Primer día.

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Son las 6:30 a.m y no eh dormido nada por lo nervios del primer día de clases, decido estar 15 minutos más en la cama. No  aguanto ni 2 minutos y me levanto, y entro al baño, me meto en la tina y me tomó mi tiempo y salgo después de unos 40 minutos, a las 7:15 salgo y me visto con unos vaqueros entubados negros y una polera, nadie diría que soy hija de la gran Vivian Hamilton, no soy de maquillaje y menos de andar con tacos o vestidos. Tome una de mis mochilas, y salgo de la pieza hacia la planta baja de la casa.

Baje y salude a Laura, la ama de llaves y cocinera y hartas cosas más.

-Hola laura.- sonreí mientras me sentaba en el taburete de la cocina para tomar desayuno.- se ve todo muy rico.

-Hola señorita Jessica.- Me sonríe.

-Dime Jess, No debes tener unos años más que yo.

Ella asiente.

-¿Dónde está mi madre Laura?

-Tuvo que salir muy temprano pero me dejo esto para que se lo diera.- Estracha la mano con sobre y una cajita al lado de él.- Me dijo que primero lea el sobre.

-Muchas gracias Laura.- Le sonrío y ella se va dejándome sola con mi carta.

“Hija:

Lamento no poder estar contigo el primer día de clase pero me surgió algo urgente de la agencia, te tenía un regalo para hoy y esperaba dártelo en persona, pero por motivos ya dichos no podré, el regalo se encuentra en la caja.

                                                          Que sea un buen día. Te amo hija.

                                                                                                                              Mamá”

Abro la caja y son las llaves de un auto. Es broma, no, no lo es, viendo de mi mamá no es broma.

Termino mi desayuno y salgo y lo veo, es negro, es un Cadillac negro. Sin duda es hermoso, me subo, me abrocho el cinturón y me pongo las gafas de sol, y me voy de camino a mi nueva universidad.

Al llegar noto que todos miran el auto, muy bien, mi primera meta era pasar desapercibida, vamos bien Jess. Sin tomar importancia me estaciono y me bajo. Todos me miran, tal vez no ser rubia como casi todos los demás me hace diferente. Entro y miró mi horario, mi primera clase es literatura, me gusta. Pero no sé donde queda la sala, empiezo a caminar en busca del aula y en eso suena una voz familiar, una voz dulce, una voz de Ethan.

-Jess, Jess.

Miro hacia atrás y lo veo abriéndose paso entre la gente dando zancadas hacia mí, hasta que llega.

- Hola Jess.- Me sonríe.

- Ethan, hola.

- Jess estube esperando todo el mes a que me llamaras, yo te hubiera llamado pero no tenía tu número.

Mierda, boté su número al basurero la última vez.

- Perdón Ethan, e perdido tu número.

-Vale, no importa, bueno ¿Te diriges a clases?

-Sí, voy a literatura y no encuentro el aula.

- Yo igual, Vamos juntos.

Caminamos hasta el aula, con un silencio, pero no un silencio incomodo, si no que me agradaba que Ethan estubiera serca mío.

- Aquí es jess.

Entramos y no habían 2 bancos juntos, así que no tubimos que separar para mi desgracia, pero él no le tomo mucha importancia. Me sente al lado de un chico que no parecía tampoco de londres, pero tenía una sonrísa de ser amigable. Al terminar la clase, en la que no hicimos nada por ser el primer día, ya me había hecho un amigo aparte de Ethan, Patch, el chico de linda sonrísa y amigable, es buena persona y tenía razón, no era de acá, es un Latino. No sé si logre hacerme amigas, no soy mucho de amigas, por eso siempre estaba con Álex. Salí del aula al receso y seguí a mi otra clase, en la que no estaba Ethan pero estaba patch, seguí conociéndolo, nos parecemos en algo, pero el es muy alto, en una de esas al final de año seremos grandes amigos.

Paso la mañana muy rápida y yo quede con Ethan de comer juntos después de haber intercambiado los números de móvil. Al salir de la sala me estaba esperando mi amigo Ethan.

- Ethan, amigo.- Remarco la última palabra.

- Vamos a comer Jess, yo invito, hoy no hay clases en la tarde.- Sonríe- Vamos. Respondo.

 Seguimos hablando hasta que salimos de la Universidad.

-Eh Jess, no tengo coche, no de momento, así…- lo interrumpo.

- Hey Ethan, no te preocupes, yo tengo uno, si quieres conduces tú.- Le dije mientras movia las llaves en mi dedo, haciendo que giraran.

- Vale, vale.- coge las llaves- Y ¿cuál es tu coche?

- mh ese.- le dije apuntando el Cadillac negro.

- Tu coche si que mola Jess, está hermoso.

-Es un regalo de mi madre.

Subimos al coche, yo de copiloto. Fuimos a comer, pasamos toda la tarde juntos, le repetí en cada oportunidad que podía la palabra amigo, ya que eso quería que fuéramos él, pero nunca la dijo. Un paso.

Estoy fuera de su casa, en el coche, ahora yo de piloto.

- Linda casa Ethan.

- Gracias, ¿tú dónde vives?

- Si no me equivoco a unos metros de la tuya.

Sus ojos mostraban felicidad, lo notaba.

- ¿tú madre no es Vivian Hamilton? ¿o sí?

- Exacto

- mira tú, que bien eh jess. Bueno no te hago perder más tiempo.- se baja del auto- Adiós Jess.

- Adiós Ethan.

Empieza a caminar y como siempre se da vuelta como si se le olvidara algo.

- A jess, mañana si quieres te paso a buscar.

- vale.- asentí.

- A las 7:30 estaré fuera de tu casa.

-vale, vale. Adiós capullo.

Sigue su camino hacía su casa y yo hecho a andar el motor y me largo a mi casa.

Fight for your Dreams.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora