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👨
Allen

La brisa de la noche impacta contra mi cara, a pesar de que ya es muy tarde me siento mas despierto de lo normal, el sueño ni siquiera ha reparado en mi.
Me llevo nuevamente el vaso a la boca y bebo un trago, el liquido ingerido ya empezaba a hacer efecto en mi cuerpo, aun no me sentía ebrio pero no estaba muy lejos de estarlo.

No lo deseaba pero lo necesitaba.

Volver a esta ciudad solo me ha traído recuerdos, dolorosos recuerdos.
Me pregunto que habrá pasado en mi ausencia, ¿estarían bien?, ¿seguirían odiandome?

No había manera de saberlo.

Por esa razón me fui, porque nunca volví a saber de ellos y todo por mi culpa.
Si algún día en un futuro no muy lejano llegan a inventar las maquinas del tiempo lo primero que haría seria viajar al pasado y no para cambiar cosas, volvería para darme una muy merecida paliza.

-Hay una grande en "la tierra de nadie"- informa, me doy vuelta solo para verlo.

-No tengo nada que hacer en ese lugar.

-¡Oh, vamos!- exclama con los brazos al aire- en algún momento tienes que regresar.

-Ya no es de mi interés Fabio, ya no tengo nada que hacer ahí- de nuevo me doy la vuelta, contemplo la ciudad, por lo general es a esta hora que los automóviles dejan de circular y permanece desierta hasta el amanecer del día siguiente.

-Me ha llegado el rumor de que tal vez esté ahí- articula, rodea mis hombros con un brazo, sigo mirando a la nada sin responder- se que quieres hablar con el...

-El no va a escucharme- interrumpí.

-Pero al menos lo habrás intentando- suspira- si decides ir, ya sabes en donde encontrarme- se despide dando cortos golpes en mi espalda y desaparece por la puerta del balcón, lo último escucho es la puerta de su dormitorio cerrarse.

Me alegra que nuestra amistad perdurará aun después de lo que paso. Fabio y Pia son los únicos amigos que me quedan, no he hecho el esfuerzo para relacionarme con mas personas porque en realidad no soy mucho de hacer amigos tan fácil, ellos lo saben muy bien.

Mire el reloj de mi muñeca comprobando la hora, si decidía ir ahora conseguiría entrar en la ultima vuelta y tal vez me toque la suerte y pueda competir con el.

La gran oportunidad de hablar con Dan se encuentra frente a mis ojos.

Quiero recuperar nuestra amistad, quizá no sea la misma pero me alegraría mucho que volviera a ser mi amigo.
No lo pensé mas me di la vuelta entrando a la habitación, busque las llaves de mi coche y salí. En minutos ya me encontraba en caminando en busca de mi coche, lo había dejado en un estacionamiento público horas atrás.

Sería la primera vez que mi nuevo bebe correría, me emocionaba sentirlo derrapar sobre el asfalto.

La tierra de nadie es un lugar en un barrio a las fueras de la ciudad en donde se realizan competencias ilegales de autos, motos o cualquiervehículo que alcance la minima de 120 kilómetros. No hay seguridad, no hay policías y todo absolutamente todo es contra las reglas.

Siendo apenas un niño me adentre al mundo oscuro donde la violencia abundaba y la mala vida era un lujo para aquellas personas que solo buscaban tener todo acuesta de lo que fuera. Estar rodeado de personas peligrosas me convirtieron en alguien diferente y el niño de la linda voz y el peinado formal ya no queda nada, la vida me golpeo muchas veces de la peor forma sin siquiera tenerme compasión.

Aprendí a conducir a los diez años en un coche que un tipo seguramente había robado, en ese entonces no tenia idea de a donde me llevaria todo eso,desde ahí supe que la adrenalina era lo mio. Era un corredor casi experto y uno de los mejores pero tuve que abandonarlo para volver a ser normal y no tirar a la basura mi vida por algo que seguramente me llevaríaa la ruina.

Voto De Silencio © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora