Después de hablar con mamá y con Sara decidí ir a buscar a Monica, mi mejor amiga, siempre que tenia un problema era Monica la que me ayudaba a buscar una solución.
Ella ha estado estudiando medicina así que prácticamente se la pasa todo el día en la facultad o en el hospital donde trabaja. Es como 10 centímetros mas alta que yo, morena de ojos cafés y pelo negro. Monica y yo hemos sido mejores amigas desde que recuerdo, y por mas que me haya ido a vivir a otro país jamas perdimos contacto.
-Lamento el desorden pero es que no tengo mucho tiempo para arreglar, me dieron el turno de la noche en el hospital así que he estado muy cansada por el día. Siéntate, te traeré un vaso con agua ¿Bien?
Sólo asiento con la cabeza, me siento demasiado aturdida para hablar. ¿Cómo voy a decirle a Monica que me tengo que casar con un completo desconocido?
La sala de Monica es algo pequeña, tiene un sofá largo y otro individual, frente a los sofás, en la pared, esta pegada un plasma y en el centro de la sala una mesa de vidrio con un florero, los libros, hojas sueltas y cuadernos de la universidad están esparcidos prácticamente por todo el lugar.
-Bieeeeeen chica, ¿que es tan urgente que no podía esperar a mañana? - me dice con una sonrisa deslumbrante cuando regresa de la cocina con mi vaso de agua. Me lo pasa. - Toma.
-Me voy a casar.
Lo digo sin mas, sin pensarlo dos veces, la habitación queda en silencio, levanto la vida a una Monica petrificada que mira fijamente el florero que hay en la mesita, de repente estalla en una risa histérica.
-Lo siento cariño, pero no creo haber escuchado bien. -Dice. -¿Dijiste que te vas a casar?
Asiento, es todo lo que puedo hacer.
-¿Pero como es posible? es decir soy tu mejor amiga, ¿porqué nunca me habías dicho que tenías novio? y peor que pensaban casarse. - se queda en silencio por un minuto y luego agrega - ¿Estas embarazada?
Abro mis ojos como platos.
-¿Qué? No. Es que no tengo novio Monica, ese es el problema -le digo y ella se limita a fruncir el ceño- ni siquiera lo conozco, sólo sé que me tengo que casar con él.
Ella me mira como si me hubiese salido otra cabeza o otro brazo.
-Haber si entiendo, te tienes que casar con alguien a quien ni siquiera conoces... ¿porqué?
-Porque por lo visto mi padre ya veía venir su muerte y decidió asegurar su fortuna.
-Explícate.
-Bien, antes de morir mi padre me prometió en matrimonio a un hombre que es inmensamente rico, tiene negocios por todo el planeta, no me preguntes su nombre, no lo sé. El punto es que si nos casamos su fortuna y la fortuna de mi padre se juntaran, así mi madre y yo nunca estaremos desamparadas.
-Recuerdame en que siglo estamos. -me dice, recostándose en el sofá- ¿No puedes trabajar tú en las empresas de tu padre y hacerla prospera? Así no te casas y ustedes no se quedan sin dinero.
-Claro que puedo, pero a parte, el último deseo de papá fue que yo me formara como mujer, que me casara y tuviese hijos. ¿Y porqué no con un hombre multimillonario que él aprobara?
-Si que estas jodida chica. Pero.. ¿Quién fue que te contó todo esto?
-Mi mamá.
-¿Qué piensas hacer?
-No lo sé ¿cumplir con la ultima voluntad de mi padre? ¿negarme absolutamente y venir a vivir contigo? ¿volver a Italia?
Monica río en voz baja.
-¿Si fueras tú, que harías? - pregunto.
-No lo sé, en realidad no lo sé. Supongo que querría cumplir la ultima voluntad de mi padre.
-Pero ¿Que pasa si es un viejo de 60 años? ¿ah?
Monica trata de ocultar su sonrisa.
-Tu papá te amaba, no te haría eso.
Llame a casa para avisar que estaba con Monica y que estaba bien. Comimos leche con cereal y vimos 'Pretty Little Liars' y luego arreglamos algo el departamento de Monica, lavamos la ropa y los utensilios.
-Biiiiieeeeen, no estaría nada mal que te vengas a vivir conmigo.
Sólo me reí.
-Claro que no, pero debo irme a casa ahora, tengo que hablar con mi mamá y tú debes de ir a trabajar.
-¿Cúal es tu problema con arruinar mi alegría? - Le sonreí y me levante del sofá. - Bien te llevo hasta abajo chica.
-Correcto.
Bajamos usando el ascensor, era mas rápido y sinceramente no tenia ganas de bajar dos pisos por las escaleras.
Al otro lado de la acera vi a mi querido Thomas, mi hermoso Audi A3 plateado, al cual amaba sin mas, era sin duda el mejor carro que una persona podía tener.
Una vez en casa, decidí que era momento de hablar seriamente con mi madre y con Sara, sabían mas de lo que decían.
-¿Mamá? ¿Sara? Ya estoy en casa.
-Por acá mi niña. - grito Sara desde la cocina.
Cuando entre en la cocina vi a mi mamá y a Sara comiendo bollos.
-¿Quieres uno? Los acabos de hornear - dice mi mamá pasándome un bollo.
-Claro. - digo sonriendo y agarrando el bollo que me pasa mi mamá.
-Cariño, acerca de lo que hablamos ayer...
-Lo haré - detengo a mi madre. - voy a casarme.