II

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A la mañana siguiente el pequeño Jonghyun decidió apurarse en sus deberes de casa, y recoger todos los juguetes que tenia para acomodarlos en su cuarto, donde su madre le había dicho que aquellos amigos estarían a salvo de cualquier monstruo.
Decidió ayudar a su mamá en la comida y cuando tuvo oportunidad pidió permiso para salir de casa al parque que estaba en frente. Él le había recordado a su mamá que ya era un niño grande y que no le pasaría nada si solo cruzaba la calle para llegar al lugar que quería, le había prometido tener cuidado y llegar temprano.

El tenía mucha ilusión de volver a ver al pequeño MinKi.

Luego de que su madre le diera el permiso tan añorado por el, se dirigió a la puerta principal, se coloco aquellos zapatitos negros que su padre le había comprado en su cumpleaños y corrió lo más rápido al lugar de encuentro.

Eran aproximadamente las 3 de la tarde y el pequeño Jonghyun se encontraba sentado en la misma banca de ayer, sus pequeñas manitas sudaban un poco por el nerviosismo -el cual no sabia de donde provenía- y sus ojos miraban a todos lados buscando una cabellera rubia.

Se sorprendió al verlo desde lejos, no espero más para correr hacia él y le dio un fuerte abrazo.

Jonghyun se dio cuenta de que el pequeño MinKi olía a dulces, esos que el amaba porque sabían a sandía. Así es como olía Minnie, y se preguntó si el pequeño niño de sus brazos tendría aquel sabor también.

-¿que quieres jugar?- hablo Jonghyun esperando una respuesta que nunca fue recibida.

-¿porque no me hablas?- se atrevió a preguntar con curiosidad.

El pequeño MinKi quería decirle todo y así podría entender un poco, pero por más que lo intento las señas que su madre le había enseñado para comunicarse con los demás no sirvieron de nada.

-¿No puedes hablar?- dijo al fin Jonghyun entendiendo un poco el porqué MinKi no contestaba nunca. Sintió un pequeño dolor cuando este asintió con la cabeza, y una pequeña lágrima corrió por los ojos del rubio.

-Oh.. Minnie. No llores, esta bien- Jonghyun volvió a enrollar sus brazos hacia MinKi y le dio un beso en la frente.
Por alguna extraña razón le dolía verlo así, a Jonghyun no le gustaba aquella expresión en el rostro del rubio.

-Mamá hace eso cuando yo me siento triste.. Y yo suelo sentirme mejor y protegido cuando mamá me besa. Dime, ¿tu te sentiste igual?- MinKi lo miro a los ojos y no supo el porqué su corazón parecía tener una fiesta dentro, seguro también había invitado a su estómago. Tal vez eran aquellos panecillos que su madre le dio antes de llegar, porque justo ahora sentía como su corazón quería salir corriendo y su estómago no dejaba de dar miles de cosquillas.

Y aunque el pequeño MinKi quería expresarle todo lo que el sentía en esos momentos, lo único que logro fue obtener otro beso, pero esta no fue en su frente si no en su mejilla.

-Oh.. Creí que con otro beso te sentirías mejor, pero estas rojo como una manzana, ¿te encuentras bien?- y fue hay cuando el rubio pudo reaccionar solo para asentir miles de veces con su Cabecita.

-ahora eres una manzana feliz- dijo Jonghyun con una sonrisa y tomando la mano de su ahora amigo.

A Jonghyun no le importaría si su amigo no podía hablar, el podría estar para el cuando necesitaré expresarse, el podía ser su voz ahora, y sobre todo ya no dejaría que el pequeño MinKi soltara lágrima alguna, ya que el estaría de ahora en adelante para repartir miles de besos por toda su carita si era necesario. El le protegería tanto como sus padres le habían enseñado.

La Voz De MinKi [✨JRen✨] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora