La banqueta de la calle repicaba con cada paso que daba, el empedrado de las frías calles daban ese toque colonial que tanto caracterizaba a la ciudad; uno que otro tronido resonaba desde el cielo hasta sus oídos.
"Vaya que odiaba los truenos"
Pensó al sentir pequeños escalofríos por su cuerpo, miró al cielo encontrándose con el fatídico hecho que culminaría su día, estaba próxima una tormenta y debía buscar donde guarecerse.
Caminó unas calles arriba esperando que el cielo se apiadase de ella y no empezase el diluvio hasta que ella encontrara techo; vio la puerta que daba al patio del ex-convento que daba pie a sus distintas historias.
Miró la edificación que bien podría pasar desapercibida por cualquier foráneo o alguien sumamente despistado, observó las viejas paredes que guardaban en cada una de sus grietas historias del pasado , historias que Effany daría todo por conocer; pero al saber que era un tanto imposible, la joven se conformaba con dar rienda suelta a su imaginación y crearlas. Si bien, Effany no se decía ser una escritora en todo el sentido de la palabra pero hacia lo que podía con su bolígrafo y su tan añorada libreta.
Ni un segundo más espero el diluvio para presentarse y gordas gotas empezaron a caer como última advertencia, apresuró el paso para tratar de entrar a la edificación pero tan grande era su mala suerte que esta se encontraba cerrada, maldijo para sus adentros y, volteando para buscar algún lugar donde cubrirse, se encontró con un llamativo carrusel.
Effany buscó en sus recuerdos para dar respuesta a la repentina familiaridad que este le provocaba, acercándose pudo notar algunas grietas en la pintura que se veían tan hoscas con la falta de luz. En parte curiosa y en parte por escabullirse de la lluvia que cobraba más fuerza, subió a la plataforma buscando a algún encargado que le diera movimiento a la atracción pero se encontró sola en el histórico patio.
Al saber que nadie estaría viéndola, pasó sus delicados dedos pálidos por la madera de un caballo, que más que parecer un ejemplar blanco y lleno de vida, parecía un juguete olvidado por alguna pequeña, inmerso a las hostilidades del clima.
Siguió desplazándose por la plataforma de la atracción, pasando por distintos animales de colores, uno por uno, uno más dañado y corroído que el anterior.
Un tronido a la distancia la alejo de su ensimismamiento abrazándose a sí misma en respuesta.
La astrafobia no era algo que Effany pudiese controlar tan fácilmente, cada bramido en el cielo hacia que cada parte de ella se estremeciera y que su respiración se entrecortara, como la tormenta no parecía parar, la joven decidió sentarse en lo que parecía un banquillo con la forma de un cisne rosado que representaba perfectamente el estado pusilánime en el que se encontraba la chica.
Sacó libreta y pluma de su bolso beige que combinaba con su abrigo y, con un poco de esfuerzo, empezó a narrar una de las tantas historias que había dejado inconclusas.
"no puedo hacerles esto "pensó Tianne, sabía que rompía mil reglas morales —las cuales había seguido plenamente durante toda su vida— pero conforme pensaba la situación se le hacían más y más absurdas.
—No puede ser que esté fallándole a todos por unos simples sentimientos tan...
Miró su reflejo en el espejo de plata que le había regalado su difunta madre años atrás, tratando de reconocer a la joven que ahí mostraba.
—...tan banales y fugaces—soltó con pesar.
James solo había llegado a darle problemas, eso lo supo desde el primer instante en que lo vio corriendo por la plaza de la ciudad, escapando de una de sus muchas travesuras, al ver sus ojos sintió que después de ello no podría ver las cosas de la misma manera. Aún con su terquedad y su gran falta de madurez, Tianne sabía que su vida no sería la misma sin los desvaríos del joven; aun sabiendo que el futuro de su familia estaba en juego por sus sentimientos.
Effany se detuvo a pensar en James, personaje que como la mayoría de los otros en sus historias, guardaba un gran parecido —por no decir "ser la viva imagen"—del joven que desde hacía tres años estaba en sus pensamientos; el cual nunca formó palabra con ella y solo en sus historias lo sentía cercano.
No quisiese tomarlo como obsesión pero cada vez que trataba de poner distintas características en el semblante de los personajes los sentía tan fuera de plano, no podía crear una imagen certera de ellos y al intentar describirlos las palabras se perdían en el interior de su mente.
Tal vez era tan fuerte su deseo de conocerlo, no solo saber su nombre o la cara que le muestra al mundo, conocerlo lo suficiente para saber si su atracción se convertiría en odio, amistad o, aunque su corazón no lo quisiese, amor.
...y calmar de una vez por todas la inmensa curiosidad que ese ser le causaba.
Al retomar su escritura sintió un ligero movimiento seguido por uno más brusco, que hacía retumbar el metal de la plataforma, achicó sus ojos debido a la radiante luz que producían los focos de colores, trayendo un aura un tanto más alegre, una musiquita conocida empezó a sonar cobrando vida al mismo tiempo que el carrusel empezaba a girar.
— ¿No crees que ya estás algo grande para este tipo de juegos?
¡Woaaaah! ¡No me creo capaz de pulsar el botón publicar! D: (si estás leyendo esto es que si lo hice GGG).
Bueno está es mi primer historia y mi primer capítulo hashtash
#vamohaverquepasa
#meencorazona❤️No los conozco y ya los amo ...ok no XDxd.
Al ser nueva en esto tengo mis errores y les agradecería un chorronononon que me dijeran.
Comenta,dale like y suscríbete subo contenido cada que puedo.
Les ha hablado Heraud y les desea buenas noshes.❤️
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CARRUSEL
Ficção AdolescenteEffany lleva tres años deseando entablar conversación con un muchacho de su preparatoria. ¿Qué pasaría si el chico que tanto te causa curiosidad al fin te hablase? ¿Podrán superar todo aquello a lo que le tienen miedo?