Querida tú del futuro, dime:
¿Cómo vamos? Sigo estando loca por ti, ¿verdad?
Y tú qué... ¿Sigues mirándome de esa forma?Dime que seguimos ensuciando sabanas, y que nos reímos por ello aún.
¿Todavía tienes la manía de esconder tus manos en las mangas? Dime que sí, eso es adorable.
Seguro que todavía insisto en dejar mi mano marcada en una de tus nalgas cuando pasas por mi lado.¡Oye! ¿Seguimos compartiendo duchas?
Necesito saber si sigues escondiéndote entre mis brazos bajo el agua.¿Recuerdas el tiempo que me pasaba mirándote? ¿Sigo haciéndolo? ¡Ah! Y... ¿Te sigue poniendo nerviosa?
¡Me juego lo que sea a que sigo siendo tu postre con nata favorito!
Dime que has sonreido. Lo has hecho, ¿verdad? Yo se que siempre vas a sonreír con estas cosas.¿Sigo matándote por hacerte reír?
¿Sigues soltando esas carcajadas con mis chistes malos?Te apuesto a que sigo sorprendiéndote por detrás, con mis manos en tu cintura, mientras cocinas.
¿Sigues correspondiendo ese gesto girando la cabeza y plantándome un beso en los labios?Eso si, lo caprichosa no se te ha pasado, ¿a que no? ¡Sigues teniendo berrinches! ¡Lo sé!
¡Eh! Lo de los piquitos con la boca llena, mientras comíamos, sigue pasando, ¿no? Eso me encantaba.
¿Sigo robándote ropa? ¿Y tú a mí?
Dime que sigues teniendo las manías de siempre, esas que yo conozco, esas que me enamoran.
Querida tú del futuro, ¿todo sigue igual? Me juego a que sí.