Re: Inicio en un nuevo mundo.

CAPÍTULO IV: Encuentro

Al día siguiente Reiden es levantado por Belfegor a una hora tan temprana que ni siquiera el sol se ha asomado por el horizonte.

Belfegor le tira un balde de agua helada a Reiden y le grita: "¡Levántate! ¿acaso estás son horas de dormir para un guerrero demonio? ¡ponte de pie, AHORA!", Reiden se levanta disparado más por el agua helada que por los gritos de Belfegor, lo mira algo confundido, pero al instante se da unos golpes en la mejillas con ambas manos, sacude la cabeza y grita: "¡Si señor!", Belfegor le dice: "¡Cámbiate ahora mismo, hoy comienza tu entrenamiento!", al instante Reiden va por la ropa que había dejado en una silla al lado de la cama, pero observa que esta no está y le dice a Belfegor: "Este.. mi ropa no está", Belfegor responde: "Claro que no está, esa no es la ropa de un guerrero, toma, ponte esto" –le entrega un viejo pero bien cuidado kimono-, Reiden estira la mano para recibirlo y cuando lo tiene entre los dedos el kimono cae al suelo arrastrando a Reiden con el. Reiden dice: "¿qué es esto?¿por qué pesa tanto?", Belfegor responde: "Ese era mi antiguo kimono, lo usaba cuando mi padre me entrenaba, es una vestimenta digna de un guerrero demonio, ¡ahora póntelo y vamos a darle inicio a tu entrenamiento!", Reiden reclama: "¿No crees que es algo exagerado que use esto? Es decir, es mi primer día, ¿no debería aprender poco a poco?", el semblante de Belfegor pasa de ser una cara seria a una cara completamente enojada, al instante le da un golpe a Reiden que lo hace volar por la habitación y darse un fuerte golpe contra la pared, entonces le grita: "¡Qué clase de actitud es esa!¡Con esos pensamientos nunca llegarás a nada!, ¡A partir de hoy me dedicaré a hacerte la vida imposible, voy a enseñarte lo que realmente es sufrir!, ¡ahora ponte el kimono y sígueme!". Reiden se levanta algo adolorido, mira a Belfegor con una cara de enojo pero esto no dura mucho, él lo entiende, si quiere volver a ver a su madre tiene que volverse mucho más fuerte de lo que es, sólo así podrá ayudar a Belfegor y sólo así podrá hacer justicia, Reiden se pone el kimono y sigue con dificultad a Belfegor fuera de la cabaña.

Ya fuera Reiden observa como Belfegor tala varios árboles usando sólo una mano y su hacha, casi al momento le dice: "Esta será tu primera tarea, los árboles ya están talados, muévelos a la espalda de la cabaña, córtalos y acomódalos como leña". Reiden lo ve como si fuera un chiste y dice: "¿Es broma verdad?, son árboles de más de 3 metros, ¿cómo podré moverlos yo sólo?, ¡Es imposible!", al instante Belfegor le da un duro golpe a Reiden que lo hace volar unos metros e impactar fuertemente contra un gran árbol y le dice: "Cada vez que te des por vencido o digas que algo es imposible te golpearé, y cada vez será más fuerte. ¡No puedes rendirte sin siquiera intentarlo, es lo más estúpido que puedes hacer!", Reiden se levanta adolorido y le reclama: "¡Puedo entenderte sin necesidad que me andes golpeando!". Belfegor le responde: "¡NO!, esta es la única manera en como te voy a entrenar, si no estás de acuerdo te quito mi alma y te mueres, ¡así de simple!". Reiden se enoja, lo ve fijamente a los ojos y dice: "Como sea". No pasa mucho tiempo, se levanta, se soba la espalda producto del dolor que le causó impactar con el gran árbol y comienza a trabajar, ve al enorme árbol con unos ojos de esto es imposible, voltea a ver a Belfegor esperando que todo sea una broma, pero lo único que obtiene es una mirada de dime algo y te golpearé aún más fuerte que la última vez. Asustado voltea rápidamente, toma aire profundamente, da unos pequeños e innecesarios estiramientos y da inicio a su labor. Primero observa el árbol desde la parte que cortó Belfegor, se pone en posición de sentadillas, hunde las manos en la tierra bajo el árbol y con un enorme esfuerzo logra levantarlo un poco, al instante lo suelta y se dice a sí mismo sorprendido: "¿qué? Este árbol debe pesar más de 100 kilos, ¿como es posible que lo levante?¿será este el poder demonio del que me habló Belfegor? De ser así esto va a ser mucho más fácil pero igual debo tener cuidado, si me exijo demasiado parte del alma que poseo puede lastimarme". Con una enorme sonrisa vuelve a insertar las manos bajo el árbol, esta vez suelta un fuerte quejido mientras arrastra el enorme árbol apenas unos centímetros, lo deja caer, suspira profundamente y con la misma determinación de antes lo vuelve a levantar para arrastrarlo esta vez unos centímetros más que en el intento anterior, pasa alrededor de una hora y Reiden a penas va a la mitad del camino, sin embargo a pesar de estar enormemente cansado, aún conserva su gran determinación y no se da ni un sólo segundo de descanso, lo único que pasa por su mente son sus irremplazables palabras de aliento -puedo hacerlo, puedo hacerlo, puedo hacerlo-.