Capitulo I: "¿Quien era ese hombre?"

561 40 4
                                    

~•~•~•~•~

Era una mañana como cualquier otra para Altaïr en Masyaf, las personas paseando por las calles y abriendo sus puestos. Altaïr se encontraba paseando por los campos de entrenamiento de aquella fortaleza donde los asesinos se resguardaban. De un momento a otro, su paz fue interrumpida por uno de sus hermanos, quien le daba la indicación de que el gran maestro le tenia información nueva sobre templarios, así que sin mas, se adentro a paso tranquilo en aquel templo.

Minutos después, se encontraba enfrente del escritorio de Al-Mualim, quien solo observaba la ventana, sosteniendo una paloma blanca entre sus manos.

-Altaïr...- hizo una pequeña pausa -Necesito que viajes hasta Florencia, Italia. Ya que ha llegado información nueva acerca de un grupo templario muy poderoso -término de hablar, pero seguía mirando a la ventana del cuarto, para luego voltear a ver al sarraceno. -Y al parecer, un hombre que sigue nuestro credo, busca el paradero de varios templarios que tienen contacto cercano con su líder. Así que tendrás que buscar a ese asesino y trabajar junto con el para completar tu misión - Todavía sin voltear a ver al presente, coloco una nota en la pata del animal y dejo que esta volase libremente.

Altaïr estaba algo confundido, pero la arrogancia le impidió a quedarse callado y aceptar la misión- Al-Mualim, y-yo se que puedo hacer esta misión solo, no he de necesitar la ayuda de alguien mas que ni siquiera conozco. -termino de hablar y volteo a ver fijamente a su mentor con una mirada seria.

-No te he hecho una pregunta, Es una orden, necesitamos vencer a este líder templario como sea posible - Hablo con severidad.

El cuarto había quedado en silencio por un momento, hasta que el menor hizo un comentario, haciendo resonar el eco en aquella habitación.

-... Yo puedo hacerlo solo -susurro para si mismo mas que para su mentor. -Vale... Lo haré, pero, ¿cual es el nombre de ese tal "asesino"?-

-su nombre es "Ezio Auditore"...- hizo una pausa y caminó hasta la puerta -Mañana al amanecer zarpará un barco hacia Italia, espero estés preparado -.

-Claro...- dijo gruñendo lo ultimo.

~[Pasaron varias horas después de que Altaïr zarpo en el barco hacia Florencia]~

El árabe desembarco y comenzó a admirar el atardecer en Florencia, era hermoso, se podía ver a las aves volar hasta sus nidos para luego dormir, al igual que el sol ocultándose tras las montañas. El sarraceno admiraba cada detalle de Florencia, aunque solo estuviese en el puerto.

Después de varios minutos caminando, había por fin llegado al centro de Florencia. No pareciese que el pensamiento acerca de la vista para el árabe fuese a cambiar, ya que el lugar era muy pintoresco.
También había muchos lugares altos y tal vez, solo tal vez admirar mejor todo desde una posición encima de los techos. Así que se dirigió a una escalera que se encontraba cerca de el y comenzó a trepar por ella. Llegando una vez en el techo, se sentó sobre las tejas, viendo como la luz de la luna alumbraba su rostro lentamente, mostrando esos ojos el brillo de sus ojos. Las hojas caer por la ventisca en ese otoño un poco frío, era algo a lo que Altaïr no estaba muy acostumbrado.

Saltando de techo en techo, algo que Altaïr hacia para despejar un poco su mente y reflexionar.
Después de un rato de estar dando vueltas, tomo asiento en un tejado aparentemente cerca de un mercado, viendo como la gente paseaba y reía, pero no les prestaba demasiada atención. Rato después vio a alguien subiendo por una de las casas contrarias de donde el árabe estaba.


Siguió al hombre con prendas blancas hasta el techo de una iglesia, este se encontraba a una distancia algo extensa para no ser visto tan fácilmente.

El italiano dejo caer su gorro en su espalda, dejando ver su cabello, éste era castaño, sujeto por una cinta carmesí que se extendía hasta sus hombros. Aquel italiano se posicionó sobre una atalaya hasta lo mas alto de la misma catedral. Parecía estar muy serio, con una pequeña pizca de tristeza...

No se podía ver desde la distancia en la que se encontraba el sarraceno, quien lo admiraba desde el otro extremo, acercándose paso a paso... ~espera un momento, ¿por que quisiera ver su rostro?~ pensó, quedándose un poco en , un pequeño escalofrío recorrió su espina dorsal.


Se detuvo en seco para no seguir avanzando, o el contrario lo iba a detectar tarde o temprano, así que decidió bajar de aquel techo y solo seguir explorando aquella villa. Aunque también necesitaba algo para comer, su estomago comenzaba a rugir.

Algunas personas se le quedaron viendo, no era muy común que un hombre se columpiase de pared en pared solo para bajar a las calles, lo tachaban de loco, pero al árabe le importaba un bledo.

~Ezio~

-¿en que estaba pensando?... ¿Por que no he podido solo...salvarlos...- hablaba entre sollozos, la culpabilidad lo carcome lentamente. -solo... Quisiera verlos por una ultima vez...-

Trató de limpiarse las lágrimas que brotaban de sus ojos y caían lentamente por sus mejillas, algo rosadas por el pasar de su brazo sobre ellas. Volvió su mirada hacia las personas que caminaban por las calles, aún siendo de noche y visualizó a un hombre...¿vestido como el?, tenia prendas blancas y una capucha que le lograba tapar la mitad de su rostro, aun siendo de noche, la luna brillaba como de costumbre un día al mes, era luna llena, y estando bajo esta, ese hombre resaltaba aun mas entre todas esas personas que paseaban por ahí. Le llamo algo la atención de el, así que no le perdió de vista. Esta persona se acerco hacia una joven que llevaba un canasto de frutas al lado de ella, rápidamente, en un solo parpadeo, le robo una manzana a la mujer, nadie se dio cuenta de aquel acto y se alejo tranquilamente de ese lugar para seguir comiendo la fruta.

Sentía un poco de intriga sobre este hombre, era extraño, así que bajo de esa atalaya donde se encontraba había un carruaje con paja, perfectamente calculo todo, y salto, cayendo "suavemente" sobre este.

A cada paso desprendía pocas virutas del heno, pero se logro quitarse todas gracias al aire que soplaba con delicadeza. Sus pasos eran largos y rápidos, quería saber quien era ese hombre, se le hacia familiar a la descripción que le había dicho su tío Mario en una carta, antes de haber salido de Monterggioni. La cara mencionaba algo como:

"Ezio, he de informarte que un asesino llamado Altaïr Ibn-la'ahad, proveniente de Masyaf, Arabia. Te ayudara a terminar con tu misión de matar a Rodrigo Borgia.

~Atentamente tu tío Mario"

No podía creerlo, ¿podria ser?...

~•~•~•~•~•~•~•~

Eeeeen fin~
Me tarde un poquito escribiendo esta historia, cambiando parte del final y el desarrollo... Pero por fin quedo, y este ha sido el que mas me gusto... ^^

Esta ha sido mi primera historia publicada en wattpad, espero les haya entretenido. Nos vemos en el próximo capitulo.

¿Amor A Primera Vista...?   •(Altaïr X Ezio)•  «reescribiendo»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora