capitulo 4.- el pasado no está tan pasado.

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-buenos días, amor, ¿Por qué no me despertaste?- dije mirando el reloj de la cocina, eran las doce del mediodía, dormí demasiado, pero vaya que me sentía descansada, hacía mucho no dormía así de bien, Ross estaba en la cocina haciendo un sándwich.

-te veías realmente cómoda, no quise arruinar tu sueño, además no estuve en toda la mañana, fui a entregar el contrato firmado, ¿quieres uno?- dijo señalando su sándwich, yo asentí.

-que bueno que me recordaste, tengo que enviar un fax a Londres, aunque aún tengo dudas con respecto a esto de la mudanza-

-¿Por qué?- me entregó mi plato y ambos nos dirigimos al comedor.

-pues, todavía tenemos que empacar, entregar el departamento, vender los muebles, conseguir un departamento en Londres, son demasiadas cosas- mi novio me regaló una sonrisa de medio lado, supongo que tengo cara de angustia.

-oye, tranquila, la dueña del edificio dijo que nos compra los muebles, yo te ayudaré a empacar, y podemos quedarnos en un hotel mientras conseguimos un departamento, todo será pronto y ni si quiera lo notarás, lo prometo- miré sus ojos cafés sonriéndole, supongo que Ross siempre tiene todo planeado, incluso de un día para otro.

-entonces, hay que comenzar- le dije mientras me levantaba de mi silla y le tendía la mano.

-pero mi sándwich…- lo jalé y lo hice caminar hasta la sala.

-puede esperar, vamos, hay que guardar las fotos y los adornos- saqué algunas cajas del armario, las puse en el suelo y comencé a quitar los portarretratos y los cuadros de las paredes y las mesas.

-¿Qué te parece si yo termino aquí y tu vas guardando lo de la habitación?- dijo él  tomando los DVD’S de la repisa.

-sí, lo haré…- entré a la habitación que compartíamos, todo estaba ordenado a decir verdad, pero no sabía porque lugar comenzar a guardar, creo que el armario es un buen comienzo, había algunas cajas que ni si quiera sabía que tenía ahí, hace seis meses me mudé con Ross a LA, supongo que entre tantas cosas que tengo en la cabeza las olvidé, veamos, esta caja dice libros, esta otra dice fotografías, supongo que son álbumes de fotos, al fondo, arrinconada, e inalcanzable para mí porque estaba en la parte más alta de las repisas, se encontraba una caja llena de polvo, arrimé una caja encima de otra y me subí en ellas para poder alcanzarla, una vez que tuve aquella cajita, de tamaño mediano la limpié, me senté en el suelo y la miré detenidamente, no era una caja de cartón como las demás, era de plástico resistente, color morado, y en la parte superior tenía pegada una fotografía de Londres, también estaba cerrada con candado, ¿Dónde dejé la llave de esto?, ¡claro!, mi cuello, toqué la cadena que colgaba de mi cuello, tenía un dije de moneda, me saqué la cadena con cuidado e introduje la llave en la ranura, hizo un pequeño “click” y se abrió, había unas cuantas fotografías, mi moneda estaba ahí también, y el pedazo de un periódico, “mi chica” por liam james payne, saqué aquel pequeño recorte de papel, que me hizo remontarme a cuatro años atrás.

Flashback*

-señorita, ¿necesita una almohada?- miré a la azafata y le dije que no, lo único que en esos momentos quería, era a liam, de mi bolso saqué una cajita adornada con cosas de Londres, mi mamá me la había regalado unos días antes, el avión ya había despegado, y el corazón se me estrujaba cada vez que veía más pequeña aquella ciudad de reino unido, los autos parecían hormigas y las personas parecían hormigas, me pregunto si alguno de ellos será él.

-¿te encuentras bien, linda?- la señora que estaba a mi lado me miraba preocupada, me sequé las lágrimas y negué en silencio.

-es nada no se preocupe- miré dentro de la caja, había guardado fotografías de mis amigos, de mi familia y de liam ahí, pero no eran fotografías cualquiera, eran de los momentos más importantes para mí, bueno, las de liam si eran todas, creo que cada momento que pasé con él fue importante, también recorté su poema del periódico escolar y lo guardé, “mi chica” por liam james payne.

- es lindo- dijo la señora mirando la fotografía de liam en mi mano, sonreí por un mini segundo.

-sí… lo es-

-¿estás triste por él, linda?- asentí volviendo a derramar lagrimas sin poder evitarlo, la señora de cabello negro y una cara amigable posó su mano en mi hombro.

-lo voy a extrañar demasiado, aunque él piense que ya no lo quiero porque me fui- me cubrí la cara con una mano y traté de calmarme.

-¿sabes linda?, a veces tienes que estar alejada de las personas que quieres, pero eso no significa que no los quieras…muchas veces eso te hace quererlos aún más-

Fin del flashback*

Sentí frío en las mejillas, las toqué y mi mano se mojó, esto no debe pasar, no es justo que a veces liam siga rondando mi cabeza, ya no quiero pensar en él, nunca más, no cuando me voy a casar con un chico maravilloso, y si me preguntan, sí lo amo, amo  Ross, pero entonces… ¿Por qué a veces liam viene a mi mente?, en primer lugar no debí abrir esta ton’ta caja, será mejor cerrarla y tirar la est’upida llave, así no podré abrirla jamás.

Mi Chica (Liam Payne) *Segunda Temporada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora