Segunda Historia: "Amor Salvaje"

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-"¡Soltame!"- profirió ella

-"Jamás" - dijo él.

Nadie iba a imaginar que ella encontraría su alma gemela. Siempre sola, la vaca René divagaba por el campo sin saber qué hacer ni adonde ir. Generalmente lo único que hacía era engordar como cualquier vaquita.

Pero un día, cuando esta se dirigió a nuevos prados, conoció a Richard o Ricky como sea. Richard era un ternero de 5 años, guapo y todo un caballero, rebelde por naturaleza, salvaje. Ella se enamoró de él a primera vista y por lo visto él no de ella.

Sin embargo, un día cuando fueron a pastar, conversaron y surgió el amor ahí de la nada. Todo muy casual.

Ambos eran muy felices juntos y nada los podía separar, ya que podrían morir de tristeza bovina.

De repente, todo se nubló como en la película de la niebla. El síndrome de la vaca loca decían algunos, otros no decían nada porque no podían. Entonces, una solución del granjero fue matar a todas las que quedaban "sanas". De modo que las juntaron en un camión y las transportaron al matadero, la cautiva.

Ahí fue donde René dijo "Soltame" y Ricky "Jamás".

Hoy no están descansando en paz, pues están en el río transformadas en heces humanas esperando a ser filtradas por el sistema de potabilización de agua. Lo poco que quedó de ellas fue tirado a algún basural.

Sin embargo, es de suponerse que sus almas rondan los supermercados y persiguen a quienes compran carne, causándoles paros cardiorespiratorios o ataques de colesterol.

FIN.

Historias Bizarras. Tomo IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora