Mi chico es un hombre lobo?

3.-El chico

-No- Pensé.
No quería hacerme ilusiones. Además yo era un poco anoréxica. Sabia que si me enamoraba o me hacia ilusiones me iba a defraudar. De repente oigo un grito.

-¡AaaAaAAaaa! ¡Es guapísimo!-Gritó Elisabeth.
-Me has asustado.-Dije yo un poco enfadada.

De repente vimos a todas las tonpop perseguir al chico. Yo pase de ellos y me fui a la clase que me tocaba. Ese día a primera hora me tocaba matemáticas con el peor profesor del instituto, Don José.

Cuando entraba en clase con Elisabeth nos sentamos en la ultima fila. Todas las clases tenían un orden: las tonpop delante, las "normales" en medio y las marginadas como nosotras, atrás.

El asiento que estaba al lado de mi amiga Elisabeth estaba Rox, una niña de pelo rubio y muy largo. Me caía bien, pero no tanto como para juntarme con ella. El asiento de mi lado estaba vacío.

Cuando se suponía que tenia que a ver empezado la clase, y el profesor seguía sin venir, tocan a la puerta.

-¿Se puede?-

De repente se asoma una cabeza en la puerta. Era él, el chico del que me había enamorado. Nadie le hizo caso, así que entró. Como no había mas asientos se tubo que sentar al lado mío.

-Hola- Dijo él.
-Hola- Dije yo con un poco de vergüenza.
-¿Está ocupado este sitio?- Dijo sonriendo.
-No- Dije.

Se sentó. Yo no sabia lo que hacer, me ponía muy nerviosa con él a mi lado.

-¿Como te llamas?- Me preguntó.
-Raquel- Le respondí yo un poco nerviosa.
-Encantado de conocerte Raquel, yo soy Leo.
-Igualmente- Dije yo sonrojándome

Leo pensé. El era el chico del que me había enamorado. De repente me di cuenta que todas las tonpop nos miraban (o mas bien a mi) con cara de asco.

Cuando terminó la clase fuimos a la siguiente, tocaba historia. Esta vez con Doña Nerea. Esta vez no vi a Leo en en aula.

De repente, mientras yo estaba hablando con Elisabeth, empezaron a acercarse todas las tonpop a mi mesa. De pronto la "líder" del grupo, Laura me dice:

--Tú niñata, Leo es mío, a si que ni se te ocurra acercarte a él.
--Y si quiero acercarme a él, qué ehh. Y además tu ¿no estabas con Cristián? Que poco habéis estado de novios y saliendo ¿no?
-- Já, novios que sabrás tu de ellos, si nunca has tenido uno,- *se oyen las risas de sus amigas* - además a ti nadie te conoce por tu verdadero nombre, sino como "la gafotas anoréxica". No existes para los chicos, eres un fantasma. Así que deja a Leo en paz o tendrás que verterlas conmigo y con toda mi pandilla.- Se dio la vuelta y se fue seguida de toda su pandilla riéndose y cuchicheando.

Yo tenia agarrado el lápiz con la mano, y de la rabia lo partí.

--Dejalas no tienen cerebro.- Me dijo Elisabeth para intentar animarme. -Además "la gafotas anoréxica" me parece una excelente mejor amiga y no tiene nada de fantasma.-

Después de toda la mañana dando clase sonó el timbre. Tocaba el recreo. Nosotras siempre nos poníamos en un hueco que hay entre la pared y un árbol. Allí podíamos hablar de lo que quisiéramos porque por esa zona no iba nadie, y nuestro escondite no lo sabia nadie.

No le dije que me gustaba Leo. Pero estuvimos hablando de el todo el tiempo.

Una de las cosas de Leo es que no es un chico de los que buscan tener siempre novia, ni de los que sacan malas notas, era al revés, era de los que le gustaba estar solo (como a mi), y sacaba muy buenas notas. ¡normal que me enamorara de el!

Mientras pasaba el mes, un día no vino. Ese día busqué en el calendario y vi que no había ningún evento especial. En ese mes siguió sin venir otros días. Cuando vino me puse muy contenta (porque me creía que le había pasado algo).

En todos los meses había días en los que no venía. A Elisabeth y a mi nos parecía muy raro, y sobre todo que no se juntaba con las tonpop. Estuvimos investigando, y nos dimos cuenta que solía coincidir con los días que había luna llena.