VIII

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Los días después de lo sucedido fueron los peores en la vida de Kim Jonghyun, no comía correctamente, no salía de su habitación más que para ir a la escuela, y según le informaron a sus padres, él pequeño Jonghyun había bajado su desempeño escolar de una manera notable. Y por supuesto todo tenía una razón. Habían pasado exactamente 23 días con 3 horas desde que Jonghyun había visto por última vez a su mejor amigo.

El pequeño se encontraba bastante deprimido, no podía buscarlo en la escuela porque obviamente no iban a la misma, no podía buscarlo en su casa porque sus padres lo tenían castigado, y aún si aveces salía a escondidas para ir a aquel parque, el pequeño MinKi nunca aparecía.

Esto de algún u otro modo estaba matando al castaño, estaba desesperado y no sabía que hacer.
Aun así, el se repetía a sí mismo que no debía llorar, debía mantenerse fuerte para MinKi, porque si el lloraba ya no iba a poder proteger al menor.

Sin pensarlo dos veces, tomo una mochila que tenia, metió algunos dulces en ella y algunos cartones de leche, corrió a su ventana y con sus pequeñas manos temblorosas abrió esta lentamente intentando no hacer ruido, sabía que esto le costaría todos los permisos que hubiera deseado en su vida, pero valía la pena, estaba seguro que valía todo.

Después de algunos minutos, el pequeño Jonghyun estaba en fente de la que recordaba era la casa de MinKi, estaba seguro que en aquella puerta era donde su madre lo venía a dejar cuando Jonghyun quería aprender a comunicarse con MinKi. Tocó la puerta un par de veces, aún temblaba demaciado, sabía que si sus padres se daban cuenta de su ausencia, estos se asustarian, pero también estaba seguro que este seria de los primeros lugares en venir a buscarlo, así que tenía que darse prisa para poder hablar con Minki.

Después de un corto tiempo, nadie abrió.

Los recuerdos con el empezaron a llenar su cabeza, recordó el día que lo conoció, recordó su mirada, recordó su rubio cabello y lo sedoso que este era, recordó sus suaves manitas, también recordó cuando lo beso por primera vez debajo de aquel árbol en el parque, recordó sus suaves labios, recordó todas las risas y también todas las lágrimas -aún si eran pocas- que compartieron juntos, recordo la última vez que lo vio y recordó su aroma, aquel dulce aroma que desprendía el Rubio cada que estaban juntos o cada que le abrazaba, recordó los pequeños sonrojos de su Minnie y solo pudo darse cuenta que el tiempo juntos había pasado tan rápido como nunca hubiera imaginado.

Toco por segunda vez y espero a que Minnie fuera el que abriera, abrazarlo y pedirle que nunca más se separaran tanto tiempo, porque lo necesitaba.





Pero eso nunca paso.



Pasaron minutos y pasaron horas.




Nadie abrió nunca.







Los padres de Jonghyun llamaron a la policía luego de darse cuenta que su bebé no estaba en casa, la madre del castaño casi se desmaya al notar la ventana de su hijo abierta, el padre tuvo que salir del trabajo antes para buscar a su pequeño. Habían pasado algunas horas para que la policía decidiera atender a su llamado, la oscuridad de la noche estaba llegando a la ciudad y junto con ella miles de preocupaciones de parte de los señores Kim.

—¿Tienen alguna idea de adonde pudo ir? — hablo el policía anotando toda la información que los Kim le decían.

El matrimonio se miro a los ojos cuando la idea llegó a su mente, porque no lo pensaron antes, y sin poder responder ambos subieron a su auto y manejaron lo más pronto posible hasta el lugar.


Su pequeño Jonghyun se encontraba dormido en el piso de la entrada de los Choi, con un cartón de leche en la mano y un pequeño camino de baba escurrido por su boca, ambos lo miraron entristecidos y lo levantaron de aquel frío piso para llevarlo al auto. Ellos pudieron notar que su bebé no había leído el letrero que se encontraba en el jardín de la casa, aque letrero que tenía escrito "en venta", decidieron no decir nada del tema hasta que llegaran a casa y Jonghyun despertara para poder darle la noticia.



Cuando Jonghyunnie despertó y sus padres le dijeron todo, él lloro.

Lloró como nunca creyó hacerlo en su corta vida, lloro por horas y lloro hasta quedar dormido de nuevo, con el solo recuerdo de él que fue su mejor amigo.

Sin saberlo antes, el había perdido a su mejor amigo y a su primer amor al mismo tiempo.







El siguiente capítulo será el último :(
y no habrá epílogo aquí... Sé que esto es bastante sad, pero ojala hayan disfrutado mucho esto, tanto como yo.

Gracias por leer 📖

La Voz De MinKi [✨JRen✨] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora