapija que tienes y listo. ¿Crees que podrás?

Abrí la boca incrédulo, mudo de la sorpresa.

Por unos segundos me quedé asi, siendo fuertemente golpeado por lo que me dijo y sin haberlo visto venir. Él se dio cuenta y carcajeó

-Exacto, así. ¿Viste? Sabía que podias lograrlo.-Ironizó.

Su flacucho cuerpo saltó al agua, salpicandome la cara, despertandome del trance en el que habia caído.

-¿Qué mierda te pasa, forro? Cerra el orto, que si yo tengo boca de chupar pija, ni hablemos de vos. Esos labios de petero no te los robo.

Más que enojarse, se rió. Se tentó en mi cara mientras se acercaba con velocidad a donde yo estaba.

-Mi sobrina se defiende mejor, eres patético. Y lo peor es que nunca lo negaste. Wow, de ahora en más te llamaré: Alejo Chupapija Igoa. Y te queda, eh.

Su forma tan descarada y sarcástica que usaba para hablar conmigo me sacaba de quicio. Pero supe disimularla bien.

Sonreí con suficiencia.

-Vos tampoco negaste que te la re comes.

Se mordió el labio y luego ladeó una sonrisa.

-¿Por qué negar algo que es cierto?

Y ahi si, quede pasmado.

-¿Vos te das cuenta lo pelotudo que sos, no?

-Disculpame, pero no entiendo... ¿Qué tiene de malo?

Rodeé los ojos. En verdad le fallaba un poco la bocha. Osea, le confiesa su homosexualidad a alquien que lo odia.

¿Quién en su sano juicio haría algo asi? Siendo la diferencia de orientación sexual una de las mayores causas de abuso en los adolescentes, a nadie se le ocurría contarle a su enemigo algo asi, a la ligera.

No soy tan hijo de puta, no tanto.

Por lo que no le voy a hacer la vida imposible con eso. Pero si fuera otra persona, ya estaria frito.

-Nada, dejá. Solo sabé que sos muy pelotudo y que yo no me la trago. Chau.

Me sali de la pileta, sin ganas de compartir mi único momento de privacidad y soledad, con él.

-Oye, Alejo. ¡Espera!-Oí que gritó.

Pero ya era tarde. La puerta se había cerrado detrás mio y yo seguí caminando, con el objetivo de ignorarlo.

(...)

-Okay, chicos. Las listas de inscripción para Jóvenes Nadadores salen el próximo mes. Y solo uno de ustedes va a poder entrar. Solo el mejor va a representarnos ahi.

Miré a todos con una sonrisa, sabiendo, por dentro, que ninguno tenia chances.

Ya lo veía escrito: Alejo Igoa, nuevo integrante de los Jóvenes Nadadores.

-Pero elegir a nuestro representante no va a ser tarea fácil. Ni crean que se resolverá con una estúpida votación y listo, todos a su casa. No.-Afirmó con advertencia en su voz.

-Si quieren estar en esa lista, tienen que demostrarlo. Se lo tienen que merecer.

Ninguno de los ocho sacaba la mirada de Mariano. Lo observábamos interesados, deseosos por saber qué diria a continuación.

-Chicos, el puesto tienen que ganarselo.

Me mordi el cachete, pensando la enorme dificultad que eso conllevaría.

-Es por eso que decidí armar una competencia entre ustedes. Cada uno deberá luchar por conseguir su meta. El que cuente con el mayor puntaje en las distintas pruebas que les daré, será quien gane y su nombre estará en la lista de inscripciones.

Cuando dijo eso, emoción, esperanza y positivismo llenaron mi cuerpo.

Estaba tan cerca de lograr mi más grande sueño. Papá estaria muy orgulloso de mi.

Él siempre quiso competir en los Panamericanos, pero después de lo que le pasó...

Yo sería quien lo cumpliría, haciendo el sueño de ambos realidad.

-Mañana a primera hora, dejaré las consignas en la entrada.

Asentí con firmeza, preparado para evadir cualquier cosa o persona que se ponga en mi camino.

-Les deseo mucha suerte.

Y que comiencen los juegos del nado.

-Pueden retirarse todos, menos Igoa y Figueira.

Frené de golpe mi andar cuando escuché mi apellido.

Uhg, ¿Y ahora qué?

-Escuchenme bien.-Dijo completamente serio con su rostro ensombrecido.

Retrocedi levemente asustado, recordando cuánto me afectaba que me hablaran en ese tono. Pedro me miró, como diciendo "¿Y a este que le pasa?"

Me abracé a mi mismo y agaché la cabeza, con todas esas horribles imágenes de mi pasado, oscureciendome la mente.

Mariano ignoró mi estado y continuó hablando:

-Si no se empiezan a llevar bien desde ahora, ninguno de los dos va a poder participar en la competencia. Quiero que se pidan disculpas, ¡Ya! ¡Y basta de peleas infantiles! ¡¿Me escucharon?!

Me hundi más en mí mismo.

Asentí en silencio.

-Perdonáme, Pedro. No va a volver a pasar. Perdón.

No me di tiempo a esuchar sus disculpas, pues sali corriendo afuera, sin dejarlos ver mis lágrimas caer sin piedad por mi rostro.

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Holaaaa.

Hoy les traigo un capítulo bastante más corto que el primero. Sepan que todos van a ser más o menos asi. El primero fue más larguito por ser justamente el primero jeje

En fin, ¿Qué les pareció?

Hoy empezamos a descubrir un poco sobre la vida de Alejo, y a lo largo de la historia veremos su pasado, la causa por la que es tan hijo de puta jajajaj

No es asi por nada, ¿Verdad?😉

¿Que opinará Pedro sobre esto? Sobre Alejo en sí. ¿Creen que lo ayudará o se cargará en todo y seguirá con su objetivo?

Recordemos que los dos tienen el ego por las nubes...

Asi que bueno, eso fue todo por hoy. Ojalá les vaya gustando (porque si no, voy a tener que usar mi plan b) y nos vemos en el próximo capítulo.

¡Gracias por leer! 💕

Campeones de Natación (Divalejo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora