Cap 7

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Mayo 2015

Narra Fran

"Recuerdo en estos momentos el olor de la lluvia fresca en el pavimento, tu corriste al bajar del avión"

Hoy era viernes y como nunca, me desperté a la primera vez que sonó mi alarma. Hoy me levanté más temprano de lo normal, debido de que tendría que hacer una parada antes de ir a mis clases a la Universidad que empezaran a las 11 de la mañana. Nada me podría desanimar hoy, ni siquiera la lluvia que había empezado a caer desde la madrugada

Mi papá andaba en un viaje fuera de la ciudad por lo que mi mamá dijo que no iba a necesitar el auto y me lo prestó para poder ir a la Universidad en él, pero yo tenía unos planes antes.

Salí de mi casa en completo silencio, mi mamá había empezado con todas las mierdas de la menopausia, entre ellos, el insomnio, es por eso que había ido a la doctora y ella le había dado pastillas para dormir, y despertaba mínimo a las 10 de la mañana y eran recién las 7:30 am.

Me subí al auto y con cuidado, por la lluvia, emprendí mi viaje, cerca de 20 minutos más tarde estaba en mi destino, que era el aeropuerto. Estaba sentada en una silla, mi mirada se alternaba entre la pantalla que decía "Llegadas internacionales" en donde podía ver que el vuelo proveniente de Sao Paulo, Brasil, había llegado hace 10 minutos y por otro parte, miraba la salida buscando una cara conocida.

Ya me estaba aburriendo, eran cerca de las 8:10 am y aun nada, había salido un montón de gente menos él. Estaba jugando con mi celular cuando por esas casualidades de la vida me da por mirar hacia el frente y lo veo. Sonrió, me paré y guardé mi celular en el bolsillo. Él comenzó a buscar a alguien entre en la multitud y pareció encontrarlo cuando me miró, sonrió a la distancia y por alguna extraña razón, su sonrisa se borró casi al instante. Sacó su celular del bolsillo y empezó a teclear, mi celular vibró en mi bolsillo y lo saqué, era un mensaje de él.

"Afuera esta lleno de periodistas, espérame en las maquinitas en las que se paga el estacionamiento"

Lo miré a la distancia y asentí, luego comencé a caminar hacia la salida, jamás en la vida había visto tanta gente en tan poco espacio. En un momento, coincidí con él en la salida.

- Charles – le dije en un susurro. Estaba un poco asustada porque nunca había vivido algo como esto.

- Sígueme la corriente – dijo él en un susurro también y comenzó a adentrarse en la multitud de periodistas. Estos comenzaron a seguirlo y le hacían un montón de preguntas. Yo por mi parte comencé a tratar de avanzar en esa multitud, en cualquier momento me daba un ataque de pánico, porque casi todos eran más altos que yo y me estaba empezando a faltar el aire.

Cuando pude salir de ahí, corrí hasta las maquinitas y pagué el ticket, a los pocos segundos apareció el Charles corriendo, al parecer había perdido a los periodistas, comencé a caminar rápidamente hasta mi auto. Tiramos la maleta del Charles atrás rápidamente.

A penas estuvimos arriba del auto, salí cagando del aeropuerto. Mi corazón latía desbocado.

- Fran, tranquila, ya paso – dijo el Charles posando su mano sobre mi rodilla, miré mis manos sobre el volante y fui consiente de que estaba apretando más que la chucha mis manos, mis nudillos estaban blancos. Relajé mis nudillos.

- Eso fue horrible ¿Cómo te acostumbras a eso? – le pregunté.

- Practica, supongo – dijo él poniéndose el cinturón de seguridad- Oye, tu no me has saludado – dijo.

- Lo siento, pero es que tuvimos que salir casi arrancando del aeropuerto pero... Hola! – le dije y el sonrió.

Manejé siguiendo las indicaciones del Charles , hasta que llegamos a su casa.

- Vamos, bájate . Te invito a tomar desayuno – dijo él. Yo solo sonreí, estacioné el auto y me bajé. Entramos a la casa y al cerrar la puerta, el Charles me abrazó.

- ¿A que se debe tanto amor? – le dije mientras era apretujada por el.

- Te estoy felicitando, es que aún no puedo creer que hayas sido la nota más alta de tu generación en la prueba de Álgebra – dijo él, yo solo sonreí. En Marzo había entrado a estudiar ingeniería plan común en la Universidad de Chile y me estaba yendo mejor de lo que imaginaba.

Desde que el Charles se había ido hace ya 3 meses, no dejábamos de hablar por whatsapp ningún día, aunque sea para decirnos un "hola", éramos algo así como mejores amigos cibernéticos, él me contaba como iban las cosas con su esposa, como estaban sus hijos y como le había ido en los entrenamientos y en los partidos y yo le contaba de mi triste vida siendo estudiante universitaria. Es por eso que el sabía como me había ido en la prueba de algebra y todo eso, cuando le conté que había sido la mejor nota de la generación se puso hasta más feliz que yo. Estaba tan loco.

Hace unas semanas me dijo la fecha exacta en la que volvería a Chile para jugar la Copa América, y me había dicho que se iba a venir sin la Fernanda y los niños, porque ellos tenían que hacer unos tramites aún en Brasil o algo así. Es por eso que me pidió si lo podía ir a buscar al aeropuerto y yo como entraba más tarde ese día, le dije que si. No le había querido decir a su mamá o a sus hermanos que lo fueran a buscar porque quería darles una sorpresa, ya que hoy, era el cumpleaños de su mamá.

Tomamos desayuno entre risas y estupideces, miré el reloj y ya se estaba haciendo la hora de partir, eso si, antes de irme busqué algo en mi bolso.

- Oye Charles, toma – le dije sacando un pequeño regalo de mi bolso y se lo entregue.

- ¿Y eso? – dijo él entre confundido y divertido.

- Es un regalo, para ti... por tu cumpleaños... - él se paró de la mesa y me abrazó.

- No tenías porque hacerlo, pero aprovechando el momento, yo también tengo algo para ti.

Se dirigió a su mochila y comenzó a buscar algo, sacó una carpeta y posteriormente de esta... un sobre.

- Feliz Cumpleaños atrasado para ti también – dijo entregándomelo.

- Pero Charles, yo estuve de cumpleaños antes de conocerte – dije .

- No importa, solo recíbelo – dijo insistiendo en que lo recibiera. Lo tomé y lo abrí, cuando vi lo que era, se lo devolví.

- No lo puedo aceptar- dije tratando de que me recibiera el sobre de vuelta.

- Claro que si, ahora, ándate que o si no vas a llegar tarde a clases .

Me tomó del brazo, agarró mi bolso y me echó de su casa, cerrando la puerta antes de que me pudiera devolver. Imbécil! Lo había hecho para que no tuviera oportunidad de devolverle su regalo.

¿Qué mierda iba a hacer con entradas dobles para todos los partidos de Chile en la copa américa?


Last Kiss - Charles AranguizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora