La tenue luz que nacía de unas viejas lámparas de pared de los laterales del corredor permitía ver en el suelo un reguero de sangre que iba del recibidor hasta el comedor. Al cabo de poco se escucho un disparo y de la estancia salió una joven. Sus manos, camisa y rostro, estaban manchados de sangre. En cada mano llevaba una Beretta 92. Pasando por encima del reguero de sangre, y sus anteriores pisadas, se dirigió al baño. Dejo sus armas en la cisterna y se limpio lo que pudo. Cuando termino sostuvo la mirada en la de su reflejo pero en seguida la bajo. Cerró los ojos. Parecía estar en un proceso de introspección pero le duro poco, su móvil sonó. Abrió los ojos, saco el aparato del bolsillo trasero de su pantalón y cogió la llamada.- De donde te sacas los informadores? Si... Ya vengo.
La joven colgó, cogió las pistolas y volvió sobre sus pasos al comedor. Allí en el suelo había el cuerpo inerte de un joven, rodeado de sangre, manchado de esta y con lo que seguramente supuso el fin de un largo sufrimiento: un disparo en la sien . La chica no reparo en el pero su mirada se deslizó, mientras avanzaba hacia una ventana abierta, sobre una foto. Era el joven rodeando con un brazo a una chica muy parecida a él y un par de años más joven que este. Al verla sus ojos se entornaron y un destello de oscura luz los recorrió tiñéndolos de negro.
- Pronto... – Murmuro a la vez que ponía sus pies en el marco de la ventana. – Pronto te veré.
Y la joven se dejó caer en el vacío.
Al otro lado de la ciudad.
- Que coño haces! – Grite furiosa nada más abrir la puerta de los servicios.
- Joder Eli tranquila no es nada... – Me replicó Jessica antes de respirar ese polvo blanco que se encontraba al lado del lavamanos. Me pase las manos por la cara varias veces para calmarme antes de responderle pues tenía ganas de matarla, porque la muy imbecil había vuelto hacerlo.
- Mira, sabes que? Me largo de aquí. Adiós.
Dicho esto salí del servicio dando un portazo.
- Oh Dawson... Que son esos humos. – Por el rabillo del ojo vi que era Rodrik respaldado en la pared, ni siquiera lo mire. – Necesitas a alguien que te los baje.
- Si, es cierto, pero tu novia hoy no está de muy buen humor para bajarse a bajármelos.
- Que?!
Me imagine su cara por cómo de loco se había vuelto golpeando la puerta del baño para que Jessica lo abriera. Mientras avanzaba hasta las escaleras estuve tentada de girarme para verlo pero estaba tan cansada que ni eso me apetecía. En el salón, echados por el suelo o el sofá, estaban mis compañeros de clase y otros que no conocía. Suspiré al ver aquello, como demonios había accedido a ir a un acto social con ellos. Vale solo era una fiesta en casa de una tía que era una conocida de la prima de uno de clase, aun así, no sé que coño hacia allí. Sin darme cuenta la mirada se me fue a unas llaves que estaban en la mano de Erik el cual estaba en el suelo rodeado de botellas y medio abrazado a otro chico.
- Bueno técnicamente lo que está a la vista se puede coger. – Dije riéndome. Mi casa quedaba a una hora de donde estaba y claro está que no irá andando.
El coche que me había tocado era un BMW blanco que estaba bastante bien la verdad exceptuando el desorden que había en los asientos traseros. Un montón de libros, libretas, bebidas energéticas, y ropa de hombre, dos veces repetida y de distinta talla junto a lubricante y revistas para gays. Ahora entendía muchas cosas. Pare el coche en un arcén, me estaba quedando dormida, me desabroche el cinturón y salte en los asientos de detrás en busca de un refresco energético y lleno de cafeína para despertarme un poco.
- Red bull... Bueno.
Al cabo de poco de reemprender la marcha estaba algo más despierta, llege a casa una media hora más tarde. Como no quiera que le pasara nada al coche lo deje unas calles más abajo en un parking y me fui para casa. Cuando estaba ya a una calle de mi casa empezaron a pasar coches de al policía a toda velocidad con las sirenas puestas en dirección donde vivía. En aquel momento no me imaginé nada, seguí andando tranquila pero cuando ya estuve en frente de casa por un instante creía que se me había detenido el corazón. Había cinco coches de policías, un furgón con las puertas traseras abiertas con dos hombres que estaban intentando sacar una camilla. A su lado los agentes iban y venían apuntando cosas o hablando entre ellos. No sabía si acercarme o quedarme allí hasta que se percataran de mi presencia, al final una agente me vio como los miraba fijamente. Hizo un gesto para que me acercara pero no podía moverme no quería saber nada de aquello.
- Eres Elli Dawson? – Preguntó ella al final mientras se me acercaba. Asentí con temor. – Será mejor que vengas con migo.
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Alma de escarcha
AventuraImagina te por un segundo que desde hace cinco años eres huérfana, imagínate que desde hace cinco años vives bajo la tutela de tu hermano mayor, imagínate que tras regresar a casa una noche te encuentras con toda una división de la policía y sabes q...