No quiero ver el sol, ni la luna, menos las estrellas.
No quiero dormir, pero tampoco quiero estar despierta.
No quiero estar en casa, pero no tengo deseos de estar afuera.
No quiero estar aburrida, pero no me gustan las fiestas.
No quiero leer, ni escribir, ni pintar, ni nada de lo que hacía mi antigua yo.
No quiero escuchar música, pero no quiero estar en silencio.
No quiero hablar, pero quisiera que me hablaran.
No quiero amar, pero quisiera sentir esas tramposas mariposas.
No quiero comer, pero a veces me da hambre.
No quiero vivir, pero tampoco quiero morir.
Yo simplemente quiero desaparecer, sin rumbo, sin vida, sin objetivo.
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Un Oscuro Paraíso Psicótico
PuisiUna vez me detuve a pensar en cómo funciona los cerebros, el mío, el de mis familiares y el de mis amigos, claro, también pensé en cómo funcionaban los cerebros de todas las personas de mi entorno y el de los amigos de mis amigos, fue en aquel momen...