Naciendo del dolor

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“ Jess:

 MI querida jess, primero perdón por el beso, pero tenía que hacerlo, aun que sea una vez, por que lo admito, me gustaste, me guestabas y no podía dejarte ir así como así, y tal vez te preguntes cuando escribí esto… bueno en ahora estoy en el baño, osea eso crees tú, y no escribiré mucho porque no soy bueno en eso, y tú lo sabes, en el sobre hay un regalo que se que si te lo doy en persona no lo aceptarías, y más vale que lo aceptes ahora Jessica>:c, cuándo llegues a Londres por favor avísame como estás.

                                                 TE AMO.

                                                                  Álex.”

Mierda Álex, también te amo. Abro el sobre y no… me regalo su iphone, TENGO UN IPHONE. Y además del celular dinero, no se puede hacer nada ya. Maldito Álex, cuantas veces le dije que no gastará en mí. Estoy prendiendo el teléfono y llega una azafata.

- Disculpe, no puede usar ningún aparato electrónico que emita señal durante el vuelo, podríamos sufrir fallas técnicas.

Mis mejillas arden de vergüenza.

-  Claro, lo apagaré.

La azafata se va y un señor que está al lado mío me mira con una horrible cara, me mira, me observa y pone una cara de asco, y sigue comiendo mientras me salpica de su comida. Quede en el mejor asiento de todos. Según la pantalla que tengo al frente llevamos 3 horas de vuelo, ya sólo faltan 3, TRES PUTAS HORAS. Conecto mis audífonos a mi iphod, y pongo Treasure de Bruno Mars, es de su último disco, está canción me alegra, y al sonido de coro empiezo a moverme involuntariamente mientras en mi mente canto el coro:

                 Treasure, that means what you are

                 Honey you're my golden star

                 I know you can make my wish come true

                 If you let me treasure you

                 If you let me treasure you.

En eso siento que alguien me toca el hombro, mi querido compañero de viaje, me saco los audífonos.

-          ¿Qué pasa?

-          No cante, podrá cantar muy lindo pero trato de dormir.

-          (asiento con la cabeza). No me di cuenta, discúlpeme.

Me calmo mientras pongo en play la música, ahora suena Iris, mi canción favorita. En la mitad de la canción me quedo dormida de nuevo hasta que siento que me hablan, corrección, nos hablan a todos los pasajeros.

- “Queridos pasajeros estamos a 10 minutos del aterrizaje, por favor abrochen sus cinturones, al llegar puede que el avión se mueva un poco, pero es normal, desde ya les agradecemos por volar con Skyscanner”.

Londres.

Estoy en Reino Unido, estoy en Londres, si me lo hubieran dicho hace una semana no me lo hubiera creído. Se sienten un pequeño moviento y me aferro al asiento de adelante, maldito aterrizaje. Bajo del avión, paso por la aduana y todo lo demás, recojo mi maleta y salgo del aeropuerto. Inhalo el aire, distinto a el de New York, distinto a Estados Unidos, Distinto a todo lo que e visto en mi vida. Me suena el estomago, como siempre tengo hambre. Levanto el dedo para parar a un taxi.

-        ¿A dónde la puedo llevar?

-       Em... al Big Ben. Por favor.

Fight for your Dreams.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora