LA ULTIMA HORA

CAPITULO V (Una muerte accidental)

Un fuerte ruido me despertó cuando miro por mi ventana veía la lluvia caer, era un fuerte torrencial, los relámpagos iluminaban mi habitación, el cielo se puso blanco de pronto un trueno muy fuerte hace que Gema se asuste dormida yo la abrace y me dormí nuevamente con ella. En la mañana nos despertamos temprano pues ella tenía que volver a su habitación, cuando salimos no vimos nadie por los pasillos, así que aprovechamos y corrimos hasta llegar a los baños pues estábamos a la mitad de mi cuarto al cuarto de ella entonces nos despedimos de una manera rápida pues no queríamos ser vistos por los superiores, después entre al baño para cepillarme los dientes y bañarme, cuando salí me dirigí a mi cuarto, nuevamente nos llaman al patio de comida entonces abrí mis cajones y saque la ropa que me pondría, al salir miraba a todos con el miedo en su mirar por la noticia de ayer.

Al llegar al patio el mismo señor de ayer nos esperaba, al estar todos reunidos comenzó a hablar.

˗ Buenos días chicos antes de desayunar quiero comunicarles que hoy nos mudaremos a un nuevo lugar así que cuando terminen de comer alistaran sus maletas, pues al medio partiremos-a nuestra nueva casa que tengan un excelente día –

La mañana estaba gris, el cielo nublado, hoy no había sol, me senté con Gema para desayunar, nuestro desayuno el mismo de siempre unas tostadas con una taza de chocolate caliente.

Al llegar al medio estábamos todos listo, yo tenía una maleta pequeña, cargaba mi poca ropa y mis recuerdos, la foto de mis padres, de mi tía, mi cuento favorito, nunca los dejare pues son mis más valiosos recuerdos.

Estábamos afuera ya del orfanato éramos alrededor de unos sesenta adolescentes el sol quería recién salir y comenzaba a ser mucho calor, a lo lejos vemos dos buses escolares que se acercaban, cuando llegaron uno de los superiores nos comunicó que van subiendo según los vaya nombrando. A mí me toco en el segundo bus y Gema en el primero, cuando ya estaban todos arriba los buses comenzaron a andar, mirábamos las montañas, los ranchos con sus ganados, las aves por los cielos, el avión por lo alto de las nubes, fueron hermosos paisajes.

Era las dos de la tarde habíamos llegado a nuestro nuevo orfanato una casa color melón de dos pisos, nuestro superior nos comunica que nos quedemos en la entrada, porque nos iba a indicar cuales serían nuestro cuarto. Al llegar la noche estábamos todos en cada una de sus habitaciones ambiente nuevo, se sentía como una nueva vida sin peligros, sin más miedo, me sentía aliviado, pero la vida, es tan cruel o las personas hacen que la vida sea así mimo.

Pasó una semana y era de noche precisamente me iba a ver con Gema, pero no había llegado no sabía el ¿Por qué? Así que la busqué, pero no la encontré, entonces decidí ir al patio de comida que estaba atrás del orfanato, de pronto escucho a Gema Gritar.

˗ ¡auxilio! ¡ayuda! –

Corrí donde estaba me guiaba por los gritos de ellas, hasta encontrarla, resulta que no estaba en el patio de comida si no en la terraza de la casa, ahí había una peque bodega en la esquina, pues nadie podía subir por órdenes de los superiores, ¡yo! No hice caso por el amor de mi vida haría lo que fuera. Entonces subí ya que los gritos venían desde aquella bodega.

˗ Gema ¿Estás ahí? –

˗ Si, ¡Auxilio!

Cuando la vi sus manos estaba atada y sus piernas también, aquella bodega vieja, llena de telaraña, tenía muchos agujeros en las paredes y el techo, no pensé dos veces corrí hacia ella y cuando llegué comencé a desatar los nudos nudo estábamos cerca de la ventana, estaba con lágrimas en los ojos, su rostro sucio yo la abrace y con sus labios llenos de mucho miedo me hablo.

˗ Amor tenemos que irnos de aquí ¿por favor?

˗ Pero amor ¿Qué está sucediendo?

Justamente cuando me lo iba recibo un golpe, era Alberto

˗ ¡Noooo! – grito Gema

Yo había caído al suelo a lo que me volteo vi que era el mismo, sentí odio y miedo al mismo tiempo.

˗ Hola Ángel, no te da gusto verme ¡jajajaja! –

Esa sonrisa llena de odio ya la había escuchado.

˗ Te preguntaras como así estoy aquí, pues cuando estaban mudándose los vi y los seguí y esperé el momento oportuno para entrar y como no tienen cámara de seguridad pude entrar y vine para ver a mi chica ¡Gema! Porque es mía, pero veo que te me la estas robando pendejo que tal si te violo otra vez como hace cuatro unos años atrás –

Cuando lo dijo me llene de iras y vergüenza al mismo tiempo, nunca le dije a Gema que é me había hecho eso, agache la mirada pues no quería verla, pero por dentro un odio iba creciendo cada vez más, Gema se había sorprendido su mirada confusa y decepcionada, de tanta vergüenza no pude hablar.

˗ ¿Qué paso Ángel? El ratón se te comió la lengua ¡ja! Ahora Gema va ser mía solamente mía –

˗ ¡no quiero! Amor ¡ayúdame! Por favor –

˗ ¡Cállate! – Alberto le da una bofetada a Gema.

Al ver cómo le pego y comenzó a acariciarla, ella se quedó callada ante el miedo, yo tan cobarde no sabía que hacer, pero en mi mente se me vino todos los recuerdos cuando Alberto abusaba de mí y al mismo Tiempo los momentos cuando estaba con Gema, al recordar todo eso me di cuenta que hice una promesa, pues dejé aun lado mi cobardía, tenía que hacer entonces me levanté y sin pensar dos veces corrí hasta empujarlo como estaba de costado ante mi frente no me vio venir, entonces lo empuje perdió equilibrio y ocurrió lo que no me esperaba, Alberto tras recibir mi empuje se expulsado por la ventana cayendo desde la terraza matándolo de un fuerte impacto contra el suelo.

˗ Gema ¡yo no quería hacer eso!, créeme no mi intensión ¡ay Dios! ¿Qué hice?

Gema se quedó en silencio me quedó viéndome, ante la presión no sabía que hacer mis lágrimas cayeron y Salí corriendo y jamás mire atrás, pues deje todo lo que estaba ahí y hui del orfanato me dirigí a la ciudad, tenía mucho miedo y no quería regresar.

Pasaron varios meses estaba solo en la gran ciudad no sabía nada de Gema ni del orfanato, pues me quedo solo, pues me fui a casa, sí la casa de mis padres como estaba abandonada pude entrar y quedarme ahí. Por un buen tiempo.