10. KING CANDY « BE QUIET »

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Al final de cada clase, los profesores le entregaban las asignaciones de Mark, a Jin. Él por su parte tomó anotaciones y las agrupó en hojas sueltas. Ese día había trabajado el doble, más aquello no le molesto. 

En la salida YoungJae, sorprendió a su hyung, como todos los días, con un fuerte abrazo — ¡Hyung ¿Ira a la casa de Mark-Hyung? — preguntó curioso, aferrado aún a JinYoung que intentaba caminar hacia la salida, con él encima. — Hyung — llamó nuevamente el menor en un tono de voz insinuante — ¿Quiere ir solo verdad? — Jin se tensó, sin poder continuar su camino. La reacción de su mayor, hizo que YoungJae explotara en carcajadas, era muy obvio y no pudo evitarlo. — ¡JinYoung-hyung! Salude a Mark-Hyung de mi parte. ¡Nos veremos mañana! —

Cuando YoungJae se alejó de JinYoung, una chica se acercó. La miro con naturalidad, al parecer, solo deseaba saber cómo se encontraba Mark. Respondió con amabilidad e intento despedirse de ella en más de una ocasión. Pero la chica, le impedía continuar su camino, con conversaciones que giraban en lo mismo, en Mark. La chica, sacó de su maletín una carta y se la entregó a JinYoung, quien de inmediato lo comprendió todo — ¿Podrías...? Por favor... — se trataba de una carta de amor. Quiso devolverla, pero la chica lo amenazó con no dejarlo ir hasta que la aceptará, a lo cual no tuvo más opción que tomarla. De camino a casa de los Tuan, tuvo deseos de lanzarla a la basura. Pero recordó, que no eran nada más que amigos, a pesar de haberse besado, en más de una ocasión. Tenía curiosidad de saber, cuál sería la reacción de Mark.

Recordaba perfectamente el camino, con solo haber ido una vez de visita. Cuando estaba por tocar el timbre, la madre de Mark, una vez más, abriría la puerta antes de que JinYoung llamara. Ambos rieron, la misma situación de ayer se había repetido. La madre del castaño, estaba por salir al supermercado. Le agradeció por su amabilidad, por ayudar a su hijo, en una semana de reposo forzada, debido al golpe en su vista y pierna. Dos accidentes en menos de una semana, sí que los había tomado por sorpresa. 

 Al despedirse la señora Tuan de él. Entró y buscó a Mark en la sala, pero este se encontraba sentado en el comedor, revisando su teléfono celular. — Mark... — obtuvo su atención y con una enorme sonrisa, extendió su mano. Lo invitó a tomar asiento a su lado, en una de las sillas del comedor. JinYoung comenzó a sacar de su bolso, las libretas del castaño y unos apuntes en hojas sueltas.— Esto sería todo — observo atento como revisaba sus asignaciones y leía los apuntes — Muchas gracias Jin. Lamento que tengas que hacer esto por mí — todo iba normal, actuaban como dos amigos y lo de ayer, quedaría en el olvido. — No te preocupes, por eso — Mark levantó sus manos, señaló sus labios y sonrió. Un signo de interrogación se dibujó claro en su cara y escucho carcajear al otro chico con satisfacción — ¿Se te olvido? No traes nada en tu cara Jin — sus mejillas se tiñeron de un rosa pastel e inclinando su mirada, recordó la carta de la chica. La busco en los bolsillos de su pantalón y al encontrarla, la acercó a las manos de Mark, sin mirarlo a los ojos — ¿Esto? — preguntó, pero JinYoung no dijo nada y moviendo sus manos, lo ánimo a abrirla. Mark suspiro y frunció el entrecejo, al leer el nombre, de una de las chicas del salón — ¿Por qué me das esto? — estaba molesto, por un momento, llego a pensar, que era un detalle de JinYoung.

¿Por qué te enojas conmigo? — JinYoung preguntó, sin comprender la molestia de Mark, solo es una carta de amor ¿Por qué era tan grave ello? El castaño rompió el papel por la mitad ante la mirada sorprendida del moreno — ¿Qué haces? — reprochó — ¿Por qué la rompiste? Ella... — fue interrumpido con un fuerte golpe en la mesa — ¿Qué sucede contigo JinYoung? ¿Por qué le traes este tipo de cosas a la persona de quien se supone estás enamorado? — sus palabras, hicieron eco en su cabeza — JinYoung. Ven acá — lo llamaba demandante y por un momento tuvo miedo en acercarse — JinYoung. No puedo caminar muy bien por el yeso. Podrías venir acá, por favor — su tono de voz, se suavizo leve, tal vez al notar como hizo tensar al otro. Jin asintió, con la mirada hacia el suelo se acercó a Mark — ¿No tienes nada que decir? — el castaño suspiro y Jin se sintió como un idiota, al no poderse expresar correctamente "JinYoung ¿Por qué eres así?" — Siéntate, sobre mis piernas — obedecía a todo. Evitando lastimar el pie enyesado de Mark. El cual se mantenía en reposo sobre una silla, se acomodó bien sobre sus muslos con cuidado. Sintió como la sangre subía a su cabeza. — Creí que había sido muy obvio — reconocía, que su forma de expresarse, podía llegar a mal interpretarse. 

KING CANDY ❝ JUNIORLAND ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora