Mi familia. Mi sangre.
Esto, definitivamente, no me lo esperaba.
Pero igualmente estoy orgullosa de ti. Nunca me imaginé que atacarías, por esa misma razón, me encontraste sin defensa.
Después del vomitó de insultos hacia mí solo lloré, pero tú y tu hermana solo dijeron: «Pero no es para que te lo tomes a mal». ¡Claro! porque soy yo la que está mal y mal interpreta lo que le dicen.
Soy yo. Soy yo el problema. ¿O es mi madre? ¿o mi padre? ¿o son mis amigos?. ¡Pero por Dios! seguro que soy yo. Apuesto mi vida a que soy yo el problema.
Fué un golpe bajo.
No recuerdo mucho de lo que me dijeron, tú y tu hermana, pero hay algo que me quedó grabado.
«Tu madre tiene la culpa, por enseñarte mal. Tú no tendrías que ser así». O eso fue lo que mi mente quiso suponer.
Creo que les enoja que... en realidad no lo sé, no se que es lo que las tenía tan enojadas para decirme eso.
Pero cada vez me doy cuenta de que eso me sirvió y me servirá.
Quiero vivir, algo que ellas no están haciendo.
Quiero viajar y conocer lugares nuevos, algo que ellas no están haciendo.
Podré crecer y finjir que olvide su vomitó de insultos hacia mí.
Yo soy yo, y ellas... una copia más del montón.