1. Begin

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No cabía en mi emoción, aun no podía creer que esto estuviera sucediendo pero así era y mi corazón latía tan desbocado que amenazaba con salirse de mi pecho. Frente a mi estaba el que seria mi nuevo hogar, la compañía musical para la que tantas veces audicioné sin conseguir resultados favorables. Pero el momento por fin había llegado y ahora solo debía prepararme para todo lo que empezaría vivir.

Mi nombre es Emily Ferrari, tengo 23 años y soy de Venezuela, de Caracas para ser exactos. Amo el kpop y toda la cultura coreana pero por sobre todo amo la musica y cantar es lo que me llena de vida. No soy una bailarina experta pero me defiendo en las fiestas, me encantan los ritmos tropicales y la salsa es mi favorito.

No puedo decir que soy delgada anoréxica como las coreanas, tengo el cuerpo estándar de una latina. Mis senos tienen buen tamaño y mi trasero igualmente, sin exagerar claro está y soy delgada pero con curvas en los lugares ideales. Me amo como soy y no me gustaría que al pisar la compañía, me impusieran como regla, adelgazar hasta desaparecer.

Tengo muchos sueños y esperanzas de lograr algo grandioso en este país, en este nuevo estilo de vida y esta industria musical tan diferente a la americana. Solo esperaba tener la suficiente fuerza y resistencia para afrontar todo con la cabeza en alto.

Puse un pie dentro de la BigHit y me recibió una chica que parecía estar encargada de los nuevos aprendices, yo estaba junto a otros seis chicos y chicas de todo el mundo, parecíamos unos gatitos indefensos. En nuestros rostros había miedo e incertidumbre pero también había mucha emoción. La chica que nos guiaba, hablaba en un ingles fluido y nos mostraba las áreas mas importantes del edificio. Agradecía en este momento, el tedioso curso de ingles que mi mama me obligó a tomar cuando aun estaba en vacaciones.

La joven, nos dejó frente a la oficina del PD Bang Si Hyuk y nos pidió esperar. Las horas pasaron lentas en demasía, nos hicieron firmar un documento que era una especie de contrato con la compañía para pasar a formar parte oficial de los trainers. Nos ubicaron en un edificio viejo y en un apartamento mínimo, estábamos todos los extranjeros en el mismo lugar y solo habían dos habitaciones, una era para los 7 nuevos, o sea nosotros y la otra era para un encargado de llevar nuestro horario. Podría decirse que fungía como mánager.

Nos acomodamos como pudimos y cada uno tomó una litera en la reducida habitación, hablamos un poco para conocernos y ya el ambiente no era tan incomodo. Me cayó muy bien un chico que era de Argentina y con el cual podía hablar en español, me dijo que su familia no lo apoyaba en esta locura y que se vino de su país aventurándose. Yo le comenté que mi madre no estaba tan de acuerdo al principio pero al final cedió y me dejó venir por mis sueños. Aparte había una chica de Italia que era súper amable y realmente tímida, me recordaba a los grupos de rookies femeninas, todas inocentes y penosas.

El que seria nuestro mánager, así lo llamaré de ahora en adelante, nos avisó que seriamos separados en dos apartamentos el día siguiente. Las chicas permanecerían en este y los chicos se irían al del lado. También nos pidió que nos acostaramos temprano y que descasaramos lo mas que pudiésemos puesto que nuestro tiempo libre acababa de finalizar, el siguiente día empezariamos a trabajar arduamente para ganarnos un puesto en la compañía.

Tomé la litera de arriba y sin mucha pena, me cambié frente a todos mientras aun platicaba con algunos, después de un rato, subí a mi cama y me metí entre las sabanas. No iba a decir que el viaje no me afectó y que estaba súper activa pero me sentía tan emocionada por lo que sucedería el día de mañana que sinceramente no sabia si iba a poder conciliar el sueño.

No se cuanto tiempo pasó mientras revisaba mi móvil y hablaba con mi mamá acerca de como me había ido hasta ahora, solo se que las luces de la habitación compartida, se apagaron y que minutos después escuché un ligero ronquido de uno de los chicos, por suerte no tendría que escucharlo por el resto de mi vida como aprendiz. Dejé el celular a un lado de mi almohada y me dispuse a llamar a morfeo que por suerte había respondido bastante rápido.

Dance Partner - Jung HoseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora