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Cómo usar la psicología inversa

La psicología inversa consiste en hacer que otra persona haga o diga algo al sugerirle algo opuesto a lo que se desea. Puede ser muy eficaz en la publicidad y muy útil al lidiar con determinados tipos de personas. Sin embargo, debes tener mucho cuidado con respecto a la manera y al momento en el que usas la psicología inversa. Se puede tomar como una forma de manipulación. Cuando se usa habitualmente puede dañar las relaciones. Limítate a usarla solo en ocasiones y no en situaciones serias.

Parte 1 de 3: 
Usar la psicología inversa efectivamente

1

Empieza presentando una opción. Para empezar, tendrás que presentar la opción que realmente deseas. Haz que esta opción se arraigue en la mente de tu objetivo. Puede ser algo a lo que la persona se resista normalmente y de lo que probablemente se burle inicialmente. Sin embargo, debes asegurarte de que esa persona sea consciente de la opción en cuestión.[1]Por ejemplo, imagina que tengas que decidir entre asistir a dos fiestas el viernes por la noche. Tu amigo tiende a disfrutar las fiestas más desenfrenadas y hay una fiesta con mucho alcohol cerca de tu casa con un grupo de amigos que tienen fama de celebrar fiestas que duran toda la noche. Tú prefieres reuniones más tranquilas y unas amigas organizan una noche de juegos de mesa.Hazle saber a tu amigo la opción que deseas. Di algo como “¿Escuchaste que Raquel y Mónica están organizando una noche de juegos de mesa? Suena aburrido, ¿no?”.

2

Usa formas sutiles para hacer que la opción sea tentadora. Puedes hacer que la opción en cuestión sea tentadora de varias formas sutiles. Busca formas de hacer que la opción sea deseable. Deja pistas sutiles que puedan crear una sensación de deseo en tu objetivo.[2]En el ejemplo anterior, puedes mencionar casualmente los juegos de mesa que se jugarán en el evento. También puedes jugar un juego de cartas con tus amigos unos días antes del evento, lo cual puede hacer que tu amigo se dé cuenta de lo divertido que pueden ser los juegos.También puedes hacer que las amigas que organizan la fiesta suenen más interesantes. Menciona recuerdos que tengas de salidas con Raquel y Mónica. Habla de sus buenas cualidades. Por ejemplo, di algo como “Mónica siempre tiene la mejor selección de vinos en su casa”.

3

También usa pistas no verbales. Probablemente puedas usar pistas sutiles y no verbales para tentar a una persona. Por ejemplo, puedes jugar una versión de un juego de mesa en tu teléfono enfrente de esa persona. Puedes invitar a Raquel y a Mónica a tomar un café antes de la fiesta para que esa persona sepa cuán divertidas son.

4

Oponte a la opción o habla en contra de ella. Una vez que la persona esté interesada, oponte a la opción presentada o habla en contra de ella. Esto añadirá el impulso adicional que necesitas para lograr que la persona haga lo que quieres. Esa persona ya está un poco tentada por la opción. Si te opones a esta opción en este punto, una persona que sea se resista naturalmente estará más propensa a negociar.Volviendo al ejemplo anterior, espera hasta la noche del viernes. Di algo como “Bueno, podemos ir a la casa de Raquel y Mónica o a la otra fiesta. ¿Qué piensas? Yo creo que lo de Raquel y Mónica será un poco aburrido”.En este punto, tu amigo puede presionar para ir a la reunión en la casa de Raquel y Mónica. Sin embargo, si esa persona sigue sin saber qué hacer, trata de ser más claro. Di algo como “Podemos ir cualquier otro día a la casa de Raquel y Mónica”.

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