Espera ¿Qué?
Mi madre dijo algo más que no entendí mirando detrás mío, mire sobre mi hombro y vi que Monica seguía allí, pero no me miraba a mí, miraba al chico que estaba detrás de Daniel Walker, que era nada más y nada menos que el chico con el que ella se fue la otra noche...
Espera ¿Qué?
-Gracias por traer a Mel, Monica. - dijo mi madre, eso hizo que ambas la miráramos.
-Oh, claro tía - dijo ella empujándome para que entre en la sala y mirándome susurro: - te veo luego, suerte.
Se despidió en voz alta y salió de la sala, vi que el chico rubio susurro algo al oído de Daniel y salió de la habitación. Sólo quedamos mi madre, él y yo en la sala.
-Mel - dijo él acercándose a mí - Es un placer conocerte finalmente, Melanie.
¿Estaba bromeando? Cada segundo que pasaba me sentía más y más confundida. Le fruncí el ceño, lo que sirvió para que su sonrisa se ensanchara más. En algún momento creí que esa sonrisa era hermosa, ahora creo que es irritable.
-También es un placer conocerlo, señor Walker.
Realmente no sabía más que decir.
Mi madre hizo que nos sentáramos para hablar acerca de los "detalles de la boda" a decir verdad no escuche ni la mitad de lo que dijeron, me preguntaban cosas y yo sólo asentía y sonreía, me dolía demasiado la cabeza y estaba muy avergonzada. La cosa no podía empeorar... o sí.
Nos casaríamos en un mes.
- ¿No es demasiado pronto? -dije despacio, demasiado.
-A mí me parece perfecto -dijo él-El 27 de Junio, a parte hay buen clima en Nueva York.
- ¿Nueva York? -pregunte.
-Sí, ¿no estabas escuchando, corazón? -Dijo mi madre sonriendo -La boda va a ser allí.
-Porque yo vivo allí, Melanie.
Se sentía tan raro escuchar mi nombre con su voz.
En mi mente seguía pensando por qué mi padre me había prometido en matrimonio con un completo extraño. No tenía sentido.
Mi madre se disculpó y dijo que tenía que ir a buscar algo en el piso de arriba, pero yo sabía que en realidad lo que quería era darnos tiempo a solas, cosa que yo no quería. Cuando ella salió yo me pare para despedirme y dije:
- ¿Entonces nos vemos el 27 en Nueva York?
-No -dijo él lentamente - Es más que obvio que no has escuchado nada de lo que hemos hablado. Tú vienes conmigo a Nueva York esta semana.
- ¿Qué? - Prácticamente grite - ¿por qué tengo que ir?
-Porque va a ser bueno para nosotros.
Lo mire con el ceño fruncido.
-Melanie, no me conoces, apenas sabes mi nombre y se supone que nos vamos a casar. Pasaremos tiempo juntos, tendremos citas, nos acostumbraremos al ritmo del otro, tú organizaras toda la boda a tu gusto...
-Espera-dije interrumpiéndolo - ¿Y qué va a pasar cuando nos casemos? ¿Seguiremos viviendo allí?
-... tendrás todo lo que necesites, haremos que este matrimonio funcione. Y si, Melanie, seguiremos viviendo allí.
-Tal vez no lo sepas pero yo tengo una vida en Italia, tengo a mi familia aquí y no creo qu...
-Tu vida en Italia se resume a tu trabajo, cosa que podrás encontrar fácilmente en Nueva York y no te preocupes por tu familia.
- Y según tú yo voy a aceptar todo lo que me digas sin...
Realmente estaba considerando golpearlo cuando su teléfono comenzó a sonar, lo sacó del bolsillo de su traje y contesto. Decidí que era el momento de salir de ahí, cuando gire el pomo de la puerta él atravesó la sala con largos pasos y me agarro del codo.
-Dame un minuto ¿quieres? -me dijo entre dientes. No es que pudiera ir a ningún lado, me tenía agarrada.
-Lo entiendo, estaré allí enseguida. - dijo a quién sea que estuviera al otro lado de la línea y colgó - Melanie, escúchame, sé que tienes muchas preguntas y sé que hay cosas acerca de esto que no te gustan pero "esto" es algo que tenemos que hacer, ¿Te gustaría ir a cenar esta noche? Realmente hay muchas cosas de las que tenemos que hablar y ahora no tengo tiempo.
Lo mire fijamente pensando en su propuesta.Si ahora ya no tenia tiempo no queria ni imaginar como seria nuestro matrimonio, aunque definitivamente tenía muchas preguntas, quería saber cómo fue que conoció a mi padre y cómo fue que llegaron a ese acuerdo.
-Está bien - dije zafándome de él y abriendo la puerta.
-Paso a recogerte a las 8
-¿A recogerme? - pregunte, mi cerebro estaba realmente lento.
- Si, ¿De la casa de tu madre o del departamento de tu amiga?
Me di la vuelta enfrentándolo ¿Cómo el sabia donde me estaba quedando?
- ¿Cómo se supone que sabes...
-Como ya dije, Melanie, tenemos mucho de qué hablar.
-En lo de mi madre -dije. Cada vez había más cosas que debía saber.
-Bien, entonces te veo a las 8. Despídeme de tu madre.
Se fue y como por obra de magia mi madre apareció por el pasillo con una pequeña sonrisa y detrás de ella Monica.
-Pensé que ya te habías ido Mon -le dije cuando estuvo lo suficientemente cerca.
-Preferí quedarme para ver cómo te iba.
-Claro que preferiste quedarte por mí, perra -susurre muy bajo como para que mi madre no escuchara.
Monica sólo me sonrió.
-De acuerdo niñas -dijo mi madre acercándose a nosotras - ¿Por qué no vamos a la casa y me cuentan porque llegaron tarde?
-Por primera vez no fue culpa mía, tía.
Le di un codazo a Monica mientras mi madre nos miraba con el ceño fruncido.