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Su sobrino. Era su jodido sobrino y yo imaginando que era su novio, estaba casada y tenían veinte mil hijos. 

Brooke término por molestarme todo aquel día y el siguiente y el siguiente y así. Hasta que le suplique que lo superara. Ella término por chantajearme con que le diera unas papas fritas gratis. Sabía como hacer negocios que la beneficiaran.

Vino todos los días siguientes, algunas veces la acompañaba a comer, mientras Jesse me reemplazaba. La conversación fluía rápido con Brooke, al igual que el tiempo y algo ofuscado iba a hacer mi turno, con el sonido de su risa y la imagen de ella riendo en mi mente. Note que cuando reía, sus hoyuelos se marcaban tan adorablemente, que ganas de besarla en las mejillas y apretárselas no me faltaban.

El Jueves, vino por la tarde, solo que está vez llego sola ya que los días anteriores había venido con su sobrino (si, el que confundí con su novio) y otras veces vino con su sobrinita, ya que después de el jardín de infantes, ella venia a comprarle un helado. Recordé perfectamente la conversación con la pequeña, en donde Brooke se avergonzó hasta el punto que corrió del local apenas mirándome a la cara.

"— Brooke solo quiere venir, por que me dijo que quería ver al chico de la caja, lo del helado es una excusa" — Hablo con su boca manchada con helado de chocolate.

"—Eso no es verdad" — Brooke prenunció incomoda mientras un color rojizo comenzaba a apoderarse de sus mejillas.

"'—¡Mamá dice que mentir es malo, Brooky!"

"—¿Sabes? Recordé que tengo que alimentar al gato y no quiero encontrarlo desnutrido. — Se dirigió a mi mientras recogía sus cosas.

—¡Pero si ni siquiera tenemos gato! — Frunció el ceño la pequeña Taylor.

— Bueno, ahora lo tendrás... — Alcancé a escucharla murmurar. Tomo a su sobrina de la mano — Adiós Jin, nos vemos mañana. — Balbuceo rápidamente y se fue, con Taylor despidiéndose con su manito. Solo atine a reírme y devolverle el gesto.

Ella era una locura, pero la mayor locura, era lo que estaba sintiendo por la chica Mc'Donalds, ya que por cada momento que pasaba con ella, me robaba el corazón un poco mas.

Al día siguiente, Brooke llegò acompañada de su libro. Una nueva portada relucía y mire atentamente cual era el texto que la tenia tan concentrada. "Falling for the Ghost of You". Negué con mi cabeza divertido, otra lectura romántica, pensé, mientras trataba de concentrarme en atender el pedido.

Una vez que termine de atender a al chico que exigía su Big Mac doble, una promoción que tuvimos hace un mes. Algo estresado, por que quería ir a hablar con Brooke, le explique que ya no estaba esa promoción. Finalmente se fue e inmediatamente llamé a Jesse quien había llegado recién a hacer su turno para que se quedará unos minutos en la caja. El dirigió su mirada hasta Brooke, quien con una sonrisa burlona, acepto. 

Fui hasta la cocina y robe una hamburguesa. La favorita de Brooke. "Un cuarto de libra con queso" junto con una bebida. Busque un papel y con un lápiz que tenia sobre mi oreja, escribí una pequeña nota.

"Un cuarto de libra con queso, de parte del chico de la caja :)

J".

Me acerqué hasta la mesa, en donde ella aún mantenía sus ojos atenta al libro.

— Servicio a la mesa señorita Brooke. — Hable, sobresaltándola.

Deje la comida sobre la mesa, recibiendo una mirada de agradecimiento por parte de ella. Cuando llegué a mi puerta de trabajo, mire a su dirección, donde se me quedo mirando. Y no rompí la conexión.

— Gracias... — Leí sus labios a lo que guiñe mi ojo, recibiendo un sonrojo por parte de ella. Amaba tener ese poder en Brooke.

Mas tarde, cuando dieron las ocho de la tarde y había terminado mi turno, Brooke aún seguía aquí, sorprendiéndome. El local se lleno de gente todo el resto de la tarde, que ni me entere que Brooke aún seguía aquí. Me acerqué, despeinando mi cabello, cuando estuve detrás de ella me aproxime hacia su oreja.

— Buuh — Murmuré y ella me miró rápidamente, tanto que por la cercanía, su boca quedo tentativamente a centímetros de la mía. Mire sus ojos avellanas, nublados con una capa de lágrimas.

—¡Zane es Aiden! — Chilló limpiando sus ojos. La mire sin entender. — ¡En el libro! 

— Ooooh, lo lamento mucho... — Dije, sin saber que decir.

— Dios, voy a morir. ¿Como le hace eso a Violet? ¡Todos los hombres son iguales! — Lanzó el libro a la mesa.

¿Es que acaso andaba con el periodo? Mamá me advirtió de esto muchas veces, lo que me aconsejo fue correr, antes que desataran toda su furia contra mi. Pero al parecer, yo ya estaba siendo victima de la depresión de Brooke debido a un libro. No me molestaba, en absoluto.

Me senté frente a ella y tomando sus manos, me confesé.

— Yo quiero ser diferente. 

McDonald's Love- BTS/Jimin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora