01.

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Jaehyun.

El estruendoso sonido de aquella alarma cada vez agotaba más mi paciencia ¿será por ella que mi paciencia cada vez se hace más minúscula al pasar el tiempo? quizá, no hay que descartar esa posibilidad. ¿Cómo un objeto tan pequeño puede causar tanto alboroto? no lo sé.
¿Cuánto tiempo lleva sonando? probablemente, más de 10 minutos.
¿Qué día es hoy? Lunes.
Lunes de Instituto.
Lunes de flojera.
Lunes de ojeras.

Apagué el pequeño aparato y me quedé ahí; mirando el techo de mi habitación mientras un pequeño rayo de sol se pasaba entre las cortinas. Podría estar así todo el día, pensando hasta deprimirme. Me levanté, no con el mejor ánimo; pero lo hice, tenía que asistir al Instituto, aunque no fuera de mi agrado quería ser alguien en la vida.
Me bañé, lave mis dientes y baje a buscar algo para comer, una manzana fue mi elección. Tomé el control de la televisión y comencé a vagar por los distintos canales del cable, era impresionante la cantidad de basura que daban, llamenlo madurez o aburrimiento, pero me detuve en las noticias nacionales; últimamente eran más de mi agrado, aunque todo era realmente monótono, asaltos, muertes, muertes, asaltos.

8:45 mierda, ya iba 15 minutos tarde.

El metro estaba vacío, raro. Me subí al vagón y esperé a llegar a mi estación, el Instituto quedaba a 3 cuadras, las cuáles se me hacían muy cortas.
Al estar en la puerta de aquel edificio pude escuchar pronunciar mi nombre a distancia, me detuve y mire a todos lados, así encontrando un agitado Mark llegando a mi lado.

- ¿Cómo le haces para caminar tan rápido? te sigo desde una cuadra y media. - hablaba mientras apoyaba su mano en mi hombro y hacía el intento de recuperar el aliento.

-Lo siento, Mark, no te escuché.

-Nunca me escuchas. - Me regañó, y era verdad, eran pocas las veces que escuchaba a Mark, al caminar me distraigo bastante.

-No seas exagerado.- pasé mi brazo por su cuello para luego alborotar su cabello, consiguiendo una pegajosa risa de su parte.- Ya, ha clases.- Mark era 1 grado menor que yo, pero aún así lo consideraba mi mejor amigo, nos comprendemos bastante bien, es un hermano pequeño para mi.

Nos separamos en el gran pasillo que divide todas los salones,así cada uno yendo a su clase correspondiente.
Para mi mala suerte me tocaba con el Sr. Park JungChoi, un cuarentón bastante pasado de peso para su estatura. Toqué la puerta de la manera más suave; sabía con claridad que aquel hombre odiaba que intervinieran en sus clases, pero aún así llevaba tarde.

-Jung Yoo Oh ¿cuál es tu escusa para el día de hoy?

-Había bastante tráfico.- hice una pequeña reverencia ante él, y claramente, mentí.

-Si llega tarde, por favor, invente algo más creíble. - hizo una pequeña señal con la mano dejándome entrar.
Di un pequeño vistazo al salón, todo estaba como siempre, esperen, alto ahí ¿quién es él?.

Ten.

Estaba nervioso ¿a quién se le ocurría cambiarse de escuela a mitad de año? pues, a mi.
No podía concentrarme en la música que salía de mis audífonos, y eso ya es estar bastante nervioso.
El metro se detuvo y revisé mi celular para ver si ésta era mi parada, y claramente lo era, bajé algo apurado mientras miraba reiteradas veces mi celular para no perderme y poder llegar a tiempo a clases. Gracias por existir, GPS.
Iba lo bastante concentrado en mi camino cuando sentí que alguien tocó mi hombro, me quedé inmóvil y sentía que mis ojos en cualquier momento saldrían de sus cuencas.

-¡Hey! creo que ésto debería ir en los oídos y no el suelo. - El chico me adelantó y puso mis audífonos frente a mi, solté un gran suspiro y los recibí.

-Oh, muchas gracias.- di una pequeña reverencia, y solté una risita nerviosa.- creo que ando bastante distraído.

-No agradezcas, pero a la próxima ten más cuidado con tus pertenencias.- sonrió de forma amigable mientras extendía su diestra. Su sonrisa era bastante amplia y sus ojos parecían ojos de anime. - Por cierto, soy Taeyong. Lee Taeyong.

- Soy Chittaphon, pero puedes decirme Ten.- tome su diestra en forma de saludo y la aguite un par de veces. El chico era bastante agradable, y para mi buena suerte iba al mismo lugar que yo.

-Si quieres, puedes poner tu mesa a mi lado.- habló amigable mientras señalaba el que parecía ser su asiento.

- Oh, claro.- tomé una de las mesas libres y la coloqué junto a Taeyong, hablamos hasta que el profesor llegó al salón. Taeyong mencionó que era uno de los profesores que más odiaba ser interrumpido durante sus clases, y bueno, era entendible. A todos les gusta estar concentrados cuando hacemos algo ¿o no?

Las clases iniciaron y todos se volvió silencio, lo cual era bastante agradable; si había algo que apreciaba era el silencio y la tranquilidad.
Todos estaban muy concentrados en sus cuadernos cuando el sonido de alguien llamando a la puerta nos interrumpió, algunos levantaron la vista-como yo- y otros simplemente siguieron en lo suyo. Luego de unos minutos entró un chico, lo analicé de pie a cabeza; mientras él analizaba todo el salón, hasta que llegó a mi, de seguro sería un bicho raro en su habitual salón, nuestras miradas se conectaron y como si fuera un retrasado mental, sonreí.

Es la primera vez que hago ésto;; y nada, espero sea de su agrado.
Adiós.

 Thank you. 感謝 //JaeTenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora