❁ ocho ❁

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Jungkook se hallaba sentado delicadamente sobre un sillón en el patio trasero de su casa. Frente a él, su madre le daba miradas rápidas y volvía a acariciar el papel con la punta de su pincel.

Jungkook no se meneaba, apenas parpadeaba. Sus músculos comenzaban a tensarse gracias al tiempo que había estado sentado ahí.

-Mamá- murmuró el menor. De fondo se escuchaba Tchaikavsky, uno de los favoritos de Jungkook.

-¿Hmm?- su madre estaba concentrada en su trabajo. Le había dicho que le iba a pagar si posaba para ella, pero el castaño estaba acostumbrado a hacerlo.

No intentaba presumir, pero Jungkool tenía cierto público. Desde pequeño, su madre lo sentaba en alguna parte de la casa -algunas veces lo hacía parado- y luego vendían las pinturas a buen precio. Los colegas de su padre eran quienes siempre compraban sus pinturas, también algunas amigas de su madre. Decían que tenían cierto misterio y sus ojos lucían como dos huecos enormes en la galaxia, atrayentes.

Él había intentado encontrar ese encanto que tanto le halagaban, pero nunca fue capaz de encontrar algo en especial.

-¿Puedes decirme por qué nunca me dejan entrar al estudio?- dijo esto con un nudo en la garganta. Era un tema que no se tocaba, pero no podía dejar de pensar en eso desde que había visto al chico ese por primera vez.

Su madre lo miró a través del vidrio de sus lentes. Esos que la hacían lucir con ojos más grandes y le daban un aspecto adorable -o terrorífico- dependiendo de la situación- Ya hemos hablado de eso, Jungkook.

-Lo sé, pero- giró un poco su cabeza.

-¡no te muevas!- gritó su madre. Él volvió a adoptar la misma posición de antes.

-Pero- repitió. Sentía como las palabras picaban en su lengua y garganta. Quería la verdad, la necesitaba-, han pasado algunas cosas últimamente y he comenzado a pensar que tal vez podrían tener alguna relación con eso.

-¿Qué tipo de cosas?- su madre se llevó la punto del pincel a la lengua y comenzó a pintar los últimos detalles con sus dedos.

-Cosas... ya sabes... temblores, sudor frío, dolores en el estómago- dijo con voz queda-. Ese tipo de cosas.

El silencio se hizo presente. Serenade de Schubert sonó por los altavoces y Jungkook miró a su madre. Ella le devolvía la miraba pero más intensamente.

-Eso es imposible- murmuró ella negando con la cabeza-. Tu padre y yo nos encargamos de cancelar todas tus clases de arte o cualquier actividad relacionada con la pintura.

El castaño frunció el ceño confundido- ¿a qué te refieres?- su madre negó repetidas veces y Jungkook se levantó. Estaba nervioso, pero se acerco a ella y se agachó a su lado-. Mamá, quiero que me digas todo lo que pasa conmigo. Estoy harto de hacerme el tonto pretendiendo que no sé que hay algo mal en mí.

La mujer se le quedó mirando con un poco de preocupación y el joven atinó a tomarle la mano y acariciarla.

-¡Cariño!- el padre de Jungkook apareció por la puerta con una enorme sonrisa, la cual fue borrada al ver la expresión de su esposa.

Ella asintió en respuesta y sólo eso bastó para que él supiera todo lo que había sucedido.

Sin embargo, aún no era tiempo de que Jungkook lo supiera.



todo mal conmigo xd no tengo internet y es por eso que no he actualizado :( aparte que me han dejado demasiadas tareas y no me da tiempo de nada </3 en fin, espero que les guste o que, al menos , lo lean

stendhal + yoonkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora