04. KING CANDY « I DON'T KNOW »

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King Candy conocía la respuesta, era capaz de observar la pureza de su alma, comprender sus sentimientos sin necesidad de escucharlo, King Candy lo sabía, Jin Young, su pequeño "Junior" se había enamorado de aquel chico, de Mark Tuan. Pero muy a pesar de que era consciente sobre lo que estaba ocurriendo con el moreno, que entre sus brazos buscaba en sueños un consuelo, no era el momento para decírselo. King Candy, camino hacia la cama, esa misma, donde Jin estuvo durmiendo antes de despertarse en aquel mundo creado por su pensamiento, Junior en silencio se permitió llevar, acomodar y cubrir, con los brazos de King Candy, quien besando su frente, con cariño reconforto su angustia — Esta bien Junior. Cierra los ojos y mañana todo estará bien — aquellas palabras fueron pronunciadas como un hechizo, capaz de conceder el más difícil de los deseos, Junior conoció una extraña paz y al despertar, pudo sentir como si realmente aquellos brazos, le hubieran arrullado contra la calidez de un amor que siempre quiso conocer. Sentado en la cama, miro rápidamente a su alrededor, se había dormido una vez más con el uniforme puesto.

Como todos los días.

Como una simple rutina que cumplir al despertar.

Camino al baño, mirándose al espejo pudo notar sus ojos hinchados, suspiro un momento mientras ladeaba suavemente su cabeza de un lado a otro — Me veo tan lamentable — susurro para sí mismo, mientras tomaba con ambas manos un poco de agua para lavarse el rostro. Con sus manos en el borde del lavamanos, inclino el rostro, observando como el agua desaparecía por el desagüe. Park Jin Young sabía que ese día iba a ser demasiado difícil para él, primero debía darle una explicación a YoungJae.

¿Qué podía decirle?

"Salí corriendo porque realmente me dolió ver como Mark le sonreía a aquella chica".

O mejor aún ¿Por qué no...?

"Pensar que hacían una bonita pareja, fue horrible YoungJae me dolió tanto..."

No puedo decir nada como eso — Se sentía muy tonto, de no ser capaz de controlar sus emociones y sentimientos por apresurados que esos sean, intentó darse valor así mismo, bajaría las escaleras a tomar el desayuno pensando en un millón de mentiras que funcionarán como excusa, una que YoungJae creyera sin vacilar. Bajo las escaleras, no había nadie, miro a su alrededor, pudo notar que era tarde, cuando busco con la mirada el reloj de la sala, su madre había dejado una pequeña nota para él, donde le informaba que el desayuno se encontraba en el comedor y que tuvo que salir en compañía de su padre, un poco antes. No tenía ganas de ir a la escuela, no deseaba hacerlo, pero al terminar de comer subió nuevamente a su habitación, para tomar una ducha y colocarse el uniforme limpio, tomo su bolso y cubriendo su rostro como de costumbre se encamino a paso lento, hacia la escuela. 

Se detuvo a una cuadra e inclinando el rostro suspiro — Realmente no quiero ir — de pronto, sintió una pequeña brisa cruzar a su lado y al observar lo que había pasado a gran velocidad, a su mano derecha, pudo observar como el castaño se detuvo unos metros frente a él, al notar a Jin Young de pie a una cuadra del instituto — ¿Jin? — Se acercó al moreno, quien buscaba esconder la mirada de esos preciosos ojos de largas pestañas — Jin Young. ¿No piensas venir? — Negó — ¿Por qué? — Cuestiono Mark sin comprenderlo, acortando a cortos pasos la distancia que los separa — Porque es tarde — fue la respuesta del moreno, de todas las personas con las que podría toparse en ese momento, ¿Porqué con Mark... Mark Tuan? — Tienes razón, es tarde — concluyó el otro chico, quien detuvo a Jin del brazo que planeaba caminar de regreso a casa — ¿Comemos un helado? — propuso Mark de pronto, los ojos de Jin se abrieron con mucha sorpresa y de inmediato lo miro confundido ¿Había escuchado bien? — ¿Te gustan los helados no? — No había escuchado mal, agradecía siempre que la mitad de su rostro estuviese cubierto, de esa forma nadie, podría admirar el rubor de sus mejillas, asintió, haciendo que el extranjero le obsequiara una de sus bellas sonrisas, tomo la mano de Jin y ambos caminaron al centro. El castaño rompió el silencio, señalando un local, una heladería para ser más precisos – ¿Aquí? – Jin lo miro — ¿Cómo supiste dónde encontrar una? — El castaño rasco tras su nuca — Dimos muchas vueltas. ¿No te diste cuenta? Estabas tan callado que no quise molestarte — el moreno soltó su mano cuidadosamente, no dijo nada. Entraron al local, de inmediato se acercaron al mostrador, Mark comenzaba a leer los sabores, mientras que la chica, del otro lado esperaba paciente para tomar sus pedidos — Puedes pedir lo que quieras Jin. Yo invito —

Con sus dedos, bajo el cubrebocas, hasta su barbilla. Mark lo miro detalladamente, específicamente, como sus labios se movían al indicarle a la chica, la combinación de sabores que deseaba. Cuando giro el rostro, observo como el otro lo estaba mirando, fijamente, de inmediato se cubrió su boca y con sus manos le expresó que buscaría una mesa, Mark asintió, le indico a la chica los sabores de su preferencia, pago por ambos pedidos y camino hacia donde Jin se encontraba esperando por él y obviamente por su helado, el castaño le entrego en su mano lo que había pedido, Mark se sentó frente a él, lo miro una vez más. No lo conocía mucho tiempo, pero sabía, que en ese momento se estaba debatiendo, en cambiarse de silla o comer el helado frente a él. Mark miro la silla vacía del otro lado y colocó su bolso, acercó la mano al rostro de Jin, bajo su cubrebocas de un solo movimiento hasta su cuello — Come, el helado se está derritiendo — Se quedó inmóvil, ambos lo hicieron, pudo observar como el castaño lo miraba atentamente — ¿Por qué lo haces? — Jin se sobresaltó en su asiento e inclino la cabeza — ¿Por qué te ocultas? —

No lo sé, soy inseguro —  Y en aquella posición, comenzó a comer de su barquillo. Mark evito hacerle más preguntas, no deseaba incomodarlo.

Era una situación extraña, ambos compartían un helado, pero ninguno de los dos conversaba. En ocasiones el castaño revisaba su mensajería, Jin en ocasiones se percataba de como sonreía, sus pensamientos lo traicionaban y terminaba imaginando que quizás, se estaba escribiendo con aquella chica. De pronto, se sintió triste y el helado había comenzado a perder su sabor — Jin — Al levantar su mirada, observo la foto de a quien inmediato reconoció como "Coco", una sonrisa se dibujó sobre sus labios — ¡Coco! — Expresó emocionado — Younjae está enojado. Porque ninguno de los dos fuimos a la escuela — Termino riéndose, su sonrisa era extraña, es ese tipo de carcajada que no imaginas en una persona como Mark, pero de igual forma, gustaba escucharla y te incitaba a reír de la misma forma — Le dije que estaba contigo. Al principio no me creyó — Mark buscaba en su móvil una imagen y cuando Jin la vio, se sorprendió demasiado, que un trozo de helado cayó en su pantalón al moverse con brusquedad, era una foto de él.

Mark... por favor... elimínala —

No —

Jin no supo que hacer o que decir. Mark había terminado su helado y espero que el moreno igualmente terminara de comer. Ambos salieron de la heladería, Jin deseaba insistir, pero no sabía cómo hacerlo, tampoco deseaba que el castaño terminara enojado con él, por algo como una simple fotografía, pero tenía mucha vergüenza ¿Por qué Mark desearía conservar una foto de él en su móvil? — A ¿Dónde vamos ahora? — Rompió el silencio, arrastrando a Jin a la realidad, ambos se miraron por un momento y cuando Mark bajo la mirada a los carnosos labios de moreno, este inclino el rostro, subiendo su cubrebocas — Es una lástima — escuchó, claramente, aquel comentario como una queja a su actuar, cuando intento preguntar al respecto, Mark de inmediato señalo el camino que se encontraba detrás de Jin — ¿Quieres mostrarme más sobre Busan? —

No — Mark arqueó las cejas. Mentiría si dijera que, no estaba consternado por escuchar esa respuesta — No. Hasta que borres esa foto — Jin se mantuvo firme. Ni siquiera vacilo como usualmente lo hacía, no pensó mucho para hacer una especie de trato y de pronto, ello hizo que Mark riera a carcajadas — Como quieras. Puedo tomarte más después, en todo caso — Susurró lo último, siendo poco entendible para Jin, quien lo miro con atención, cuidando de que realmente la eliminará. El castaño lo miro y el moreno hizo lo mismo, le sostuvo la mirada, por menos de un minuto — Gracias — Comenzó a mirar alrededor. Estaba pensando en muchos sitios, que ambos podían conocer, pero fue interrumpido cuando el móvil del castaño comenzó a sonar. Cuando respondió, Mark estaba hablando en inglés, Jin decidió alejarse un poco de él, para darle privacidad, espero unos minutos y pudo notar como Mark arrugaba el entrecejo, como si estuviese molesto, evito preguntar cuando se acercó a él — Lo siento. Jin, sé que fui yo el que insistió, pero debo irme — hizo una leve pausa — Deseo que en otra ocasión, me muestres más de Busan. Me lo debes — Jin asintió y el castaño, con una sonrisa se despidió. 

Ahora ¿Qué haría? ¿Regresar a casa...?


KING CANDY ❝ JUNIORLAND ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora