Enamorada es estar ciego.
Ciego de amor.
Algo duro de afrontar, pero cierto.
Estás a punto de golpearte con lo más duro, el suelo. Porque después de flotar entre las nubes, queda lo más obvio, caer.
Pero tú dices que no dolerá porque él (o ella) te ayudará a no golpearte, o lo intenta.
Después de un tiempo ves la salida. La salida de este raro enamoramiento.
Con pros y, lo que siempre se lamenta, contras.
Pero esto es así.
Cuando dos personas se juntan; las dos personas dan de sí para la relación y cuando ya no aportan nada, es mejor separarse.
Para no salir "lastimado"... pero todo es un engaño. No puedes decir: «Ya no voy a llorar por él/ella», de sufrir sufrirás.
Y los sentimientos son así, no te salva ni tu propia vida.