La ayuda brindada por Fabiola fue realmente buena para ______. Con nuevas ideas, se dedicó a hacer un plan para conquistar al chico de sus sueños. Esta vez no buscaría a alguien para darle celos. Eso no le funcionó nunca porque a Justin literalmente no le importaba lo que hiciera la pequeña de los Butler. Sólo había sentido pánico por ella cuando la salvó del carro que casi la mataba, pero eso había sido porque era la hermana de su mejor amigo. ______ estaba segura de que si hubiera tenido otro apellido, él ni siquiera la hubiera ido a ayudar.
Sentada en la biblioteca comenzó a hacer un plan para las clases. Lo primero que tenía que hacer era desarrollar en Justin el romanticismo. Y eso sería difícil, porque de lo único que Justin hablaba con pasión era del Fútbol. Suspiró, leyendo los libros que le había dado Faby. Justin la encontró suspirando y al borde de las lágrimas.- Epa ¡____! – dijo en un tono de voz tan alto que la sobresaltó. La bibliotecaria le hizo una seña con el dedo para que bajara la voz. Justin se sentó pidiendo disculpas, momento que _____ aprovechó para secarse la cara.
- Justin – susurró- debes ser algo más discreto – el sonrió –nos correrán de aquí.
- Lo siento – la miró a los ojos – ¿Estuviste llorando?- No… bueno en realidad es que me he emocionado – él sonrió.
- ¿Estabas viendo algún libro sobre la historia del Fútbol? – Ella viro los ojos.
- Claro que no, gafo – dijo seria – estoy tratando de hacer un plan de clases para ayudarte con tu problema – se acercó un poco más porque la bibliotecaria recorría el pasillo donde se encontraban.
- ¿Ah si? – dijo él acercándose más. _____ podía ver lo profundo de sus pupilas - Y dime ¿qué es lo que estás leyendo?- Pablo Cohelo – él hizo cara de asco – no hagas esa cara, porque esta será tu tarea durante los primeros días.
- ¿De qué me estás hablando ______? – subió el tono ve voz.
- Niño – dijo la bibliotecaria – si no bajas la voz, te echo.- Disculpe usted señora – la miró - ¿De qué estas hablando? Yo no leí poesía antes, no lo haré ahora.
- ¡Basta! Por eso eres tan bobo e insensible y poco romántico.
- ¿Si? ¿qué te hace pensar en eso?
- A ver Justino… dime algo bonito – él la miró – ¿Eres capaz de decirme algo halagador?
- Primero que nada no me digas "Justino", y segundo claro que soy capaz – estaban bien cerca. Ella le hizo un gesto con los ojos que confundió a Justin. Ella nunca había hecho eso.
- Estoy esperando Justin – dijo en una voz algo coqueta, y le sonrió.
- Bueno… - respiro – tienes una linda manera de correr para jugar fútbol – ella le pegó con el libro.- ¿Te diste cuenta que eres de lo peor? – él la miró.
- Es un bonito halago – dijo ofendido.
- Pero yo me refería a un halago de mi persona, ¿cómo quieres conquistar a una chica si le hablas de fútbol?- bueno tú me dijiste…
- ¿Es que yo no te parezco atractiva? No tengo bonitos ojos, linda sonrisa, un buen trasero.- ¡_____! – dijo rojo – ¿cómo crees que voy a mirarte de atrás?
- Bueno, eso es lo que las muchachas quieren, que tú le digas cosas bonitas sobre sus
atributos físicos o sobre su personalidad.- ¿porque no me enseñas en vez de regañarme? – ella se acercó a la cara de repente, sorprendiéndolo. Volvió a hacer la mirada seductora y acercó su cabeza al hombro del joven.
- Justin – él la miró –¿Te han dicho que tienes los ojos mas extraordinarios del mundo? – el asintió sonriendo.
- Si, todo el tiempo…
- ¿Pero sabes qué? lo que nadie te ha dicho es que si alguien mira en tus ojos, detenidamente, puede ver la clase de persona que eres.