9-La bruja roja

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En un tranquilo bosque de pinos, había una cabaña muy linda adornada con muchas rosas, con sus flores enormes de color rojo sangre. La cual una chica jóven (aparentaba unos 20 años mas o menos) las regaba con mucho cariño, ella tenia un cabello colorado, ojos de un azul espectacular, de piel blanquita y a su rostro lo adornaban unas pecas que la hacian ver preciosa.
Una bandada de cardenales que cantaban a la vez, adornaban los árboles de rojo y amarillo brillante, en conjunto creaban un paisaje espectacular.
De la nada un fuego verde claro salieron los cuatro guerreros cansados, pero las llamas comenzó a propagarse entre el bosque, y esta jóven muchacha miro preocupada a la vez que levantaba su mano derecha extendiendo su Palma en dirección a ellos, su cabello rojo se levantaba lentamente, entonces el fuego que transportó a los muchachos se consumio rápidamente. Cuando termino de consumirse la muchacha gritó de alegría
-"VICTOOOOORRR" gritaba mientras corria a sus brazos

-Hola Rous, ¿como andas? Pregunta Víctor cansado pero alegré, como si no viera hace tiempo.
Pero la muchacha le cambió rotundamente el rostro, y le dio una bofetada.

-Cuantas veces te dije, que no te vayas por tanto tiempo sin venir a visitarme, te oídoooo-. Vocifero.- Aiii pero no me puedo enojar con vos mi amor-. Rápidamente la abrazo colmandolo de besos.

-Siempre igual de loca, eh brujita-. Se burló Juan mientras caminaba hacia ellos. Pero la jóven peliroja lo sujeto por el cuello despegandolo del suelo con total facilidad. Sus ojos se tornaron negros por completó, su cabello comenzo a elevarse otra ves, el cielo se ponia tormentoso, y su voz sonaba endemoñada.

-Ya te dije mil veces que no me llames loca.

-Eee...staaa bi...eeenn-. Afirmó Juan con mucha dificultad ya q se le cortaba la respiración, de tanto que apretaba Rous.

-Excelente, vamos a tomar un poco de té-. Dijo cuando soltó a su presa, se dirigió a su cabañita entre brincos y tarareos, mientras las nubes se dispersaban una por una.

-¿Quien es ella?-. Pregunto Dante desconsertado por lo que acababa de ver.

-Ella es Rous una bruja roja que encontré cuando era solo un bebé, la crié como si fuese mi hija, y nos ayudo a localizar en que cuerpo estaría tu espiritu-. Contestó Jonás entre risitas.

-¿Y cuántos años tiene?. Pregunto curioso Dante

-Mmmmm si mal no recuerdo, 1300 años-.

Automaticamente abrio los ojos como platós completamente asombrado de lo bien que se mantenía la jóven.

-¿Osea que vos y Rous soni inmortales?

-No inmortales no, simplemente el tiempo transcurre mucho mas lento para nosotros.

Una ves dentro de esa cabaña que era mucho mas extensa por dentro, Rous les sirvió una tasita de Te a cada uno, con una sonrísa encantadora.

-Veo que encontraron a Dante-. Observó la bruja.

-Sí nos costo descubrir que era el realmente-. Aclara Victor.

-Hola, yo soy Rous, la mejor bruja de todo el mundo.

-Buuee,¿la humildad donde nos la olvidamos?- Dice Juan burlandose sin escasamente.

-Dónde me voy a olvidar los trositos de tu cráneo-. Contesto con una sonrisa amable aquella peliroja, pero aun asi él tembló y pego un sorbo largo a su tasa de tè.

-Hola yo soy Dante. Se presento cordialmente, aunque en un segundo se sintió un tanto estupido ya que ella sabia todo de el seguramente

-Y bueno ¿que puedo hacer por vos papi? Le dijo a Jonás mientras se sentaba en el regaso de Víctor, mirando a su "padre" de forma desafiante.

-Necesitamos qué convoques al Ejército celestial una ves mas, se aproxima una feroz batalla-. Le dijo Jonás frunciendo el seño.

-De acuerdo, necesitamos mover la pérgola de lugar-.

-No será posible, Gonzalo ya la localizó y sospechó que la estam custodiando muy bien-. Dijo Víctor cruzando su brazo por la cintura de aquella hermosa chica.

-Me imaginó que ya sabran el ritual para abrir la prisión-.
Penso en voz alta Rous.

-Seguramente sí, por eso tendremos que dirigirnos ni bien podamos hasta ella-. Acoto Juan, como queriendo ser parte de esa charla.

-Nadie te pregunto zoquete-. Rugio la peliroja.

"¿Porqué se llevarán tan mal?" pensaba Dante.

-Esta noche todos ustedes descansarán acá, sin protestas, despues de todo mis gargolas custodian el bosque-. Señalo, casi obligándolos a quedarse.

Luego de unas horas la Luna comenzó a resplandeser en el cielo dejando el sol en el horizonte. Dante se sentó en una gran roca pensativo, pero pasado un rato llegó Victor a hacerle compañía.

-¿Porque se llevan tan mal Juan y Rous?-. Le pregunto a su Guardian.

-Es qué, son muy buenos amigos, siempre estan peleando pero en el fondo se quieren mucho. Le respondio Víctor con voz suave a la vez que Juan salio despedido por la ventana con un trozo de carne en la boca.

-ESA ERA LA COMIDA ESPECIAL DE VICTOR, MALDITA BOLSA DE PUS-. Gritaba Rous que salia detras de el con un sarten en la mano.

-Y ESTA MUY RICA, QUE SUERTE QUE ME LO ESTOY COMIENDO ANTES QUE ÉL-. Restruco Juan a los gritos como provocándole. Provocando una persecución entre el bosque.

Los dos amigos que estaban sentados en esa piedra largaron una carcajada al vez.

- ¿Y cual es tu historia Victor?

-A mi Jonás me encontró, cuando yo tenia 8 años y desde entonces me crío como su hijo practicamente, la verdad lo aprecio mucho, al igual que a Rous-. Dijo, como recordando su pasado, sin cambiar el tono de su voz.- Pero bueno tenemos que ir a dormir, necesitamos recuperar fuerzas mañana tendremos que atacar a quien este en la pérgola-.

-¿Que es basicamente la pérgola? Pregunto Dante, se ve que ese pedaso de sus recuerdos no fue restaurado.

-Es una prisión que creo el maestro, ya que en la batalla anterior no logramos devolver a Icarus al Limbo.

-¿Y si esta ves no logramos devolverlo a su mundo que aremos?

-Simplemente tenemos que matarlo. Contesto el muchacho en seco.

Entonces Dante alzó su vista hasta aquella Luna blanca que se suponia que era la Bruja blanca.

-¿Y que pasará con su alma, tambien se se convertira en una estrella o algo asi como la Luna en loa recuerdos?

-No....... Los espectros no tocan el cielo.... Sus almas desaparecen en el olvidó-. Contestaba Rous que pareció por sorpresa deteas de ellos, tardaba en terminar la oración como si la pena se apoderara de su voz.

-Debemos ir a dormir-. Ordeno Víctor a los muchachos.- ¿Que paso con Juan Rous?

-Desapareció el bastardo, levanto visto con su guadaña, pero ya va a aparecer y lo lamentara. Respondio con tono tenebroso.

Rapidamente Dante y su amigo largaron una carcajada imparable, el cual silencio la bruja con un coscorron en la cabeza a los dos.

-Y AHORA LOS DOS A LA CAMA, O TENDRAN EL MISMO FIN QUE SU AMIGO.

Los caidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora