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(Narrador omnisciente)

Los días pasaron desde que el maestro de Fairy Tail había anunciado la fusión de gremios, el ambiente natural de Fairy Tail no tardó más que dos días en volver, exceptuando a dos dragones slayers que se negaban a llevarse bien con los magos enemigos, teniendo en caso una peculiaridad: Natsu podía hablar de lo más normal con Rogue pero no podía ni ver a Sting y lo mismo pasaba con Gajeel Redfox, el dragón de hierro parecía tener una muy buena amistad con Eucliffe pero se molestaba de solo escuchar el nombre de Cheney. Pero con el tiempo los demás miembros del gremio vieron ese comportamiento como normal.

La forma en que Sting trataba a Lucy era curiosa, puesto que a veces se le daban detalles románticos como llevarle una pequeña flor, pero otros días tan solo le coqueteaba diciéndole que su cuerpo no estaba nada mal. Su actitud divertía a la rubia, quién al estar en presencia de él se olvidaba de su amor no correspondido hacia Natsu.

Una mañana en las afueras del gremio...

—¡Hey, Lucy! – Gritó eufórico un mago rubio mientras apresuraba el paso para alcanzar a la llamada maga.

—¿Qué sucede Sting? – Ella volteó y frenó su caminar, le sonrió al rubio al verlo llegar hasta ella.

—¡Tomemos una misión! -Propuso con una misión en la mano.

—Claro, déjame decirle a los chicos que nos acompañen. -Dijo cordialmente.

—¡No!... Solo piden tres magos, Rogue la encontró y confiamos más en ti que en otro mago. – Su cara denotaba seriedad y quizá un poco de celos, hacia la persona a la que Lucy tenía pensado llamar: Natsu.

—Ah, ya veo.

El tono de voz de la rubia hizo sentir a Sting decepcionado. "Al parecer no quiere venir..." Fue lo que pensó el dragón de la luz.

—Está bien. Necesito dinero para la renta. -Lucy dejó salir una pequeña risa, la cual contagió a Sting.

—Es un trato, nos vamos en la mañana, pasaremos por ti como a las 8, ¡no vayas a quedarte dormida!

—¡No me dicen Sting! – Lucy sacó la lengua en modo de burla hacia él.

Así cada uno tomo rumbo hacia sus respectivos hogares, en su caso, Sting se encontraba más feliz de lo normal. ¿El motivo? Sería su primera misión con su princesa.

(Narra Lucy)

Sting y Rogue me habían invitado a una misión, creo que sería bueno para mí tomarme un descanso de lo escandaloso que puede llegar a ser el gremio y claro, tomar un respiro de Natsu. El camino a casa no fue muy largo, pero pasé a la librería a buscar ese libro que me había recomendado Rogue. Una vez que compré el libro también pasé a la tienda para comprar lo que haría para la cena, 3,000 jewels se esfumaron de mi cartera. Si necesitaba esa misión, más con la fecha de pagar mi renta tan cerca.

Ya una vez en casa decidía primero tomar un baño, era mejor relajarme y después hacer la cena.

La cena fue algo sencillo: un emparedado de jamón con queso y vegetales. También hice un poco de café y desenvolví mi compra de la librería. "Recuerdos de ti", se centraba en el romance trágico de una princesa que olvidaba al amor de su vida y negaba el haberlo conocido, no me había contado más porque insistió en que lo leyese.

(Narrador omnisciente)

Un par de horas después...

—¡No! ¡Madeline! ¡Debes recorda a Clement! ¡Él no dejó de amarte! – Una rubia llorando le gritaba y reclamaba a su libro como si los personajes fueran a escucharla.

¡He vuelto, princesa!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora