Cap 8

608 45 14
                                    



Habían pasado unos días y hoy era el primer partido de la Copa América, en verdad que no sabía con quién ir, estuve unos cuantos días pensando con quien ir hasta que me decidí por un amigo que me había hecho en la Universidad. Su nombre era Javier y el tipo casi se muere cuando lo invité y le dije que tenía entradas para todos los partidos, desde ese momento anda diciendo que yo soy su mejor amiga o algo así.

Después de clases nos fuimos a la casa de él ya que vivía cerca del estadio, yo iba algo abrigada ya que el invierno se acercaba y era algo por no decir "muy" friolenta.

- Te juro que aún no sé cómo conseguiste esas entradas – dijo Javier mientras vegetábamos en el sillón de su casa. – Yo creo que... o eres narco, o las robaste.

- No las robe – le dije fingiendo indignación – y tampoco soy narco. Lo que pasa es que ...- me quedé en silencio un momento, no sabía si contarle o no de mi relación de amistad con el Charles, como que no quería que la gente supiera eso porque siento que se acercarían algunos oportunistas. Aunque el Javier era demasiado buena onda y cariñoso conmigo y eso me molestaba un poco porque yo no era muy de piel y no me gustaba que la gente me tocara. De hecho, tenía algunas compañeras que siempre me decían que yo le gustaba al Javier pero yo siempre les decía que era mentira, no se si porque era muy pava para notarlo, porque todos parecían notarlo menos yo, o porque en verdad no pasaba nada. – Mira, prométeme que no le contaras a nadie esto.

- ¿En verdad eres narco? – dijo él, le pegué un charchazo en la cabeza. Era un estúpido.

- No , imbécil. Soy amiga de Charles Aranguiz – dije así sin más.

- ¿Qué? –exclamó - ¿En serio? – asentí -¿y porque nunca me lo habías dicho?

- Creo que es algo que no se lo andas diciendo a cualquiera – dije.

Después de explicarle mi rara manera de conocerme con el Charles y nuestra extraña relación, emprendimos nuestro camino hacia el estadio, ahí supimos que las entradas eran preferenciales y que estaríamos con todas las familias de los futbolistas. Cuando divisé a la Fernanda, agarré al Javier del brazo y lo tiré al lado contrario de donde ella estaba, no quería que me viera, eso podía traer problemas innecesarios para el Charles y para mi.

El partido comenzó y yo me moría de aburrimiento, o sea, había sido bacán eso de cantar el himno, estaba terrible de prendida al principio, pero después el partido se empezó a poner medio fome y yo me empecé a aburrir, mas encima que no era muy fanática del futbol. El Javier gritaba a cada rato y yo estaba chata ¿Por qué chucha era tan gritón? ¿Y porque mierda le daba órdenes a todos los jugadores? Como si ellos lo fueran a escuchar y a hacerle caso. Mi vista casi siempre estaba fija en el Charles, cuando no se me perdía o se me confundía dentro de la turba de jugadores, en verdad no cachaba mucho de futbol, pero según yo... él estaba jugando muy bien.

Al final, aún no sé cómo, ganaron 2-0, el partido era contra Ecuador, todos parecían muy feliz y yo también lo estaba, era una sensación muy linda, muy bacán, como de satisfacción y orgullo. Con el Javier salimos del Estadio e íbamos conversando del partido y de los mejores momentos de este. Cuando salimos ya no había casi nadie porque decidimos esperar a que la mayoría de las personas se fueran, ya que habían miles, además aprovechamos de comer algo y de pasar al baño.

- La pasé muy bien Fran, en serio muchas gracias por pensar en mi e invitarme – dijo cuando íbamos de vuelta a su casa

- Es que en verdad no sabía a quien más invitar y como tu siempre andas hablando de fútbol y partidos, pensé en invitarte a ti – dije sin importancia, porque para mi no la tenía. Lo había invitado porque en verdad no tenía nadie más con quien ir. Mis amigas del colegios estabas ocupadas y mi papá había salido de nuevo en uno de sus viajes de negocio y mi mamá... no vendría ni aunque le rogara, siempre decía que los partidos la ponían nerviosa y más encima mi papá le había metido en la cabeza la loca idea de que era mala suerte que ella viera los partidos, porque siempre estaba la casualidad de que cuando ella miraba un partido, Chile perdía, pero eso era una mera coincidencia o quizás mala suerte.

- Gracias, en serio – dijo acercándose a mi peligrosamente. Yo comencé a retroceder.

- Eeeeh, de nada – dije y volví a caminar hacia el paradero más cercano. Se hacia tarde y debía llegar a mi casa porque mañana tenía clases. Una mano alrededor de mi brazo hizo que detuviera mi marcha.

- Oye – dijo el Javier, poniéndose delante de mí nuevamente. Comenzó a acercarse de nuevo, comencé a ponerme nerviosa, ¿acaso me iba a dar un beso o que? ¿Acaso eran verdad todos esos estúpidos rumores de que yo les gustaba? Jamás le había dado un beso a nadie y eso me ponía nerviosa y de ninguna forma quería que el fuera mi primer beso, porque era mi amigo y no quería arruinar la relación que teníamos, aunque creo que de igual manera él la está arruinando lanzándoseme así porque es obvio que con lo tonta que soy, le voy a hacer el quite de aquí a que me muera. Estaba pensando en la remota posibilidad de que empezará a temblar ahora o que viniera el acabo de mundo cuando un bocinazo me hizo salir de mis pensamientos.

El Javier se separó de mi abruptamente, gracias Señor por tanto, perdona por tan poco. Un auto se paró cerca de nosotros, tenía los vidrios polarizados así que no podíamos ver quien estaba en su interior, hasta que comenzó a bajar los vidrios. Ahí pude distinguir al Charles.

- Hola Charlie – dije alejándome del Javier y acercándome al auto de Charles, él tenía el ceño fruncido.

- Hola Fran, me alegra verte – dijo enfocándose en mí y regalándome una sonrisa . Luego enfocó su mirada en el Javier- Y veo que viniste con un "amigo" – dijo de una manera extraña.

- Eh si, Charles, te presento al Javier, él es mi compañero en la Universidad – le dije. El Javier se acercó al auto y metió su cabeza por la ventana para poder estrechar la mano del Charles.

- Gusto en conocerlo Charles, es decir Don Charles, es decir... Señor Aranguiz – dijo tartamudeando y de forma nerviosa. Solté una risa, era un imbécil.

- Igualmente – dijo el Charles con su cara habitual de inexpresividad. – Oye Fran ¿Vas para tu casa? – dijo desviando su atención del Javier y volviéndola a poner en mi. Asentí. – Bacán porque ahora voy a la casa del Edu y te puedo pasar a dejar.

- Bacán – dije – Bueno, Chao Javier, supongo que nos vemos mañana – dije haciéndole una seña mientras me subía al lujoso auto del Charles. Cuando el auto aceleró, suspiré, literalmente había sido salvada por la campana. – Oye, se que sabes que no sé mucho de futbol, pero pienso que jugaste bacán- le dije. El soltó una sonrisa, se veía demasiado tenso.

- Gracias, supongo. Oye... ¿Qué onda entre tú y ese weon?- soltó de la nada

- Ninguna onda po, solo somos compañeros de u y se podría decir que amigos, igual no lo conozco desde hace tanto para decir eso. – le dije. El solo asintió y cambió el tema.

El resto del camino solo estuvo lleno de conversaciones triviales. Cuando llegamos a mi casa, el Charles se bajó y me abrió la puerta del auto, no sé de donde había salido tanta caballerosidad.

- Bueno, adiós – dije haciéndole seña con la mano y avanzando hacia mi casa, pero el me tiródel brazo y estrelló sus labios contra los míos.

____________________________________________________________________

*inserte algo interesante aquí*

En verdad no se que decir , solo he andado de doctor en doctor porque moriré rieogjiorjgoire eso, adios


Last Kiss - Charles AranguizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora