capítulo IV: "Recuerdos"

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El silencio reinaba en aquella habitación, hasta ser encendida una vela que se encontraba dentro de una lámpara, reposada sobre la cómoda daba una sensación cálida. Por la noche, observando a través del ventanal de donde colgaban unas cortinas blancas que revoloteavan por la brisa, se podia apreciar a lo lejos un poco de la luz proveniente de las calles.

Las horas pasaban una tras otra, Altaïr se encontraba despierto, aunque fuera de madrugada, no podía conciliar el sueño del todo. Eso fue estresante. No pudo dejar de pensar en el estúpido error que había cometido, no fue lo mejor. Desde que llego a Italia todo ha sido extraño. Desde hacia años que no sentía algo como eso. Negó con la cabeza de un lado a otro.

Y su mirada se posó sobre el rostro de su acompañante, observándolo varios minutos, mirando detalladamente cada facción de el, y por algún impulso, Altaïr acerco su mano hasta el florentino, dando un leve toque a su rostro, llegando hasta su mandíbula, era suave cual pétalo de una flor, no podía dejar que una oportunidad se les fuera de las manos, y su recorrido acabó hasta sus labios, rozó su pulgar sobre estos, sin mostrar alguna expresión, sólo se veía un tono ruborizado en sus mejillas. Esperase a que el contrario no se diera cuenta de sus acciones, apartando su mano rápidamente y se reclinó en la cama, frotándose sus ojos con su brazo izquierdo.

~Debo concentrarme en lo que en realidad importa.. No estoy para este tipo de cosas..~ El sarraceno trataba de asimilar todo lo que ha pasado hasta el momento, segundos después recordó que tenía que darle una vez mas la medicina al castaño. Se levantó y revisó el frasco -Queda muy poco..- susurro, tenia que conseguir más, y rápido.

Altaïr salio del hotel en busca del doctor para que le ayudase con la herida, ya que sus conocimientos sobre medicina no eran tan grandes.

Al cabo de unos minutos, el medico se encontraba cambiando las vendas con aquel líquido que podía provocarle una infección, luego la limpiaron de nuevo y volvieron a vendarle.

-Ya esta... Pero si sufre de dolores, se empieza a quejar o presenta fiebre alta...- el doctor saco otro frasco, mas bien un gotero -Le darás esto...-

-Excelente..- el joven cogió el frasco colocándolo en uno de sus bolsillos -Debo agradecerle mucho, doctor- Éste tomó la mano del medico y la meneó de arriba a abajo.

En cuanto el medico se marchó, Altaïr soltó un pesado suspiro y se encaminó a las escaleras, hasta llegar a la habitación en donde se encontraba aquel hombre inconsciente.

El sirio se posó  sobre el marco de la puerta unos segundos, observaba fijamente, como si de un águila se tratase, acechando a su presa desde las alturas. Descifrando esa anatomía, una vez mas desnuda, tan solo cubierta por un pantalón.

Le seguía causando intriga aquel tipo, ¿De donde vendría?, ¿En realidad es un asesino?, ¿cual sería su edad?...

Se acerco a él con cuidado, hasta quedar frente al asesino, observando la leve respiración proveniente de este. Su vientre se encontraba cubierto con una blanca venda, apenas y se podía apreciar unas pequeñas manchas de sangre en ellas.

Decidió dejar eso de lado y buscar información acerca de el, apenas y sabia su nombre, si es que realmente era ese. Se volteó a por el atuendo del contrario, había olvidado que se encontraba ahí. Sus botas, correas, cuchillos, fajas, espada, todo estaba recargado en un escritorio a un lado de la ventana.

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⏰ Última actualización: Feb 10, 2019 ⏰

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¿Amor A Primera Vista...?   •(Altaïr X Ezio)•  «reescribiendo»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora