Amor Eterno

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Capitulo 2

-¿Por qué ha invadido mis pensamientos?
Toda la mañana había estado en mi cabeza la imagen de una de mis compañeras del salón, Lucinda Price, según los rumores de clase, ella era la alumna más vieja de Engelsfors, pase mi mano por mi cabello desordenado, estaba tan frustrado, ¿Por qué me pongo así por una chica que no conozco?

- ¿Por qué tan pensativo hermanito?

Mi mirada paso del suelo al marco de la puerta, mostré una pequeña sonrisa - Hola Joe - me sentí aliviado al verlo, me correspondió la sonrisa y dio unos pasos hasta sentarse a mi lado.

- Cuéntame ¿Cómo se llama la chica?

-¿Tu cómo sabes que se trata de una chica? -pregunté desconcertado, ¿tan obvio era?.

Soltó un pequeña risa -Nick la cara que traes solo la ponen dos tipos de personas, aquellos que han matado a alguien y tienen miedo de ser descubiertos o cuando una mujer nos ha embrujado con su encanto, es Lucinda ¿verdad?, hoy en la mañana te vi observándola mientras dejaba sus libros en el casillero.

- Si... es ella -solté un pequeño suspiro- siento que la he visto antes, y no porque hemos estado en el mismo salón durante los últimos meses, sino que es algo más allá, o simplemente es mi imaginación además no es el tipo de chica en el cual me fijaría, es bonita claro, pero se ve tan fría y ruda, como que en cualquier momento si la llegas a saludar te dará un buen golpe en la cara.

-¿Por qué piensas eso?, a lo mejor te sorprendería si la trataras, como siempre digo jamás juzgues un libro por su portada.

- Tal vez tengas razón, debería de tratarla más- la frustración se había ido, solo necesitaba que alguien me escuchara, y quién mejor que mi hermano- ¿Y tu desde cuando sabes tanto de estos temas?

-Ay bro - su mano se posó en mi hombro- hace tiempo llevo enamorado de una chica, somos diferentes y por cosas del destino no pudimos estar juntos-  su semblante había cambiado, sus ojos se entristecieron y su voz se volvió quebradiza- No pierdas la oportunidad de estar con alguien por temor, porque sino te arrepentirás el resto de tu vida.

Se levanto y se dirigió a la entrada, me dio una última sonrisa -Arriésgate, tal vez... no se, esa chica sea el amor de tu vida- después desapareció por la puerta, sin decir nada mas, tal vez Joe tiene razón y debo arriesgarme, conocerla más, darle una oportunidad y a lo mejor termina sorprendiéndome, coloque mi cara en la almohada, ¿Me estaré volviendo loco?, creo que lo que necesito es aire fresco, aparte la almohada de mi cara y me encaminé al comedor, tal vez una galleta despejaría mi mente, metí mis manos en mi chaqueta café, levanté mi vista del suelo y me topé con la desagradable escena de Nicole y Christian besándose apasionadamente al final del pasillo,  ¿Cómo pude estar con alguien así?, seguí mi camino, doble dos veces a la derecha, baje unas escaleras y llegue a mi destino, al parecer hoy estaba bastante despejado, muy seguro todos estaban en la biblioteca apurados con los trabajos finales.

- Hola Gertrud, ¿Me puedes dar dos galletas de chispas de chocolate y un vaso de leche?

-Con gusto Nicholas, ¿Por qué no te sientas con Lucinda? -hizo una seña donde se encontraba la chica de botas negras, creo que era mi momento de presentarme y conocerla.

-Me parece una buena idea -le di una pequeña sonrisa- Nos vemos luego- ella asintió y se dirigió a la cocina, di un pequeño suspiro y me arme de valor, me dirigí con paso lento y temeroso a la mesa de Price, estaba realmente nervioso- ¡Ho...hola!-tartamudeé, ¡eso es todo Nicholas! Me regañe, no recibí respuesta alguna de su parte- Este...¿Puedo sentarme?- una vez más silencio de su parte - Me llamo Nick, tu debes de ser Lucinda, sino me equivoco -le di una pequeña sonrisa mientras tomaba asiento a su lado y dejaba la bandeja de comida en la mesa.

-¿Qué quieres?- pronunció sin alzar su vista del libro.

-El Viaje de Amanda Hockings- mencione mientras leía la portada del libro que sostenía- Yo prefiero la literatura de nuestro querido Shakespeare  pero siempre es bueno darle una oportunidad a lo nuevo ¿no crees?

-Vaya vaya, el chico lindo sabe de literatura -apartó su mirada del libro y la pozo en la mía-

- Espero eso sea algo bueno -le di un pequeño guiño, ella solo dio una pequeña sonrisa- Toma -le di la otra galleta de mi plato- Mientras comemos estos deliciosos manjares platícame de que trata vuestro libro mi lady.

- ¿Mi Lady?, que confiado me saliste y no gracias, prefiero los brownies- volvió a bajar su mirada a su libro, era simpática y tenía una muy bella sonrisa.

- Bueno para la próxima vez te prometo que sin falta estarán tus brownies- sonreí una vez más- ¿Me dejarás con la duda de que trata el libro?- le di un gran mordisco a mi galleta seguido de un sorbo de leche.

-Pues léelo- dijo sin más

-El hacerte la fría no funcionará -le di otro sorbo al vaso de leche mientras escucho como suelta una pequeña risa- ¿De qué te ríes?

-¿Esta es la parte donde yo debo quedar enamorada por tu encanto y luego viviremos felices por siempre? -volvió a posar su mirada en la mía

-Si tú quieres... Por mí está bien -le di una pequeña sonrisa, ella solo rodó los ojos, se veía tierna cuando hacía ese gesto

-¿Qué buscas?, si quieres sexo te equivocaste de chica, para eso están Nicole y Karla, en cambio si buscas que alguien termine golpeado pues solo te digo que cobró un poco más de lo que traes

-Pues ninguno de los dos mi lady, solo quiero conocerte más y ver un poco más una de esas sonrisas que he podido sacarte - sus mejillas se tiñeron  de color carmesí, y se veía realmente bonita así-

- Tengo que irme- cerró su libro y se encaminó a la puerta del comedor-  Deja de llamarme mi lady, sino terminaras con un golpe en tu rostro de príncipe -me dio una pequeña sonrisa y se marchó, realmente me asusto la última parte pero estaba dispuesto arriesgarme.

En otra Parte

-Tenemos que hacer algo, Lucinda sigue buscando los papeles de sus padres biológicos, y si los descubre, se sabrá la verdad que tanto tiempo hemos ocultado, debemos hacer algo ya.

- La necesitamos viva, no podemos matarla si es lo que estás pensando, lo único que por el momento podemos hacer es vigilar y evitar que la verdad se revele

-Todo sería más fácil si ya estuviera muerta

-Vuelve a decir una estupidez asi y la que terminara acompañando a su hermano muerto serás tú Sam

-Entendí la advertencia jefe, cerraré mi boca para no decir otra idiotez más

- Retirate- menciono con desagrado- no quiero volver a verte

Asintió con la cabeza, y cerró la puerta tras de sí- Prometo encargarme del asunto de una buena vez, y así que esté orgulloso de mi, dejará de respirar y volverá la paz entre nosotros.

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Este es el segundo capítulo, espero le vaya gustando, bienvenido a los nuevos lectores, la novela está siendo editada así que habrán cambios.
Gracias por leer, votar y comentar, los amo.
Dios los bendiga.

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