Capitulo 38

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Jayden

Axel y Hylie se fueron hace una media hora, Dylan está bailando con una chica que no había visto nunca en mi vida, Y Charly está bailando  con un idiota.

La observo fijamente, está muy ebria, y Axel no querría que un idiota la use.

Me acerco a ellos. Toco el hombro del chico, y este voltea.

— Te fuiste — digo y lo empujo de su lado, Charly hace un mohín.

— Yo... Que... Querer bailar — logra decir de manera atropellada, se me acerca, y empieza a bailarme, se me cuelga en el cuello y me mira fijamente.

— Es como si fuera el primer día — suspira, quise hablar pero ella se me adelanta — Ese sentimiento sigue ahí — niega con la cabeza, yo solo la observo en silencio, en ese momento empieza a sonar Pillow Talk  de Zaik Malick — ¡Ah! Ven, baila conmigo.

Empieza a mover sus caderas de manera tentativa, y se me mueve al compás de la música, bambolea su lindo trasero alrededor de mi miembro,
Dios sabe que no soy de piedra.

En lo que sigue de la canción ella se mueve de manera más provocativa, yo le sigo los pasos con una tranquilidad que no sabía que poseía, en un momento a otro, ella se voltea y me besa, sin pensarlo dos veces le sigo el beso. Es un beso tierno, tranquilo, sin prisas, nada comparado con sus antiguos movimientos.

Toma mi mano, y me lleva fuera de la disco, camina hacia el parqueo y se voltea hacia mí.

— ¿Donde está tu auto? — pregunta demasiado tranquila, frunzo el ceño.

— Por aquí — señalo, y ella me guia hacia mi auto.

— ¿Quieres que te lleve a casa? — pregunto sin idea de que va a hacer.

— Noooo — ríe alargando las palabras  — Abre aquí — señala la puerta trasera, abro, me toma de la mano, y me lleva al interior del coche, me sienta y se posiciona en mis piernas, cierra la puerta y me besa. Todo esto con una agilidad increíble.

Totalmente desconcertado, me quedo estático.

— Besame — pide con Anhelo, empieza a quitarse la blusa, que por cierto es corta y me mira.

>> Tendremos sexo — y sin más empieza a besarme de manera desesperada. Me quita la camiseta y me besa el cuello, bajando hacia mi torso, y así damas y caballeros es como Jayden Thompson pierde el autocontrol.

La posiciono en el asiento y le quito ese molesto sujetador azúl y su jean, la beso y empieza a quitarme el pantalón, tomo sus pechos, y los masajeo, llevo uno a mi boca y lo chupo, beso y mordisqueo, hago lo mismo con el otro siendo consciente de sus jadeos, y sinceramente nada nunca se escuchó mejor.

Bajo hasta sus bragas mientras beso su plano vientre, bajo sus bragas y acaricio su sexo.

— Ahh — Gime, introduzco un dedo dentro de ella, y no puedo evitar sorprenderme el que no esté tan estrecha como creí — Dios — Jadea, introduzco otro y hago un vaivén. Saco un envoltorio de mi pantalón y lo rasgo, me lo coloco y la observo.

— ¿Segura que quieres? — pregunto dudoso.

Asiente, coloco mi miembro entre sus piernas, y me introduzco dentro de ella.

— Ahhh... Dios — exclama, está muy apretada, pero me decepciona darme cuenta de que no es virgen, el pensamiento me enfurece e instintivamente aumento mis embestidas, a los pocos segundos llega al éxtasis de manera jadeante, dos embestidas más y llega mi esperado orgasmo.

Salgo de ella y me enderezo, me quito el preservativo y lo lanzo por la ventana, ella se sienta y me mira.

—¿A caso tienes depresión Post-sexo?— dice riendo.

Sin vuelta atrás.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora