Chapter 2: Barbie’s boyfriend.
-¡Brunn Travis, mueve tu culo hasta la cocina, vamos a cenar!- Si por algo se nos conoce a los hermanos Travis es por la sutileza con la que decimos las cosas.
-¡Ya voy coño!- Dije sutileza, si.
Bajé las escaleras y un olor a pizza recién hecha inundó mis fosas nasales. No había nadie que hiciera pizza mejor que mi hermano, Jack era todo un cocinero.
-¡Jack! ¡Hiciste pizza!- dije como una niña pequeña mientras lo abrazaba.
-Sep, se que te encanta- respondió con notable cariño.
-Bueno, bueno, escenas hermano, hermana, finalizadas. ¿Comemos ya?- Saltó el orangután con sida ¿Tenía que joderlo todo siempre?
-Eres un corta rollos, tío- dijo mi hermano riendo. Pues yo mucha gracia no le veía.
-Que gracioso eres, Joey- hermosa ironía.
Corté la pizza mientras Joey me miraba fijamente.
-¿Podrías cortar más rápido? Tengo hambre- comentó rompiendo el silencio.
-Espérate orangután, si no quieres que te corte a ti- dije mosqueada.
-¿Desde cuándo te has vuelto tan sádica?- se carcajeo
-Desde que te conozco- Acabé de cortar y me senté en mi sitio.
-¿Nunca pararéis de pelearos?- suspiró mi hermano.
- Pregúntaselo a doña perfecta- Contraatacó él.
-¿Doña Perfecta? Joder, Ken, que con la novia que tienes solo te falta un deportivo rosa para ser “La barbie y su novio” en escala real- Dije con pesadumbre.
-Retrasada
-Anormal
-Perra
-Cabrón
-¡Parar YA!- gritó mi hermano.
Carraspeé mi garganta y me senté bien de nuevo, Joey imitó mi acto.
-¿No podéis comportaros como dos personas normales por una vez en vuestra vida?- dijo Jack intentando que no nos lleváramos tan mal.
-¡NO!- respondimos al unísono. Al instante, ambos nos sentimos asqueados.
La cena discurrió entre conversaciones de Jack y Joey. Yo permanecí en silencio. Cuándo acabé, lavé mis platos y subí a mi habitación.
Tan pronto como mi cabeza tocó la almohada me dormí.
-Brunn, hey, brunn, despierta son las siete- oí la voz de Joey despertarme- Además ¡IT’S FRYDAY BITCH! ¡Party hard!- se puso a bailar por toda mi habitación.
-Joder, Ken, que animado estás por las mañanas- Gruñí
-Venga, muévete, que te tengo que llevar al instituto- dijo quitándome las suaves sábanas.
Le miré mal y entré al baño e hice mi rutina diaria y me puso esta vez unos jeans ajustados y una sudadera de Nirvana. Cogí mi mochila y bajé las escaleras, allí me esperaban Joey y Mi hermano.
