KING CANDY ❝ JUNIORLAND ❞

03. KING CANDY « WELCOME COCO! »

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Jin Young comenzaba su nuevo día, despertando minutos antes que sonara la alarma de su teléfono móvil y al mismo tiempo con una sonrisa sobre su rostro. Las noches con King Candy y la esperanza de pasar un día agradable en la escuela, acercándose cuidadosamente al verdadero Mark Tuan, estrujaban su alma de una extraña felicidad que no aún no era comprendida por el mismo. Sentado en el borde de la cama, mirando como sus pies se deslizaban suavemente sobre la alfombra de tonos pasteles que descansaba cerca su cama, se cuestionó así mismo si era correcto — La edad para tener amigos imaginarios... — haciendo una pausa, cerró un momento los ojos y respiro profundo, decidió no pensar en ello, la alarma comenzó a sonar, marcaba exactamente la misma hora de todos los días, seis de la mañana, apagándola, se levantó finalmente, para caminar hacia el baño. La misma rutina de todos los días, lavarse el rostro, los dientes, tomar una ducha, colocarse el uniforme, bajar a desayunar y otro día más, en familia. Y al terminar el desayuno, antes de viajar a la escuela, tomar sus anteojos y cubre boca, al llegar tuvo cuidado de no tropezar con nadie, llevo su mano al rostro, donde confirmaba que estuviese ahí esa pequeña tela de color oscuro cubriendo sus labios, suspiro. Al entrar al salón, se acomodó en su asiento, no sin antes mirar hacia el asiento de Mark, donde para sorpresa del moreno había llegado antes que él, estaba durmiendo sobre el escritorio y cierta imagen le causo ternura — ¡Jin Young hyung! — escucho fuerte y claro desde la puerta, donde al girar su rostro, miro a un YoungJae muy enojado — ¡Jin Young Hyung! ¡¿Cómo te fuiste ayer sin avisarme?! ¡Estaba realmente preocupado por ti! — Entro, llamando la atención de todos — Ah... pareces una novia celosa. Deja de hacer tanto ruido — había hablado un perezoso castaño, desde el fondo del salón. YoungJae lo miro, pero no con molestia, si con vergüenza — ¡Ah! ¡Pero se fue sin decirme nada! — el extranjero sonrió y se acomodó sobre su asiento, para mirarlo. El rostro de Jin, estaba bañado con una expresión de sorpresa, se hablaban como si conocieran.

El tierno YoungJae a pesar de que su mejor amigo, su hyung. Tenía su rostro cubierto, podía leer, lo que estaba pensando.

"¿De dónde se conocen?" "Se hablan con mucha famirialidad" — Lo conocí en Twitter — Respondió YoungJae con brevedad, Jin Young arqueo las cejas — Conocí a Mark en Twitter — El chico se levantó de su asiento y se terminó acercando a ambos — Sí. Subí una foto de la mascota de mi tía y desde entonces comenzó a escribirme con sus malas traducciones en inglés — hizo reír al moreno, pero YoungJae se sintió un poco ofendido — ¡Hacía mi mejor esfuerzo! — De pronto, los tres comenzaron a reír. El timbre comenzó a sonar, anunciando el inicio de clases, YoungJae se despidió de ambos con una enorme sonrisa y al salir, corrió hacia su salón, haciendo reír una vez más a Jin Young, quien de pronto se percató que el castaño lo estaba mirando — ¿Por qué te cubres el rostro? — Ese tono de voz, esas palabras, tan directo — Ah... —Jin Young lo miro y de inmediato inclino la mirada — Creí que por feo. Pero no tienes nada feo en tu cara — continuó — ¿Qué? — el profesor entro al salón y ambos ocuparon sus asientos, no sin antes saludar al docente, el cual se acomodó en su escritorio y comenzó a tomar asistencia. Jin estaba un poco confundido ¿Lo había escuchado bien? No era una especie de halago, pero indirectamente... ¿Qué había intentado decirle con aquellas palabras? Las clases transcurrieron con normalidad, más Jin no podía sacarse de la cabeza aquellas palabras, el último timbre se permitió ser escuchado, solo para anunciar el final de las clases de ese día, el moreno espero en su asiento que todos sus compañeros salieran, perdido en sus propios pensamientos, no fue capaz de percatarse que Mark a su lado esperaba que se levantara de su silla, termino tropezando con él, lo miro y se sintió un poco avergonzado — Lo siento — fueron sus palabras e inclinando el rostro espero que una vez más le dijera, que era un despistado y que tuviera cuidado de estar tropezándolo a cada momento. Pero no fue así, lo que Jin Young escucho de esos labios, fue algo que lo saco de sí — ¿Vienes con nosotros? YoungJae quiere que compremos una mascota, juntos. ¿No te lo comento? — Negó suavemente — Bueno ya lo sabes — ¿Eran tan amigos...? ¿Comprar una mascota... juntos? ¿Por qué YoungJae nunca le hablo de Mark? Las dudas que crecían en su interior, le causaban un sentimiento de inconformidad.