38. Conociendo la verdad.

23.8K 1K 64
                                    

Me cruzo de piernas poniendo las dos manos rodeando la rodilla que está elevada. Los miro un poco nerviosa a los dos ya que aunque quiero saber la verdad de lo que traman todos, me pone nerviosa el saber que puede no gustarme lo que vaya a escuchar en unos minutos.

Miro a Gregory que abre la carpeta que había dejado antes en el escritorio. En ella veo unos cuantos papeles y un par de fotos sobre éstos, dadas la vuelta.

-A ver... Cómo empiezo - Coge la foto y la mira levemente, aunque luego cierra por una fracción de segundo los ojos, los que posteriormente se fijan en mí - Toma - Tiende una de las fotos sobre mí. En ella hay dos hombres jóvenes, de unos dieciocho años más o menos, abrazados de lado y riéndose. A su espalda está una casa que me suena muy familiar, pero no soy capaz de recordarla con mucha claridad.

-¿Quienes son? - Voy mirando el paisaje, intentando pensar por que me parece que no es la primera vez que veo esta casa.

-¿No ves familiar a alguien? - Me fijo ahora más en las caras de los dos jóvenes. Primero veo a uno de ellos, rubio y con los ojos azules. Levanto la mirada hacia Gregory y la vuelvo a bajar.

-Éste eres tú, ¿no? - Le señalo y él asiente.

-¿Y el otro?

Su cara me hace un gesto como para que siga mirando. Su rostro se me hace muy familiar, y su cabello castaño incluso más.

-Es mi padre...

-Sí, él es Roger Johnson.

Agacho la mirada cuando comienzo a recordar de que me suena esa casa. Es la mansión de mis abuelos, que se encuentra en las afueras de la ciudad. Es enorme y tiene en la parte trasera un gran patio, por el que cruza un río y a lo lejos hay un lago. Al lado del río hay un pequeño parte donde jugaba con mis abuelos antes de que nos fuéramos a la casa donde vivimos ahora. Casi nunca voy a ver a mis abuelos ni hablamos con ellos.

-¿Qué haces tú con mi padre?

-Roger y yo éramos amigos de la infancia, yo vivía en una casa que había al lado y jugábamos todos los días en el lago, ¿sabes cual te digo?

-Claro... Yo jugaba ahí.

-Sí, lo sé... - Coge la otra foto y me la pone sobre la anterior. Sin saber por qué, miro la foto y veo que en ella ya hay dos hombres algo más maduros que en la otra. Están sentados en unos sillones, fumando y bebiendo algo que está en un vaso, muy probable que fuera alcohol. Están dentro de una casa, el interior de la casa de mis abuelos. Lo reconozco porque en la foto sale un piano, exactamente igual que el que había en ella. Sonrío ya que allí es donde me empecé a interesar por la música. En el lateral está la puerta de entrada al salón y hay una mujer, joven y con un vestido corto. Su pelo es rizado y largo. Mi madre.

-¿A ella también?

-Sí, también la conocía.

-Esto es de hace muchos años.

-No hace tantos como te imaginas, unos veinte años más o menos.

-¿Y por qué nunca te había visto hasta entonces si tan amigo eras de mis padres?

-Aquí es donde cambia todo... Mi mujer era la que estaba haciendo la foto.

-¿Tú mujer es Natasha? - Escucho una carcajada a mi lado y miro a Thomas, que mira hacia sus manos riéndose mientras niega una y otra vez.

-No, claro que no- Gregory también ríe mientras da una calada a un cigarro del que no me había percatado antes.

-Ah... Yo pensaba que...

-Ellos son amigos, ¿verdad, Gregory? - Thomas se incorpora hacia delante mirando fijamente a Gregory.

-Sí, claro.

-Bueno... ¿Entonces ella donde está ahora?

-Es difícil de explicar... - Lanza una mirada a una pequeña mesilla, donde hay una botella con alcohol. A la derecha hay una foto, sale Gregory con el mismo aspecto que en la foto donde salia con mi padre en el salón y una mujer a su lado - Puedes acercarte a verla de cerca.

Lo miro como pidiéndole permiso y me hace un gesto con una leve sonrisa. Me aproximo a esa mesilla y miro la fotografía, una estampa muy bella. En ella, un Gregory joven acaricia la barriga algo creciente de la chica de su lado. Ella estaba embarazada. Miro a la joven y es muy guapa, es rubia y unos ojos azules como el mar. Es una de las chicas más guapas que he visto en mi vida.

-Estaba embarazada...

-Sí, lo estaba, lástima que no pudo disfrutarlo, ¿sabes?

-¿Perdió el niño?

-No, claro que no... - Miro a Gregory que ahora tiene una leve sonrisa, aunque sus ojos se ven tristes - Tuvimos una preciosa niña, rubia, igual de bella que su madre.

-¿Y ella dónde esta?

-Es complicado, sí - Gregory mira a Thomas, quien lo mira dubitativo.

-No me has contestado.

-Todo a su debido tiempo Nora, no te adelantes...

-No, has dicho que me ibas a contar todo, y no lo estas haciendo - Noto mi tono de voz como si fuera una niña pequeña enfurruñada y eso me avergüenza de un momento a otro.

-En esta foto - señala en la que salen dentro de la casa de mi abuelo - Nosotros estábamos iniciando un pacto.

-¿Cómo un pacto?

-Nosotros decidimos iniciar un proyecto de trabajo, ellos ponían los sitios... Y yo tenía que poner el capital.

-¿El capital?

-Sí, tuve que gastar mi dinero... Poner en juego mi futuro por un proyecto que podía salir bien o mal...

-¿Salió bien?

-¿Tú que crees que pasó, Nora? - Él se levanta y da la vuelta al escritorio. Recorre el despacho de un lado al otro.

-Quiero creer que salió bien, tienes una gran mansión.

-Me quedé en la ruina ¿sabes? Ese hombre, el gran señor Johnson me pudrió en la miseria Nora, se rió en mi cara.

-¿Por qué dices eso? - Mi voz tiembla mientras cierro los ojos nerviosa.

-Por que es la verdad, una vez instalados en nuestra gran empresa todo se fue a la mierda... Pronto comenzaron los problemas económicos, las transacciones erróneas y todo se fue tornando cada vez más y mas negro... A los pocos meses toda mi fortuna se había esfumado mientras la de Roger sólo aumentaba - Da un golpe sobre la mesa, pero noto que no es hacia mí, si no hacia su propio interior - Él me robó todo mi dinero, y se lo voy a cobrar, con intereses.

Trago saliva levemente mientras muevo mis manos.

-¿Por eso es por lo que todos ellos se han acercado a mi familia? ¿Para que tú nos robes? - Señalo a Thomas.

-No para que os robe, para recuperar lo que me pertenece.

-Puedes decir las cosas con más tacto Gregory - Escucho la voz de Thomas que se levanta incorporándose.

-Yo ordené a los chicos a que me consiguieran información, sí.

En este preciso momento es donde me doy cuenta de todo lo que está ocurriendo a mi alrededor.

-¿Y a Thomas a que se metiera en mi casa no? Para que intentará enamorarme ¿no? Ya lo entiendo todo - Miro fijamente a Gregory, cuya cara me desvela que lo que digo tiene buena parte de verdad - ¿esto era lo que no querías que supiera Thomas? ¿Que me has estado engañando desde el principio? - Una lágrima cae por mi mejilla - Eres un gilipollas Thomas, te odio.

-Nora...

Lo aparto de un empujón y salgo rápido. Recuerdo las escaleras que me llevaban a la entrada y bajo por ellas. Justo cuando voy a apoyar un pie en el piso de abajo un gemido sale de mi boca al ver a la persona que encuentro enfrente.

BREAKING POINTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora