Escuchar la voz de Mark lo tranquilizó. Su respiración y los latidos de su corazón se normalizaban, se aferró a los brazos de quien ahora, era su novio. La madre del castaño entró a la habitación sin llamar, sorprendiendo a los chicos. Jin, mantuvo su mirada baja y sus mejillas levemente sonrojadas, se sentía avergonzado. Había causado muchos problemas. — Lo siento — bajó de la cama y ofreció a mamá Tuan, una educada reverencia — Lo siento mucho. Por todos los problemas que cause — miro a su hijo y ambos sonrieron, ella se acercó, y abrazó al moreno — No te preocupes. ¿Cómo te sientes? — entre sus manos sostuvo el rostro de Jin y notó el rubor de sus mejillas. — JinYoung ¿Has estado comiendo bien? — preguntó Mark desde la cama; Jin, siempre escuchaba la misma pregunta. Él conocía más que nadie la verdad tras, sus extraños desmayos, nadie más que él, la comprendería, los demás sin duda lo tacharían de loco.
Jin se mantuvo uno segundos en silencio. La señora Tuan, lo sacudió, sacando a Jin, de su temporal trance. El moreno admiro la sonrisa de la mujer y devolviendo el gesto, respondió — Si, señora Tuan y Mark. Eh estado comiendo bien. — arqueando sus cejas, suspiro. — Aunque no eh estado durmiendo como es debido, tal vez sea por eso. No se preocupen — el castaño, había bajado de la cama, saltó hasta sostenerse de los hombros de Jin. Fue cuando, su madre recordó, que las muletas de su hijo, habían quedado en la planta baja — ¡Ah! Denme unos minutos — salió de la habitación, dejándolos solos. — Pude haberlas ido a buscar, por ella — se mantuvo inmóvil, sirviendo como soporte, para Mark — Apuesto lo que sea, que no te habría dejado ir — ambos rieron — Jin — el castaño se veía preocupado — ¿Estás bien? ¿De verdad? — se escuchaban pasos, acercándose desde la escalera. Jin aprovecho esos pocos segundos, para acercarse con valentía al rostro de Mark y robarle un beso. Dejando a este, completamente atónico ante lo sucedido — Juegas muy sucio, JinYoung — ambos volvieron a reír una vez más, antes de que la mamá de Mark entrará — Toma hijo, deja de usar al pobre Jin de bastón. ¡No ves que no se siente bien! — le llamo la atención, acercándole las muletas a su hijo, los tres rieron nuevamente — Jin, podrías esperar a mi esposo. Así te lleva a casa — JinYoung negó y lo más amable posible, respondió — Discúlpeme, de verdad. No es mi intensión causarle más problemas. Me siento muy bien ahora — ambos lo miraron, no muy convencidos de sus palabras. La madre de Mark, insitió, pero amablemente Jin volvió a rechazarla.
Bajando las escaleras. En cada escalón, necesitaban ayudar a Mark, quien se le complicaba un poco bajar, a causa de su pie enyesado — JinYoung. ¿Tienes tu móvil? — preguntó el castaño y Jin se puso a buscar su teléfono en su maletín, Mark lo tomo y anotó su número — Cuando llegues a casa, me llamas ¿Si? — asintió algo avergonzado, los únicos números que mantenía registrado, eran los de su familia y el de YoungJae — Lo haré — la madre de Mark, se despidió de él con un abrazo — Por favor, cuídate mucho — era muy cariñosa.
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De camino a casa, JinYoung cambio de expresión, estaba preocupado. Aquella "cosa" que Junior, llamó "Baepsae", no estaba buscando solo atormentarlo con pesadillas. La sensación de asfixia, había sido muy real, ¿Por qué quería hacerle daño? No lo comprendía, necesitaba respuestas y esa noche, las buscaría, Junior o King Candy, eran los únicos, que podían dársela.
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KING CANDY ❝ JUNIORLAND ❞
FanfictionPortada preciosa & hermosa, gracias a mi bella mujer: @girlwhorunwithwolves. Jin Young un chico normal, con una vida en lo que cabe "normal"; desde niño ha estado muy cansado de todo lo que le rodea y aquel cansancio lo lleva a crear un mundo de fa...